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- En entrevista para El Diario, el candidato de UPP89 habló sobre los principios que rigen su pensamiento político y cómo influirían en su potencial gobierno
Las primarias opositoras del 22 de octubre serán la oportunidad para que quienes se identifiquen con la oposición elijan no solo a su candidato para las elecciones presidenciales de 2024, sino también el rumbo que quieren ver en esa dirigencia. Si bien los 13 aspirantes tienen como objetivo común derrotar a Nicolás Maduro en las urnas y promover una redemocratización de Venezuela, cada uno cuenta con sus propias propuestas, ideas y principios que serán determinantes durante la próxima campaña.
De allí la importancia de conocer cuáles son las posturas que definen a cada uno de los candidatos dentro del espectro ideológico, y cómo esto podría influir en su toma de decisiones en el futuro. Como parte del seriado Lo que propone tu candidato, El Diario busca presentar a cada de ellos en sus ideas políticas más básicas, para que el votante sepa quiénes se ajustan mejor a sus propios principios para lograr esa identificación política.
En entrevista para El Diario, el candidato independiente César Almeida compartió sus posiciones acerca de diferentes temas de interés público. Aunque no posee trayectoria política previa, en sus declaraciones el empresario ha mostrado una visión tecnocrática del gobierno, aunque con rasgos conservadores en ámbito social, tomando como un referente al actual presidente de El Salvador, Nayib Bukele. Esto contrasta con la posición de UPP89, partido que lo respalda, el cual pertenece a la izquierda política, incluso afín con algunos ideales del denominado chavismo originario.
Estas son las ideas que perfilan su candidatura a las primarias:
¿Quién es César Almeida?
Nació en Tácata, estado Miranda, en 1972. Es ingeniero informático egresado del Colegio Universitario de Los Teques Cecilio Acosta (Cultca). En 2002 fundó la empresa de telecomunicaciones Infosoft, dedicada al desarrollo de software corporativo, bases de datos y aseguramiento de ingresos. También brinda servicios de asesoría en estos rubros. Desde hace algunos años se dedica además al sector agropecuario como productor de carne porcina.
Aunque no tiene experiencia política previa, consiguió las firmas necesarias para su postulación apoyado por el partido Unión Política Popular 89 (UPP89).
Reducción del Estado
—De ser presidente, ¿promovería usted una reducción del Estado?
—La respuesta es sí. Hay que reestructurarlo definitivamente, porque nosotros ahora mismo tenemos unos 33 ministerios y ve tú a saber qué valor le agregan a lo que es el desarrollo de la nación. Es necesario reestructurarlo, simplemente porque detrás de todos esos ministerios hay mucha burocracia, que cuando se convierte en una traba para el desarrollo del país, bien sea en sus distintos contextos, tanto en lo político, en lo social, en lo económico, todo comienza a dañarse. El resultado es lo que hoy día tenemos, por ese motivo pues nosotros estamos enfocados en que el Estado tiene que darle prioridad y enfocarse a ofrecer a los ciudadanos buenos servicios públicos, transporte, vialidad, salud, educación y así sucesivamente.
—¿Cuántos ministerios cree que debería tener el Poder Ejecutivo? ¿Cuáles de los actuales eliminaría?
—Nos enfocamos en que deberían haber nueve ministerios. Estaríamos reduciendo de una manera bien significativa lo que es esa cantidad, y por supuesto, también el tamaño del Estado. Tendríamos Ministerio de Agricultura y Cría, Obras Públicas, Petróleo y Ministerio del Ambiente, como existía anteriormente.
También Ministerio Interior y Justicia, Relaciones Exteriores, Hacienda y Fomento. Tenemos que tener la parte tributaria, en eso es que nosotros tenemos que enfocarnos, porque la parte tributaria tiene que ser fundamental en todo esto. El presupuesto de la nación se tiene que apalancar en un 85 % de los impuestos sobre la renta.
—¿Hasta qué punto cree que el Estado debería intervenir en la economía? ¿Cree que se podría volver a ese modelo de Estado empresario que existía en el siglo XX?
