- El colapso de la entidad bancaria en agosto de 2014 ha ocasionado perjuicios superiores a 11,8 millardos de euros
El juicio por el colapso del Banco Espírito Santo (BES) de Portugal comenzó el 15 de octubre, con el que fuera su presidente Ricardo Salgado como principal acusado, unos 700 testigos, más de 300 delitos a juzgar y alrededor de 2.000 afectados.
Los clientes de la filial del Banco Espírito Santo en Venezuela, y otros países, se concentraron ante la sede del Tribunal Central Penal de Lisboa para exigir la devolución de su patrimonio y ahorros.
Una de las afectadas, Fátima Rufino, expresó a la agencia de noticias EFE que sus padres depositaron su dinero en el banco por ser una entidad “con mucho renombre” y lo perdieron tras la intervención del BES en agosto de 2014.
Rufino señaló que el BES engañó a muchas familias venezolanas de ascendencia portuguesa, en su mayoría adultos mayores que no tenían capacidad para entender los riesgos de los productos que les estaban ofreciendo.
“Mis padres tenían una cuenta corriente y mi madre en una ocasión quiso retirar el dinero para comprar un apartamento y le dijeron que no lo hiciera. Ese día llamaron a mi padre para ofrecerle un nuevo producto y cayó, le robaron sus ahorros”, dijo Rufino a la agencia de noticias EFE.
La venezolana Irene Gomes fue otra de las afectadas que se presentó en las puertas del juzgado portugués para reclamar el reintegro de los ahorros familiares. Su padre, natural de Madeira, tenía una cuenta a plazo fijo en el BES junto a sus hermanos, en la que depositaron una herencia familiar de alrededor de 200 mil euros.
Detalles del juicio al Banco Espírito Santo
El proceso contra el Banco Espírito Santo va a juzgar más de 300 delitos relacionados con la supuesta falsificación de la contabilidad del holding Espírito Santo Services entre 2009 y 2014, que originó el colapso de la entidad.
El presidente de la Asociación de Defensa de los Clientes Bancarios (ABESD), Francisco Carvalho, reclama 330 millones de euros para los afectados.
El portavoz de la ABESD, uno de los 700 testigos en el proceso, subrayó que el banco nunca ofreció ninguna solución y que los distintos gobiernos donde el BES tenía sedes han intentado negociar en varias ocasiones de forma infructuosa.
La Fiscalía de Portugal calcula que la caída del Grupo Espírito Santo ocasionó perjuicios superiores a 11,8 millardos de euros.
El principal sospechoso formal en este proceso es Salgado, acusado inicialmente de 65 cargos como asociación criminal, corrupción activa, falsificación de documentos, malversación y lavado de dinero, aunque será procesado por 62 debido a la prescripción de tres de las acusaciones.
Aparte de Salgado, hay más de 15 personas imputadas, como el que fuera contable del Grupo Espírito Santo, Francisco Machado da Cruz; los exadministradores del BES, Almícar Morais Pires y Manuel Fernando Espírito Santo; la exdirectora del Departamento Financiero de la entidad, Isabel Almeida; y António Soares, exdirector de Novo Banco, que sustituyó al BES.
El proceso cuenta con denuncias de más de 300 personas, tanto individuales como colectivas, afectadas por la caída del banco.
Para los afectados con pagarés se creó en 2017 un fondo de recuperación de crédito por el que los clientes pudieron recuperar el 75 % de las inversiones de hasta 500 euros y el 50 % de las inversiones por encima de esa cantidad.
Esta solución dejó fuera a los clientes de las sucursales del BES en el extranjero, como fue el caso de muchos emigrantes en Venezuela y en países de África.
Con información de EFE