- Los expertos sugieren que conocer los puntos de vista de la otra persona sobre temas relevantes es recomendable para construir una relación duradera
La decisión de formalizar una relación de pareja suele ser un paso hacia un compartir de la vida de ambas personas. Algunos esperan cierto tiempo, mientras que otros prefieren dar el salto al compromiso a corto plazo.
Antes de diseñar el plan a futuro, hay una serie de temas, posturas y decisiones que se deben tomar en cuenta. Desde la visión política hasta las creencias religiosas podrían influir en la estabilidad amorosa si no se aborda con asertividad.
“Uno de los primeros aspectos a considerar son los valores y creencias que cada uno sostiene. Las diferencias en religión, filosofía de vida o principios pueden ser fuentes de conflicto si no se abordan adecuadamente. Por ejemplo, si uno de los miembros de la pareja es profundamente religioso y el otro no comparte esa fe, esto podría generar tensiones”, explicó para El Diario el psicólogo Eduardo González.
El experto también señaló que hay otros aspectos que la pareja debe conversar antes de decidirse a compartir una vida juntos: decisiones sobre la crianza de los hijos, si quieren un matrimonio o solo una unión libre, la opinión sobre la fidelidad, cómo se repartirán los gastos, entre otros.
“Es esencial tener conversaciones abiertas, hablar sin miedo de todos los temas, preguntar sobre cómo cada uno ve el mundo y qué valores guiarán su vida juntos. Esto no solo ayuda a establecer un entendimiento mutuo, sino que también permite a cada persona evaluar si son compatibles a largo plazo. Así se evitan rupturas futuras y la frase típica de ‘nunca lo conocí’”, agregó la terapeuta de parejas Ana Briceño para El Diario.
El matrimonio es otra decisión que debe discutirse antes de formalizar una relación. Algunas personas ven el enlace legal o religioso como el objetivo final, mientras que otras pueden preferir mantenerse sin ataduras legales.
Los expertos coincidieron en la importancia de que ambas partes expresen sus expectativas sobre el compromiso y discutan lo que significa para cada uno.
Hijos, finanzas y amistades
Además del matrimonio, las parejas deben considerar otros compromisos a largo plazo, como la posibilidad de tener hijos y compartir las finanzas del hogar en caso de que vivan juntos.
De acuerdo con los especialistas consultados, la claridad sobre estos temas puede prevenir malentendidos y resentimientos en el futuro que provoquen la ruptura de la relación.
“La decisión de tener hijos y cuándo es uno de los puntos críticos que recibo en las consultas. Las parejas se unen, se van a vivir juntos antes de cumplir siquiera el año, el sueño dura seis meses y comienzan los problemas porque uno quiere ser padre o madre y el otro no”, acotó Briceño, quien también es psicóloga.
Briceño mencionó que cuando la relación está empezando a formalizarse se debe poner sobre la mesa los deseos con respecto a la paternidad, incluyendo cuántos hijos les gustaría tener y cómo planean criarlos.
Las finanzas son otro aspecto vital que debe abordarse antes de que la relación se convierta en una unión de hecho. Por ejemplo, si ambos trabajan deben establecer cómo va a ser la distribución del dinero para los gastos del hogar.
“La comunicación efectiva es clave para cualquier relación exitosa. Antes de formalizar, incluso antes de vivir juntos, hay que aclarar las expectativas para ayudar a prevenir las frustraciones. En la mayoría de los casos, los problemas surgen porque las personas asumen que el otro sabe lo que quieren”, dijo el psicólogo González.
Otro punto a abordar antes de formalizar una relación, es cómo será la dinámica con amigos y familiares.
“Antes eran los hombres que querían su tiempo y espacio para compartir con los amigos, pero actualmente ya no hay mucha diferencia. Las mujeres han tomado su bandera de ‘somos iguales’ y también quieren salir a divertirse. Esto si no es abordado desde el principio, también puede generar peleas”, indicó la terapeuta.
Los psicólogos resaltaron que de acuerdo con su experiencia, el amor y la atracción no siempre son suficientes para que una pareja perdure en el tiempo. Existe un sinfín de aspectos que deben encajar para que la vida pueda ser compartida entre dos personas.
“Tengo casos de personas que se aman muchísimo, pero son totalmente incompatibles. Eso provoca infelicidad, frustración, depresión. En décadas anteriores, muchos se quedaban ahí en esa relación, pero ahora la mayoría se va aunque siga enamorada”, agregó la psicóloga Briceño.
Religión, familia y cultura
La religión es un elemento central en la vida de algunas personas, por lo que las diferencias en ese sentido entre la pareja debe abordarse adecuadamente y a tiempo.
“Las prácticas religiosas pueden afectar aspectos prácticos de la relación, como las celebraciones familiares, los rituales o las tradiciones. La falta de alineación en estas áreas va a provocar discusiones porque, por ejemplo, mientras uno quiera ir a misa un domingo, el otro querrá que lo acompañe al fútbol”, señaló González.
En este punto coincidió la terapeuta al resaltar que los valores religiosos son importantes, pero afirmó que no es determinante buscar una pareja con las mismas creencias.
“No es que si eres católica ferviente tienes que buscarte uno igual, lo que sí se debe es establecer las reglas al respecto. Se trata de respetar las creencias de cada quien, de no menospreciar la fe del otro. Solo así se construye una relación sana, con la comunicación, las reglas y el respeto”, destacó la especialista.
Otro factor en el que deben ponerse de acuerdo las parejas es la familia. En esta área, las expectativas en el entorno cercano pueden influir en cómo se percibe la relación y qué se espera de ella.
“Los padres, hermanos, tíos, cualquiera que tenga un lazo familiar puede opinar e influir en la pareja. Eso es perjudicial. Ese tipo de inconvenientes deben conversarlo en pareja sin tapujos, así como también establecer horarios y fechas para compartir con una u otra familia. Sobre todo en fechas especiales como Navidad o Año Nuevo”, sentenció la terapeuta.
La cultura vista desde un punto de vista social abarca desde gustos musicales, alimenticios, físicos hasta la visión política. Este grupo de normas moldean algunos comportamientos en las personas que no suelen aflorar en los primeros meses de una relación.
“Las parejas deben explorarse, preguntar qué les gusta y lo más importante: contestar con honestidad. A veces queremos camuflarnos, simular que nos gusta lo mismo que al otro pero eso a la larga solo trae discordia. Mi recomendación es identificar las áreas problemáticas y llegar a un punto medio”, agregó el experto consultado.