—Los Estados, los gobiernos, está demostrado que son malos administradores. El gobierno es socio de todas las empresas sin poner medio, porque cuando una empresa surge, en automático el 34 % del impuesto sobre la renta va al Estado. Yo como Estado más bien tengo que promover a los emprendedores, a los empresarios, que cada vez crezcan muchísimo más, darle las condiciones para que generen muchos más ingresos, muchas más ventas, porque en esa medida, yo como Estado voy a tener una mayor recaudación.
Entonces la respuesta es que el Estado se tiene que dedicar solamente a lo que ellos se tienen que dedicar: a ofrecer buenos servicios públicos, la integridad de la nación, porque es desde ese punto de vista que le vas a generar la seguridad tanto a los ciudadanos, como a los inversionistas extranjeros que quieran venir al país a invertir.
—¿Cree que el Estado debería recaudar más o menos impuestos?
—La pregunta no es si tiene que recaudar más o menos, la cuestión es que tiene que tiene que recaudar. Ahorita hay un problema gravísimo, tú compras en cualquier sitio y rara vez te dan una factura. Cuando el comercio no te emite una factura, detrás de esa no emisión de la factura se pierde impuesto sobre la renta, impuestos municipales, lo que es el impuesto del FONA (Fondo Nacional Antidrogas), y todos estos otros parafiscales que existen y que definitivamente no terminan llegando a las arcas donde tienen que llegar.
Entonces tenemos que implementar unas buenas políticas tributarias que vayan en pro de hacer una efectiva recaudación, y que a partir de ese momento, pues toda persona, como en efecto todo comercio está obligado a emitir la factura, tiene que exigirla.
—¿Buscaría usted solicitar préstamos ante instancias como el Fondo Monetario Internacional?
—La respuesta es sí. Necesariamente hay que hacerlo. Obviamente, siempre hay que buscar la manera de que esos préstamos, esos créditos, vayan en pro del desarrollo de la nación. Qué chiste tiene que vaya a un gobierno como este y solicite un crédito, llegue ese dinero al país y se lo roben producto de la voraz corrupción que tenemos en estos momentos. Pero con un gobierno serio y nuevo, necesariamente hay que buscar fuentes de financiamiento.
—¿Cuál es su posición ante la posibilidad de la reelección indefinida en Venezuela?
—Estoy totalmente en desacuerdo. Tenemos que hacer necesariamente una reforma constitucional para disminuirlo. Lo que sí estoy de acuerdo es que sea por dos periodos, o sea, una reelección solo por una vez como en muchos otros países.
Privatización vs. Estatismo
—¿Estaría usted de acuerdo con que empresas del Estado sean privatizadas o haya mayor participación de capital privado?
—La respuesta es que esas empresas, unas sí y otras no. Me explico: por ejemplo, algunas como Cartones de Venezuela, que fueron expropiadas, y que muy bien eran prósperas en manos privadas. Uno de los servicios que tienen que ser privatizados de manera inmediata es el gas doméstico.
Lo que sí te puedo decir de entrada que no va a ser privatizada de mi gestión es PDVSA. Tiene que volver a la de la manera en cómo era, y bueno allí tenemos que hacer una evaluación de todo y eso aplica para todos los demás servicios. Ahorita todas esas empresas están en el piso. Si el gobierno las pone en venta el que venga a comprar va a querer comprar a precio de gallina flaca, pero hay que hacer un plan con la situación actual de cada una de esas empresas, evaluar qué inversión habría que añadirle con la finalidad de que al momento que la vayamos a privatizar, obtener un mayor ingreso.
—¿Cree que sería sano para la industria petrolera abrir el mercado a empresas extranjeras y promover la competencia con PDVSA?
—Sí, porque el libre mercado es saludable para toda economía. Soy fiel creyente en que, por ejemplo, acá en Venezuela tenemos que abrirnos a la explotación del petróleo privado. PDVSA vende petróleo, pero tú puedes montar una refinería para producir gasolina. Obviamente que todo eso va de acuerdo a unos estándares de calidad y de seguridad que debe tener, pero tenemos que abrirnos a la inversión privada respecto a esos rubros.
——¿Cree que el Estado debería eliminar el subsidio a la gasolina y sincerarse con su precio?
