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- El grupo islamista confirmó la muerte de Saleh Arouri, quien era el número dos de su oficina política y uno de sus principales operadores financieros. Sería el primer ataque israelí contra la capital de Líbano desde la guerra de 2006
Autoridades del Líbano informaron que el vicepresidente del buró político del grupo insurgente Hamás, Saleh al Arouri, murió el 2 de enero durante un bombardeo israelí. De acuerdo con la Agencia Nacional de Noticias del Líbano (ANN) el ataque se registró en la capital Beirut con un dron, y dejó otras cinco personas fallecidas.
“El ataque hostil que tuvo como objetivo la oficina de Hamás, donde se celebraba una reunión de las facciones palestinas, causó la muerte del alto cargo de Hamás en Cisjordania Saleh al Arouri”, aseguró el medio estatal, que también confirmó la existencia de varios heridos.
Posteriormente, Hamás publicó un comunicado en el que confirmó la muerte de Al Arouri. Allí acusó a Israel de asesinar “cobardemente” a sus líderes, tanto dentro como fuera de Palestina.
De acuerdo con la agencia Reuters, al menos dos proyectiles impactaron contra la oficina del movimiento palestino en el distrito de Dahieh, al sur de Beirut, una zona fuertemente controlada por el grupo radical Hezbolá. Este sería el primer ataque israelí contra la capital libanesa desde el año 2006.
El número dos
Saleh Al Arouri, de 57 años de edad, fue uno de los líderes más prominentes de Hamás en el exilio. También fue fundador de las brigadas Al-Qassam, brazo armado del movimiento acusado de perpetrar varios actos terroristas y ataques contra Israel. En su momento fue comandante de las milicias de Hamás en Cisjordania.
Tras varios arrestos por insurgencia, Al Arouri fue expulsado de Gaza en 2007 por representar una amenaza para Israel. Desde entonces trabajó en las oficinas de Hamás de Siria y Turquía hasta 2015, cuando se instaló en Líbano con el apoyo de Hezbolá. Desde ese año entró en la lista de terroristas de Estados Unidos, luego de reconocer su participación como planificador del secuestro y asesinato de adolescentes israelíes en 2014, así como de los tiroteos en la colonia Shvut Rachel, en Cisjordania.
Al Arouri era reconocido por ser un importante operador político, con conexiones que le permitían conseguir financiamiento para Hamás. De acuerdo con Estados Unidos, el dirigente movió decenas de miles de dólares en fondos que empleó para la adquisición de armas y sostener las actividades del grupo. Igualmente, estuvo señalado como una de las mentes detrás de la infiltración de agentes de Hamás en Israel y Cisjordania para secuestrar a civiles y soldados, y luego usarlos como fichas de intercambio de prisioneros.
Segundo ataque
Además de Beirut, las fuerzas israelíes realizaron el 2 de enero un segundo ataque contra objetivos de Hamás en la Franja de Gaza. La operación consistió en dos bombardeos a la sede del movimiento en la ciudad de Jan Yunis, al sur del territorio palestino, y que dejaron cinco personas muertas y varios heridos, de acuerdo con reportes de la Media Luna Roja.
De igual forma, el Ejército israelí reportó la muerte de cuatro personas en Cisjordania. Los palestinos fueron abatidos tras presuntamente disparar y atacar con explosivos a un comando militar israelí.
El Ministerio de Sanidad de Gaza, el cual está bajo control de Hamás, informó que el número de muertos en la franja desde que inició la guerra el 7 de octubre ascendió a 22.185 personas. De ese total, al menos 207 serían bajas producidas por ataques israelíes en los primeros dos días del año 2024.
Tensión binacional
Por el momento se desconoce la identidad del resto de las víctimas del ataque con dron en Beirut. Solo se sabe que al menos dos de ellos serían también militantes de Hamás, de acuerdo con Reuters.
Desde el 8 de octubre, en el marco de la guerra entre Israel y Hamás, Hezbolá se involucró también en un intenso fuego cruzado con las fuerzas israelíes. Hasta ahora la violencia se había limitado a un radio de 50 kilómetros del lado libanés de la frontera, pero sería la primera vez en este conflicto que llega hasta la capital.
El estallido ha elevado el temor a que el Líbano se convierta en un segundo frente de la guerra de Gaza. El Gobierno libanés se viene preparando para este escenario desde hace más de dos meses con un plan de emergencia a varios niveles.
