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  • Los investigadores sugirieron utilizar las plataformas como una herramienta para ayudar a disminuir el trastorno en la población adulta

Un estudio realizado por un grupo de investigadores chinos reveló que el uso de redes sociales podría ser de ayuda en la prevención y reducción de los síntomas de depresión en personas de edad mediana y avanzada.

La investigación, publicada el 11 de noviembre en la revista Nature Translational Psychiatry, usó datos de un estudio que recopila información sobre personas de China con edades superiores a los 45 años.

El equipo de expertos analizó el impacto de las redes sociales en la salud mental de dos grupos de participantes. El primero reunió a 9.121 personas que, en 2018, aseguraron no tener síntomas de depresión; mientras que el segundo, agrupó a 5.302 que declararon experimentar señales del trastorno durante ese mismo año.

Los datos se recabaron desde esa fecha y hasta 2020, lo que permitió a los investigadores observar la relación entre las actividades en redes sociales y los cambios en los estados emocionales de los participantes durante el periodo de estudio.

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Las redes sociales podrían ayudar a prevenir la depresión en adultos mayores
Foto: Freepik

Resultados del estudio

El análisis mostró que aquellos participantes sin síntomas depresivos en 2018 que utilizaron redes sociales tuvieron un 24 % menos probabilidades de desarrollarlos en los dos años siguientes, en comparación con quienes no emplearon estas plataformas.

En cuanto a las personas con señales del trastorno, los resultados del estudio comprobaron que el uso frecuente de redes sociales favoreció una mejoría en su salud mental.

De acuerdo con los datos, entre las personas que usaban tres o más de las siete actividades de redes sociales que fueron evaluadas (chatear, leer noticias, ver videos, jugar en línea, efectuar pagos, usar aplicaciones y compartir publicaciones en sus perfiles), se registró una mayor probabilidad de experimentar una reducción en los síntomas depresivos en comparación con quienes no participaron en ellas.

La investigación destacó que los participantes activos en redes sociales entre 2018 y 2020 eran 1,36 veces más propensos a presentar una mejoría significativa en su estado emocional.

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Las redes sociales podrían ayudar a prevenir la depresión en adultos mayores
Foto: Freepik

Estrategias para atacar la depresión 

La directora de la investigación, Qi Yanling, resaltó que este hallazgo permitiría atacar los síntomas de la depresión en la población adulta con la ayuda de estrategias basadas en las redes sociales. 

Yanling señaló que la sociedad china está en proceso de envejecimiento acelerado. Estima que en 2035 habrá más de 400 millones de personas mayores de 60 años de edad en ese país, lo que representa más del 30 % de la población.

Para abordar este desafío, la autora principal del estudio sugirió implementar estrategias como la distribución de teléfonos móviles subsidiados y paquetes de datos a personas mayores, junto con la difusión de contenidos educativos sobre salud mental a través de las redes sociales.

“Estas medidas podrían resultar beneficiosas para los grupos vulnerables, como las personas de bajos ingresos, residentes de zonas rurales y mujeres de avanzada edad, quienes podrían experimentar una mayor incidencia de problemas de salud mental”, acotó Qi.

Las redes sociales podrían ayudar a prevenir la depresión en adultos mayores
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Síntomas de depresión

Uno de los trastornos mentales que más afecta a la sociedad contemporánea en el mundo es la depresión, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), que la ha calificado como una de las principales causas globales de discapacidad.

Las estimaciones del referido ente multilateral revelan que más de 300 millones de personas en todo el mundo viven con este trastorno.

Estos son varios de los síntomas que pueden observarse en alguien que tiene un posible cuadro depresivo:

-Sentimientos continuos de tristeza, culpa o desesperanza

-Pérdida de interés en cosas que antes disfrutaba

-Cambios importantes en los patrones de sueño, como problemas para conciliar o mantener el sueño, o dormir demasiado

-Fatiga o dolor inexplicable u otros síntomas físicos sin causa aparente

-Problemas para concentrarse o para recordar

-Cambios en el apetito que causen pérdida o aumento de peso importante

-Dolores y molestias físicas

-Sentimiento de que no vale la pena vivir o pensamientos suicidas.

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