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  • Observa cambios en el comportamiento de tu mascota a lo largo del tiempo y asegúrate de que no esté siendo causando por otras afecciones médicas tratables. Ilustración principal de George Wylesol para The Washington Post

Esta es una traducción hecha por El Diario de la nota Cats and dogs get dementia. Here’s how to spot signs and support pets, original de The Washington Post.

Sullivan, también conocido como Sully, un terrier bostoniano, comenzó a comportarse de manera extraña a sus 9 años. Defecaba dentro de la casa, daba vueltas alrededor de la isla de la cocina y le ladraba a la nada.

Al principio, su dueña Bridget Allen pensó que estos actos eran parte normal del envejecimiento. Sin embargo, un día Sully no regresó a casa pese a estar en un área boscosa cercana que conocía bien. El hijo de Allen lo encontró deambulando junto a un arroyo, estaba sucio y actuaba como confundido.

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Poco después, se cayó de la cama mientras dormía y se orinó en el suelo. “Algo no estaba bien”, recordó Allen, una maestra de inglés de secundaria jubilada de Caledonia, Michigan, sobre el comportamiento de Sully en 2012.

(FIN DE SEMANA) Los gatos y los perros pueden padecer demencia: ¿cómo detectar las señales?
Bridget Allen, una profesora jubilada de inglés de secundaria, notó que Sully, su Boston terrier, se comportaba de manera extraña cuando tenía 9 años, en 2012. Fue diagnosticado con demencia. Foto: Bridget Allen

Su veterinario dijo que sonaba como “un caso clásico” de demencia. “Sentí como si me hubieran dado una patada en el estómago”, confesó Allen. “No tenía idea de que los perros pudieran desarrollar demencia”.

Pero sí pueden, al igual que los gatos.

“Todos sabemos que la enfermedad de Alzheimer y otras demencias son algunas de las afecciones más comunes que las personas pueden enfrentar a medida que envejecen”, dijo Stephanie McGrath, profesora asociada de neurología en la Facultad de Medicina Veterinaria y Ciencias Biomédicas de la Universidad Estatal de Colorado. “Lo que la gente no se da cuenta es que nuestras mascotas, perros y gatos, también pueden padecerla, y es probable que sea muy común”.

Los expertos no están seguros de cuántas mascotas padecen demencia. Las estimaciones van desde el 14 hasta el 35 % de la población de perros de compañía mayores de 8 años, según un estudio. Otro estudio sugiere que casi un tercio de los gatos de entre 11 y 14 años y el 50 % de los gatos mayores de 15 años tienen esa afección. Muchos expertos creen que estas cifras son probablemente conservadoras.

“Esto está muy, pero muy subestimado”, comentó Gary Landsberg, un veterinario etólogo canadiense y director científico veterinario de CanCog, una organización de investigación en salud animal. “Los dueños deben darse cuenta de que los signos pueden ser leves o sutiles, por lo que es posible que no tengan ninguna preocupación al respecto”.

Signos de deterioro cognitivo en las mascotas

Para los dueños de mascotas que intentan determinar si su gato o perro tiene demencia, “conocer el comportamiento habitual de su mascota es importante”, dijo Margaret Gruen, profesora asociada de medicina conductual en la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Estatal de Carolina del Norte. “Realmente estás buscando un cambio de comportamiento con el tiempo”.

Algunos signos son:

– Confusión y desorientación

– Olvidar cosas que las mascotas han aprendido, como la higiene en el hogar o el uso de la caja de arena

– Cambios en su ciclo de sueño-vigilia

– Entre los gatos, un aumento en la vocalización, lo que significa más llanto o aullidos, un signo obvio y frecuentemente informado. “Con los gatos, existe un maullido excesivo y desorientación, y cambios en la interacción con los humanos u otros animales”, explicó Starr Cameron, profesora clínica asociada en neurología de animales pequeños en la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Wisconsin en Madison, quien investiga sobre la demencia en gatos. “Algunos gatos están despiertos toda la noche y maúllan. Se salen de la caja de arena o no pueden encontrarla”.

Enfermedades médicas que se asemejan a la demencia en mascotas

Informar temprano a un veterinario sobre cualquier cambio en el comportamiento de una mascota es importante, porque la mascota podría tener una afección médica diferente a un trastorno cognitivo que podría tratarse, según Landsberg.

Muchas condiciones, como el dolor artrítico, el cáncer, la pérdida de audición o visión, la hipertensión y la enfermedad renal crónica, pueden provocar síntomas que se asemejan a la demencia en las mascotas y deben descartarse antes de diagnosticar un trastorno cognitivo, según los expertos.

“Mi gatita Momo de 18 años siempre ha sido una gatita que maúlla mucho,” dijo Cameron, “pero cuando tenía 15 o 16 años, noté que maullaba más.” Cameron sospechó que Momo tenía demencia.

Momo “se volvió más gruñona con el otro gato y el perro. Se la pasaba de mal humor”, dijo Cameron. Sin embargo, los análisis de sangre revelaron hipertiroidismo, o un tiroides hiperactivo. Momo fue tratada y “ahora volvió a ser la de antes”, dijo Cameron.

Un animal también puede tener dolencias físicas y demencia al mismo tiempo, “así como una persona mayor con demencia puede tener otros problemas médicos relacionados con la edad”, indicó Landsberg.

