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- La investigación determinó que el ejercicio podría proteger la inevitable disminución en el tamaño y la función del cerebro que ocurre a medida que la persona envejece
Un estudio publicado en la Revista de la enfermedad de Alzheimer reveló que hacer ejercicio durante 25 minutos a la semana podría ayudar a fortalecer el cerebro y retrasar el deterioro cognitivo.
Cyrus A. Raji, profesor asociado de radiología y neurología de la Universidad de Washington en St. Louis, dirigió la investigación en la que participaron más de 10 mil hombres y mujeres sanos de entre 18 y 97 años de edad.
Los investigadores recurrieron a escáneres cerebrales existentes para 10.125 adultos que se realizaron pruebas de diagnóstico previamente.
Los participantes proporcionaron datos sobre sus historias clínicas, entre estos, frecuencia e intensidad con la que habían hecho ejercicio durante las últimas dos semanas. Luego fueron divididos en grupos: los que habían hecho ejercicio durante al menos 25 minutos a la semana y los que no.
Con la ayuda de inteligencia artificial se compararon exploraciones y hábitos de ejercicio, con el objetivo de buscar diferencias en el volumen cerebral o cuánto espacio ocupan el cerebro y sus partes constituyentes.
El estudio arrojó que los hombres y mujeres, de cualquier edad, que hicieron ejercicio durante al menos 25 minutos a la semana mostraron en su mayoría un mayor volumen cerebral que los que no lo hicieron.
El profesor Raji aclaró que las diferencias no fueron enormes, pero sí significativas, especialmente cuando observaron de forma más profunda el interior del órgano y descubrieron que los deportistas poseían un mayor volumen en todo tipo de tejido cerebral, incluida la materia gris.
Agregó que el ejercicio parece ayudar a construir una “reserva cerebral estructural”, por lo que funciona como un amortiguador de células y materia adicionales que podría proteger de alguna manera de la inevitable disminución en el tamaño y la función del cerebro que ocurre a medida que la persona envejece.
Vida saludable
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), para tener una vejez activa es importante mantener una constante actividad física desde temprana edad.
Un estudio Healthy Lifestyles for Elderly People, que fue patrocinado por la Unión Europea y publicado en el año 2016, indicó que los hábitos para una vida saludable deben hacerse de manera progresiva para que puedan ser sostenible en el tiempo.
Asimismo, confirmó que una nutrición equilibrada influye de manera positiva en la calidad de vida y en el estado de salud de los adultos mayores.
“Una nutrición equilibrada afecta con frecuencia positivamente el estado de salud y la calidad de vida. Esto es significativo en particular para las personas mayores debido a los inevitables cambios relacionados con la edad y las necesidades nutricionales específicas”, acotó.
El estudio resaltó que mantener una mente sana es esencial para realizar las tareas diarias de forma normal, como ser productivo en el trabajo (para aquellos que permanecen activos), hacer las compras, consultar el correo o cuidar de las finanzas familiares.