—Pudiéramos tener nosotros un beneficio como empresa productora de petróleo y tener un margen de precio menor. Pero no porque sea subsidio, sino como un beneficio para todos los venezolanos por poseer las reservas más grandes de petróleo del mundo.
—¿Cree que podría ser peligroso girar tan bruscamente hacia el libre mercado con un aparato productivo deprimido?
—Un cambio brusco de esa manera no va a funcionar bien del todo, porque es como que le pidas a alguien que está saliendo de una enfermedad correr los 400 metros planos. Con la llegada de un gobierno serio, con que genere credibilidad y confianza a los inversionistas y los empresarios, eso va a comenzar en cierto modo a generar el oxígeno que necesitamos para comenzar a trabajar, de manera digamos pausada, y que paso a paso podamos ir reactivando todo.
Nosotros tenemos una generación de electricidad mucho menor a 25 mil megavatios. Si encienden las empresas de Guayana a trabajar, se queda todo el país sin electricidad. Entonces hay que ir haciendo ajustes en los en las distintas empresas del sector financiero, industrial y económico activen esas zonas industriales que están en el piso.
—¿Tomaría usted medidas de protección y priorización de los productores nacionales?
—Hay que darles un resguardo que tiene que ir directo a los productores del campo, por ejemplo, los productores de maíz. Aquí en Venezuela actualmente nosotros estamos importando Venezuela el 80 % del maíz que consumimos. A esos productores tenemos que protegerlos porque hay un problema gravísimo, aquí se importa maíz a unos precios bajos cuando los costos de producción aquí en Venezuela son enormes.
Evidentemente eso es una de las cosas que paralizan la producción nacional. Igual con el arroz, la caña de azúcar, y en mi gobierno van a tener protección para que podamos fortalecer y lograr el autoabastecimiento.
Asistencia social
—Ante el estado actual de los hospitales y demás centros asistenciales, ¿cree que sería viable una privatización parcial o total del sistema de salud?
—Eso es bastante complejo, porque evidentemente cuando viene una privatización los costos suben increíblemente. Tenemos una población que ni siquiera tiene para comprar una jeringa. Eso es algo que tenemos que ir haciendo de manera progresiva, porque tú no le puedes exigir o tratar de exigirle a una población que te pague un costo cuando realmente no tiene ni siquiera para comer.
—¿Qué modelo aplicaría para mejorar el sistema de pensiones y recuperar el poder adquisitivo de los jubilados y pensionados?
—Hemos diseñado una propuesta de un fondo nacional de pensiones que va a funcionar como un tipo de fondo mutual y lo innovador de este sistema es que no va solamente para la Administración pública, sino también para la administración privada, la economía informal y a los profesionales de libre ejercicio.
—¿Seguiría su gobierno con programas de asistencia social como Misión Milagro, Madres del Barrio o Amor Mayor?
—Los gobiernos históricamente han tenido programas sociales. Nosotros vamos a hacer una reestructuración de esos programas justamente con la finalidad de que el beneficio llegue a todos los venezolanos por igual. Me explico, ponte tú el tema de las bolsas CLAP, eso hay que reestructurarlo. Quizás está bien la acción, pero qué sentido tiene darle algo a alguien que eso esté malo. El mismo cuento del pernil de los finales de año.
Esos programas sociales que nosotros vamos a tener van a ir a las personas verdaderamente más vulnerables por igual, porque no puede ser tampoco que se hagan con la finalidad de manipular a una población hasta el punto de llegar y decirle si no vota no le dan la bolsa.
-—¿Cuál sería su posición respecto al sistema patria y los bonos que otorga el Estado?
—El mayor bono que un ciudadano puede tener es contar con un sueldo o una pensión que le alcance para cubrir todas sus necesidades y no esperar que papá Estado mastique para que el pobre pueda tragar. Definitivamente tenemos que enfocarnos en elevar el poder adquisitivo y sea como era antes, que las personas sin bonos compraban su pernil, hacían sus hallacas, pintaban su casa los fines de años y adicionalmente pues tenías el regalo de niño Jesús.
—¿Cree que la salud mental, la anticoncepción y salud sexual o la dotación de medicamentos deberían ser responsabilidad del sistema de salud pública?
