- Un grupos de médicos en Estados Unidos analizó a personas con antecedentes de estreñimiento, dificultad para tragar y síndrome de intestino irritable | Foto principal: Pixabay.es
Una reciente investigación publicada en la revista británica Gut señaló que ciertos problemas intestinales como el estreñimiento, las dificultades para tragar y el síndrome del intestino irritable, podrían actuar como señales tempranas de la enfermedad de Parkinson.
Además, especialistas de la Clínica Mayo de Arizona (Estados Unidos) analizaron la posibilidad de que las afecciones intestinales también estén vinculadas al desarrollo de la enfermedad de Parkinson.
Dinámica del estudio
Para respaldar esta hipótesis, los investigadores utilizaron una base de datos de registros médicos nacionales de Estados Unidos.
Compararon a 24.624 personas diagnosticadas con la enfermedad de Parkinson de causa desconocida con aquellas diagnosticadas con otras condiciones neurológicas, como Alzheimer (19.046) o enfermedades cerebrovasculares (23.942), así como un grupo de comparación sin ninguna de estas condiciones (24.624).

Las personas con enfermedad de Parkinson fueron comparadas con individuos de los otros grupos en función de la edad, el sexo, la raza y la duración del diagnóstico.
Luego se comparó la frecuencia de las afecciones intestinales en sus registros médicos electrónicos durante un período promedio de 6 años antes del diagnóstico de Parkinson.
Otros enfoques
Los investigadores también llevaron a cabo otro planteamiento, dividiendo a los adultos de la red que habían sido diagnosticados con alguna de las 18 afecciones intestinales en grupos separados, uno por cada afección de interés.
Las personas en estos grupos fueron emparejadas con individuos que no tenían la afección intestinal en cuestión y se monitoreó su historial médico durante 5 años para observar si desarrollaban la enfermedad de Parkinson u otros trastornos neurológicos.
Ambos enfoques indicaron que cuatro afecciones intestinales estaban relacionadas con un mayor riesgo de diagnóstico de párkinson.
Específicamente, la gastroparesia (retardo en el vaciado gástrico), la disfagia (dificultad para tragar) y el estreñimiento se asociaron con un riesgo más del doble de desarrollar la enfermedad de Parkinson en los 5 años previos al diagnóstico, mientras que el síndrome del intestino irritable sin diarrea se relacionó con un riesgo un 17 % mayor.

Proyecciones del estudio
Los científicos resaltaron que este análisis se basó en un estudio de carácter observacional, lo que implica que no puede determinar con precisión las causas precisas. Sin embargo, proporciona información valiosa para los científicos en su búsqueda de avances y una mejor comprensión de estas enfermedades.
“Este estudio es el primero en establecer pruebas observacionales sustanciales de que el diagnóstico clínico no solo del estreñimiento, sino también de la disfagia, la gastroparesia y el síndrome del intestino irritable sin diarrea podría predecir específicamente el desarrollo de la enfermedad de Parkinson”, concluyó el informe.