- En agosto han atravesado esa jungla 79.455 transeúntes de diferentes nacionales, un número inédito para un solo mes. Foto: EFE
En lo que va de este año 331.213 migrantes han cruzado la peligrosa selva del Darién, la frontera natural entre Panamá y Colombia, una cifra que evidencia el imparable y desbordado flujo migratorio a pesar de las advertencias sobre los peligros de este tránsito, según datos de las autoridades panameñas a los que tuvo acceso EFE este jueves 31 de agosto.
En agosto han atravesado esa jungla 79.455 transeúntes, un número inédito para un solo mes, de los cuales 61.297 son adultos y 18.184 menores, según estadísticas del Servicio Nacional de Migración y Ministerio de Seguridad Pública de Panamá.
Venezolanos encabezan la lista
Hasta este 31 de agosto, la mayoría de los que cruzaron el parque nacional panameño siguen siendo venezolanos (199.363), seguidos de los ecuatorianos (43.296), haitianos (35.658), colombianos (11.004), indios (3.476), cubanos (694) y dominicanos (462).
Los migrantes viajan desde Suramérica hacia EE UU o Canadá en busca de mejores condiciones de vida. En ese largo trayecto, cruzan el tapón de Darién, unos 266 kilómetros abarrotados de peligros tanto naturales, propios de la jungla, como por la presencia de grupos criminales.
«Las organizaciones humanitarias no damos abasto»
Esto ha desbordado a los organismos humanitarios presentes en los albergues habilitados por el Estado panameño en el Darién, como ha vuelto a recordar este jueves el Médicos Sin Frontera (MSF) a través de un comunicado.
El país centroamericano recibe a los viajeros en estaciones migratorias situadas cerca de su frontera sur con Colombia y en la norteña con Costa Rica, donde les ofrece asistencia sanitaria y alimentación, en un operativo único en el continente que involucra a una docena de organismos internacionales.
Panamá tomará medidas
Panamá ha dicho que anunciará la próxima semana nuevas medidas en la frontera con Colombia ante la avalancha migratoria y ha acusado a los países del sur de América de dar la espalda al problema.
El 24 de agosto Juan Manuel Pino, ministro de Seguridad Pública de Panamá, anunció que el gobierno de Panamá evalua un posible cierre con la frontera de Colombia debido al aumento de migrantes que atraviesan la selva del Darién, entre estos dos países.
“Panamá decidió transformar este problema humanitario a un problema de seguridad nacional, esto se debe a los efectos que nos está dejando esta migración”, afirmó el ministro Pino.
El gobierno panameño ha lanzado recientemente una campaña para intentar frenar esta histórica crisis migratoria con el lema «Darién no es una ruta, es una jungla».
Con información de EFE