—Eso en parte ya funciona, y eso va dentro de los programas sociales que tienen que existir. Ahí las personas más desposeídas, que no tienen para comprar sus medicamentos, tienen una válvula. De hecho en Venezuela sí funciona perfectamente entre comillas, pues el Estado provee ese tipo de tratamientos para las personas que tienen VIH. Entonces esos son programas que definitivamente tienen que continuar, e inclusive generar otros programas para otro tipo de enfermedades que a su vez puedan ayudar al venezolano de a pie.
—¿Consideraría como un derecho el acceso de las mujeres a productos de higiene menstrual?
—La respuesta viene asociada con la pregunta anterior. Cuando la persona tiene para comprar todos sus productos, no hace falta. Evidentemente sí tiene que haber, porque habrá poblaciones mucho más desposeídas a las que la mano del Estado tiene que llegar por su bienestar.
Entonces eso es algo que tendríamos que revisarlo, pero lo que sí te puedo asegurar es que la solución a muchos de los problemas que hoy día tenemos es que la persona vuelva a ganar un salario acorde con sus necesidades.
Seguridad
—¿Cree que planes de seguridad del régimen como la Operación Liberación del Pueblo han contribuido a reducir los índices de inseguridad del país? ¿Qué medidas tomaría en materia de seguridad?
—Allí hay un flagelo, que es efecto de un problema grave que tenemos, y es la educación. Nosotros por tener una educación tan de bajo nivel en estos tiempos es que han proliferado unos niveles de inseguridad altos. Es como una bola de nieve que va a ir creciendo y creciendo, y si no lo detenemos ahora mismo, mira los males en el futuro que vamos a tener van a ser bien lamentables.
En cuanto a los operativos policiales, siempre y cuando estén de la mano con el resguardo de los derechos humanos de todos los ciudadanos, vamos a estar bien, pero yo he visto en redes sociales que han salido a hacer acciones como las de estos grupos exterminio que llegan a un sitio popular y le caen a plomo a un poco de muchachos, que mueren allí. Hacer ese tipo de acciones es algo en lo que estoy totalmente en contra, porque estás atentando contra todos los derechos humanos. Seguramente habrá gente mala, pero también cae mucha gente buena en esos operativos y eso es lo que tenemos que desactivar por completo.
—¿Qué acciones tomaría usted para reformar el sistema judicial y carcelario de Venezuela?
—Tienen que haber personas cualificadas y es imperativo implementar una nueva manera de hacer política, para lograr solucionar todo esto, en la cabeza de cada una de esas instituciones tienes que colocar a la persona idónea, con el conocimiento adecuado para ejecutar y llevar a cabo todas esas actividades. Tenemos que apoyarlos en ese dicho que dice zapatero a su zapato, si tú vas a colocar una persona allí que no tiene las competencias, definitivamente vas a tener allí es un resultado rojo, un resultado negativo.
—¿Cree que el rol de las prisiones debería ser el de reeducar a los presos para que puedan reinsertarse en la sociedad al cumplir su condena? ¿Cree que el Estado debería invertir más en programas de formación y empleo para exconvictos?
—No es cuestión de que yo lo crea, en las leyes está escrito así. Una persona que pisa la cárcel detrás de un debido proceso, que se le asignó su pena, el Estado tiene que hacer todo un programa de formación para que justamente, en el momento que salga de la cárcel, esa persona se pueda reinsertar en la sociedad.
—¿Apoyaría usted la implementación de la cadena perpetua en el país?
—La respuesta es sí. Lo apoyaría porque han habido tantos delitos y definitivamente los seres humanos sí tenemos que aprender. Dirán que eso es una medida muy drástica, pero también es cierto que es una acción que se ejecuta solamente en situaciones muy extremas, y que son estas situaciones las que las leyes deberían definirlas.
—¿Y apoyaría la pena de muerte?
—Sí.
—Ante la presencia de mega bandas como el Tren de Aragua, carteles de narcotráfico y grupos guerrilleros que controlan territorios enteros del país, ¿cree que será necesario el combate armado contra estos grupos?
