- Los investigadores monitoreaban el nivel de carbono en los bosques cuando realizaron el hallazgo
Un equipo de arqueólogos descubrió más de 6.000 estructuras mayas antiguas ocultas por la vegetación al sureste de México, incluida una ciudad con pirámides a la que llamaron Valeriana.
De acuerdo con un estudio publicado en la revista Antiquity el 29 de octubre, las estructuras hasta ahora desconocidas para las autoridades mexicanas y la comunidad científica se encuentran cerca de asentamientos modernos.
El hallazgo se produjo a partir del análisis de unos datos obtenidos en 2013 con la técnica de detección por láser llamada Lidar aplicada en el área objeto del estudio, situada en la ciudad de Campeche.
Los autores de la investigación detallaron que descubrieron la superficie, de unos 130 kilómetros cuadrados, “por accidente” y encontraron oculto por la vegetación un paisaje maya antiguo urbano y que estuvo poblado.
“Nuestro análisis no solo reveló una imagen de una región que estaba densa de asentamientos, sino que también reveló mucha variabilidad”, indicó el autor principal del estudio, Luke Auld-Thomas.
Detalles de la ciudad maya descubierta
Los investigadores revelan que Valeriana puede ser el principal sitio arqueológico maya debido al número de estructuras después de Calakmul, que es considerado el más grande de América Latina.
El área de Campeche donde se realizó el estudio se caracteriza por bosques tropicales, llanuras de piedra caliza y humedales estacionales y fue un centro neurálgico de la antigua civilización maya, en particular durante el Periodo Clásico (250 a 900 d.C.).
“No solo encontramos áreas rurales y asentamientos más pequeños, también encontramos una gran ciudad con pirámides justo al lado de la única carretera de la zona, cerca de un pueblo donde la gente ha estado cultivando activamente entre las ruinas durante años”, señaló Auld-Thomas.
El investigador indicó que todavía les queda mucho por descubrir en las llamadas Tierras Bajas Mayas centrales, una región en la parte sur de la península de Yucatán, que abarca partes de Guatemala, Belice y los estados mexicanos de Campeche y Quintana Roo.
¿Cómo fue el hallazgo?
El equipo analizó los datos de Lidar recopilados en 2013 por un grupo de científicos medioambientales mexicanos con un propósito diferente: medir y monitorear el carbono en los bosques de México.
“Los científicos en ecología, silvicultura e ingeniería civil han estado utilizando estudios Lidar para estudiar algunas de estas áreas con objetivos totalmente diferentes”, acotó Auld-Thomas.
Lidar es una técnica de teledetección que dispara miles de pulsos láser desde un avión y cartografía los objetos que se encuentran debajo utilizando el tiempo que tarda la señal en regresar.
Pero cuando Auld-Thomas procesó los datos con métodos utilizados por los arqueólogos, vio lo que otros investigadores habían pasado por alto. Se trataba de la enorme ciudad antigua que estiman albergó entre 30 mil y 50 mil personas en su apogeo, entre los años 750 y 850 d. C.
El estudio resaltó que, en los últimos años, el Lidar se ha convertido en una herramienta poderosa en el arsenal de los arqueólogos, porque es capaz de documentar paisajes enteros con un detalle minucioso incluso bajo una densa cubierta forestal.
Con información de EFE
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