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- La innovadora cirugía salvó a un bebé estadounidense que nació con una rara y mortal cardiopatía
El primer trasplante parcial cardíaco a un recién nacido demostró el éxito de la cirugía pionera en el área. Owen Monroe nació en Estados Unidos en abril de 2022, con una rara cardiopatía que ponía en riesgo su vida por lo que los médicos tuvieron que intervenir de inmediato.
La afección que padecía Monroe se conoce como tronco arterioso y se caracteriza por la fusión de las dos grandes arterias del corazón, la aorta y la pulmonar. Además, solo tenía una válvula cuando lo normal es tener dos, lo que dificulta el flujo sanguíneo.
Los especialistas del Hospital Universitario de Duke, en EE UU, le comunicaron a los padres de Owen que su hijo necesitaría múltiples cirugías cardíacas a lo largo de su infancia para poder sobrevivir. Sin embargo, los médicos descubrieron que una de las válvulas de su corazón tenía una fuga significativa por lo que su esperanza de vida era muy corta.
Esto significaba que el recién nacido necesitaría urgentemente un trasplante de corazón o nuevas válvulas cardíacas para poder sobrevivir.
El padre de Owen, Nick Monroe, narró a medios locales que aunque el bebé estaba en la lista para un trasplante de corazón convencional, el doctor Joseph Turek, jefe de Cirugía Cardíaca Pediátrica del hospital, le dijo que no tenían tiempo para esperarlo.
Técnica innovadora
Ante la premura del caso, los doctores estadounidenses decidieron probar una técnica innovadora: un trasplante parcial de corazón. Esta operación consiste en implantar tejido vivo que permite que las válvulas y los vasos sanguíneos crezcan junto con el bebé, evitando así las cirugías repetitivas.
La familia aceptó someterse a este tratamiento y con apenas 18 días de vida, el bebé recibió el trasplante de una parte del corazón de un donante para reconstruir los vasos y las válvulas afectadas.
Ahora, poco más de un año después publicaron los resultados en la revista especializada Jama con las conclusiones de la intervención que resultó exitosa, ya que el niño se encuentra en perfectas condiciones.
El seguimiento posterior comprobó que las arterias y válvulas trasplantadas funcionan perfectamente y, además, crecen como si fuesen propias de Owen.
Esa es una de las ventajas de este procedimiento, que las partes trasplantadas crecen junto con el corazón del paciente, lo que reduce la necesidad de medicamentos y futuras cirugías.
“Esta es la primera vez que se demuestra que un implante de válvula puede crecer en un ser humano. Esto soluciona muchos problemas que enfrentamos en los niños que necesitan tejidos que crezcan con ellos y puede evitar innumerables cirugías peligrosas en estos bebés y niños”, explicó el cirujano cardíaco de Duke y autor del estudio.
El doctor Turek afirma en el informe que luego de la operación del bebé, se han realizado 13 trasplantes parciales de corazón en el mundo, nueve de ellos en el Hospital Infantil de Duke.
Además, destaca que esta técnica ha abierto nuevas oportunidades para maximizar las donaciones y ayudar a los niños que más lo necesitan, debido a que con esta técnica un corazón puede salvar la vida de dos pacientes.
“Si el paciente que recibe un trasplante parcial, dona su viejo corazón cuando se lo extraigan, las válvulas suelen funcionar bien y se pueden usar en otro niño. Si se dividen estas dos raíces, se puede realizar esta técnica en dos bebés diferentes que solo necesitan una válvula cada uno. Dos procedimientos de este tipo de casos se han realizado con éxito en Duke”, explicó Turek en el estudio.