—No, porque no puedes devolver una con una pedrada al que te lanza una piedra. Definitivamente esas personas están allí por el problema básico de la educación. Al llegar un gobierno serio como el que nosotros ofrecemos, vamos a entrar en conversaciones con estas bandas delictivas, porque en el pasado también han sucedido bandas delictivas y se han implementado estrategias para conversar y desarmar a todas estas personas con la finalidad de buscar la paz en el país. Entonces la idea aquí no es echarse plomo con ellos, la idea es que evidentemente tienen una fortaleza como banda delictiva, pero son personas con las cuales necesariamente hay que conversar y llegar a esto a feliz término.
Medio ambiente y sostenibilidad
—¿Cree que, más allá de lo económico, Venezuela debería buscar alternativas a la producción de petróleo para contribuir con el medio ambiente?
—Tenemos que incrementar la producción petrolera y nuestro plan establece que vamos a incrementar esa producción a 2 millones de barriles diarios a vuelta de 5 años. No sabemos qué vamos a conseguir con esa industria petrolera que hoy está en el suelo.
Mezclándola con la parte del medio ambiente, nosotros tenemos que tener un ente regulador. Si PDVSA está produciendo petróleo y comenzamos a sacar 4 millones de barriles de manera súbita, el Ministerio del Ambiente tiene, como ente, regulador, auditor y contralor tiene que garantizar que esa extracción de petróleo que se está haciendo no vaya a generar un desequilibrio en el medio ambiente. No es cuestión solamente de que tengan qué producir menos para estar mejor con el medio ambiente, no, es que tiene que haber una sincronización de todos esos esfuerzos y que eso garantice un punto de equilibrio tanto para la producción, como la parte del hábitat.
—¿Qué opina usted sobre el cambio climático?
—Los seres humanos estamos dañando el planeta y el gobierno venezolano contribuye con este daño ecológico. Primero tendríamos que hacer un trabajo exhaustivo para asegurarnos que, desde el punto de vista de los procesos regulares, nosotros estamos tomando en cuenta todo el procedimiento para evitar la contaminación.
Evidentemente debemos tomarnos de la mano con otros países con esos estándares mundiales, porque si nosotros seguimos así, definitivamente pues cada vez vamos a tener muchísimos más problemas. El calentamiento global es una preocupación mundial y tenemos que unirnos para darle un freno a esa parte.
—¿Qué medidas tomaría para frenar el ecocidio que se registra actualmente en el Arco Minero del Orinoco?
—Mano dura. El estado venezolano tiene que llegar allí y tiene que aplicar todo lo que tenga que aplicar para frenar eso. Mucha gente ya tiene 20 años haciendo eso porque la mano del Estado no llega allá. Y seguramente no llega allá por alguna conveniencia de alguien que a lo mejor se está lucrando de toda esa situación.
—¿Contempla usted planes de reforestación en ciudades y recuperación de campos deforestados? ¿Considera que debería decretar la creación de más parques nacionales y reservas naturales?
—Dada la vulnerabilidad que tiene la parte verde, El Estado tiene que revisar definitivamente dónde tenemos que hacer mayor hincapié en el resguardo de esos parques. Hay que evaluarlo porque también es cierto que hay zonas que están vírgenes y se pueden hacer grandes desarrollos sin el temor de contaminar o dañar algo. Hay muchos embalses que no están siendo útiles y tenemos unos recursos que muy bien podemos explotar, pero realmente no hay capacidad de raciocinio y visión de futuro de los gobernantes de hoy para darle un mayor aprovechamiento a todos esos recursos.
—¿Cree necesario actualizar y discutir leyes para proteger las reservas de agua dulce del país?
—Yo no sé si la respuesta es crear leyes, porque nosotros aquí en Venezuela tenemos tantas leyes, pero tenemos que tratar de enfocarnos en resguardar las fuentes de agua. Porque no es cuestión de ley, es cuestión de sentido común, porque imagínate tú que dejáramos que se contaminara todo el río Orinoco, qué daño nosotros le estaríamos haciendo al país.
—¿Qué acciones tomaría para que Venezuela pueda transitar hacia el uso de energías limpias y renovables?