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Estudiando la demencia en mascotas

Los científicos están estudiando la demencia en mascotas para ayudar a las mascotas de compañía y a sus dueños a sobrellevarla, y para comprender mejor las enfermedades cerebrales humanas como el alzhéimer.

“Los perros son buenos modelos naturales. Pueden desarrollar déficits similares a los humanos”, explicó Evan MacLean, director del Centro de Cognición Canina de Arizona en la Universidad de Arizona. “Además, pueden estudiarse con mayor facilidad porque tienen una vida más corta que los humanos y pueden mostrar signos sutiles tan temprano como a los 7 años de edad. Estos conocimientos pueden ayudar a aprender más sobre la enfermedad en los humanos”.

Los investigadores están analizando tejido cerebral postmortem de mascotas, incluyendo un estudio que compara muestras de perros que tenían demencia con las que no la tenían, para comprender mejor “cómo envejece el cerebro del perro”, según McGrath, quien está realizando el estudio. “También estamos tratando de entender cuándo los perros que envejecen de forma saludable se convierten en perros afectados por la demencia”.

Los científicos también están estudiando muestras de sangre y líquido cefalorraquídeo para averiguar si las mascotas y los humanos con demencia tienen las mismas proteínas específicas o biomarcadores que indican un deterioro cognitivo. Los hallazgos podrían ayudar en el diagnóstico de los trastornos cognitivos en las mascotas.

Algunas investigaciones ya han encontrado evidencia de placas de beta-amiloide y enredos de tau en los cerebros de perros y gatos que envejecen. Una acumulación anormal de ambas proteínas de origen natural, una característica distintiva del alzhéimer humano, puede interrumpir la función de las células nerviosas.

McGrath también está probando tres medicamentos en perros: cannabidiol, rapamicina y trazodona, para ver si alguno de ellos tiene un efecto en la prevención, ralentización o reversión de la enfermedad.

Qué hacer si sospechas de un posible deterioro cognitivo en tu mascota

-Consúltale a tu veterinario y asegúrate de que descarten otras condiciones médicas.

-Pregúntale a tu veterinario sobre el tratamiento, que puede incluir medicamentos, suplementos, cambios en la dieta u otras intervenciones.

-La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) ha aprobado un medicamento llamado selegilina (marcas Anipryl, Eldepryl, l-deprenyl, Selgian y Zelapar), que puede reducir los síntomas de la disfunción cognitiva en perros. A veces, los veterinarios lo usan “fuera de etiqueta” en gatos.

-Pregúntale a tu veterinario sobre ciertos alimentos que, según algunos expertos, pueden apoyar la salud cerebral. Es posible que requieran autorización veterinaria.

-Mantén a tus mascotas en una rutina, ya que “pueden tener dificultades para lidiar con los cambios”, dijo Gruen.

-Mejora su entorno. Proporciona rampas para evitar escalones. Coloca una esterilla de yoga o una alfombra en un suelo resbaladizo. “Algunos perros pueden dejar de entrar en ciertas habitaciones para evitar un suelo de madera dura”, dijo Gruen. “Es importante encontrar formas de mantener sus actividades diarias, al igual que lo hacemos con los humanos”.

-Enriquece su entorno. “Enséñales a tus perros algunas ódenes nuevas y recompénsalos por aprenderlas”, dijo Landsberg. “Dales juguetes de enriquecimiento cerebral. Pon chucherías en juguetes que rueden, para que tengan que buscarlas”.

-Mantén su interacción social, “ya sea con otras mascotas o humanos, y juega con ellos”, dijo Landsberg.

-Reduce el estrés. Hay difusores especiales para reducir el estrés disponibles tanto para gatos como para perros.

-Fomenta el ejercicio. Hacer ejercicio durante el día puede ayudar a los animales a dormir mejor por la noche. “Esta es típicamente una enfermedad crónica y progresiva, con mucho que podemos hacer”, dijo Gruen. “No hay razón por la cual una mascota con disfunción cognitiva no pueda disfrutar de una buena calidad de vida durante algunos años”.

¿Se puede prevenir el deterioro cognitivo en las mascotas?

No se sabe si los trastornos cognitivos en las mascotas pueden prevenirse.

Algunos expertos creen que el ejercicio puede ayudar, al igual que en los seres humanos con demencia. Un estudio reciente sugiere que el ejercicio reduce el riesgo en los perros, aunque MacLean, el autor principal, señaló que no se realizó durante un periodo prolongado.

“Podemos decir que hay una relación, pero no necesariamente una relación de causa y efecto”, dijo MacLean. “De todos modos, el ejercicio es bueno para todo, por lo que es un consejo seguro que darle ejercicio a tu perro sería beneficioso en muchos aspectos”.

Después de que Sully fue diagnosticado con demencia, y se descartaron otras condiciones médicas, el veterinario sugirió que Allen “lo llevara a casa y lo amara mucho. Sabrás cuando haya tenido suficiente de esta vida”. Ella hizo justo eso. Dos años después, cuando sus síntomas empeoraron, Allen decidió que era hora de dejar ir a Sully.

“Sentí que su esencia ya no estaba allí”, relató. “No podía creer que él quisiera vivir así si tuviera la opción. Por doloroso que fuera, sentí que darle paz era lo correcto”.

Traducido por José Silva.

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