—Primero tenemos que reactivar la producción de energía que tenemos de forma natural, para luego dar pie a eso. Los países desarrollados pasaron de un nivel a otro porque ya había una generación de electricidad que nosotros no tenemos. Por ejemplo, en Estados Unidos desde Indianápolis hasta Chicago habían sistemas de generación de energía eólica, y tú ves hectáreas y hectáreas de turbinas.
Pero eso es porque ellos ya lograron superar cierto nivel, nosotros estamos aún muy por debajo, definitivamente tenemos que primero equilibrarnos para llegar allí. Pero la respuesta es que sí tenemos que enrumbarnos hacia ese nivel eventualmente.
Reivindicaciones sociales
—¿Está usted a favor del aborto?
—Mi respuesta es no, pero esto es subjetivo porque aquí tienes que definitivamente hay que montar en una balanza, porque es una decisión multilateral. Tenemos que involucrar a los grupos profamilia, la iglesia, la comunidad y las sociedades en tomar esa decisión. Hay casos, por ejemplo una violación a una niña de 12 años y queda embarazada, ¿qué hacer allí? Tiene que ser algo que llegue a un acuerdo desde una mesa de trabajo.
—¿Cuál es su opinión sobre el feminismo?
—No tengo mayor inconveniente con ese punto. De hecho, yo pienso que las mujeres deberían tener cada vez más espacios. Para mí, si hay 99 cargos en partidos políticos y lo ocupan 99 mujeres es mejor, porque pienso que la mujer es mucho más inteligente que el hombre y que tiene una mayor capacidad de solucionar.
—¿Está usted a favor de la eutanasia?
—Igual. Eso es una decisión que tiene que ser multilateral, pero cuando tú de pronto tienes una persona con muerte cerebral, es cuestión de preguntarse qué hacer.
—¿Apoyaría que se incorporen temas como diversidad sexual y de género en los programas de educación sexual en las escuelas?
—La respuesta es no. A los niños definitivamente tenemos que cuidarlos, porque los niños a esa edad no están en la capacidad, ni siquiera en una edad mayor, están en la capacidad de poder decidir sobre este tipo de situaciones para con ellos mismos.
Desde mi experiencia, cuando yo estudié, me hice un profesional y en ningún momento, en ningún pénsum, estaba esa enseñanza de qué teníamos que hacer de manera sexual. La etapa más corta que tiene el ser humano es la niñez, y por lo tanto hay que darle lo que los niños necesitan a esa edad, que es jugar, desarrollar habilidades, recibir amor de sus padres, fortalecer la familia. Para entrar en la parte sexual bastante tiempo que van a tener después que tengan el sentido de conciencia de lo que eso realmente significa.
—¿Está usted a favor del matrimonio igualitario y el derecho a la adopción homoparental?
—Como hombre creyente de Dios, es algo con lo que no estoy de acuerdo. Pero vuelvo en que eso es algo que no es una decisión mía, sino una decisión multilateral. Inclusive, con estas personas podría convertirme en el medio para que ellos lleven sus solicitudes ante los entes competentes como la Asamblea Nacional o llevarlos a una consulta nacional.
—¿Está usted a favor del reconocimiento de la identidad de las personas transgénero?
—Igual. No quiero comprometerme en ese sentido, porque eso requiere de mucho estudio, requiere de ponerse de acuerdo muchas partes y que realmente es algo complejo también
—¿Apoyaría si la Asamblea Nacional o un referendo consultivo decide aprobarlo?
—Eso es algo que tenemos que buscar, pues la última palabra la tiene que tener el ciudadano, el país completo.
—¿Cree que Venezuela puede considerarse como un Estado laico actualmente? Esto considerando el apoyo que se da a las festividades religiosas católicas o el papel que juegan iglesias y grupos religiosos en la discusión de leyes.
—Por la Constitución somos un Estado laico y todos tenemos que respetarlo. No puede haber discriminación por tipo de religión, porque realmente eso es parte de lo que es una democracia, yo tengo que respetarte a ti por la forma en que tú pienses. Tu derecho termina donde comienza el mío, tú puedes hacer con tu vida lo que a ti te parezca, siempre y cuando lo que tú hagas no me afecte a mí. Entonces, desde ese punto de vista, simplemente lo que tenemos es que respetar nuestros derechos.
