- Las dificultades para conseguir vuelos directos y el temor de los extranjeros a posibles detenciones podrían tener un efecto negativo en la temporada navideña
La crisis registrada en Venezuela tras las elecciones de julio también pasa factura al turismo del país, que redujo casi un 40 % su conectividad aérea, y al que varios gobiernos recomiendan no viajar, lo que ha provocado que se resintiera la actividad, de acuerdo con representantes del sector privado.
El país vive un aumento de las tensiones a raíz de los resultados de las elecciones presidenciales anunciados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), que dio a Nicolás Maduro como ganador, y de la denuncia de fraude por parte de la oposición venezolana.
Estos aspectos generan un ambiente incierto de cara al próximo 10 de enero, día en el que está prevista la juramentación del presidente para el próximo periodo de gobierno en Venezuela.
Entretanto, países como Estados Unidos, Uruguay, Francia o España recomiendan a sus ciudadanos evitar los viajes a Venezuela, a donde no se puede volar de manera directa desde Panamá, República Dominicana, Perú y Chile, países con los que el Ejecutivo venezolano suspendió las operaciones aéreas comerciales, luego de que sus gobiernos cuestionaron los resultados del CNE.
Es más difícil viajar a Venezuela
La presidenta del Consejo Superior de Turismo (Conseturismo), Marisela de Loaiza, dijo a la agencia de noticias EFE que ahora “es mucho más difícil” viajar a Venezuela, en vista de las escasas conexiones directas con el país, por lo que esa decisión gubernamental representa un “golpe fuerte” para el sector, que había tenido una “buena recuperación” en 2023.
Actualmente, hay 110 vuelos internacionales cada semana, un 39,2 % menos que los 181 de antes de la suspensión. A esto se suman las detenciones de varios ciudadanos extranjeros en el contexto postelectoral. Todos estos factores han incidido en la reducción de la ocupación hotelera y el “flujo de pasajeros”, dijo la también presidenta de la Asociación de Líneas Aéreas (ALAV).
El presidente de la Federación Nacional de Hoteles (Fenahoven), Alberto Vieira, dijo a EFE que el sector se ve “muy afectado por temas políticos”, los cuales dificultan el entorno y el dinamismo económico que requiere el turismo.
Aseguró que esperaban para este año una buena ocupación luego de registrar un incremento en el primer trimestre por Carnaval y Semana Santa, y en la región capital por eventos como los conciertos del mexicano Luis Miguel y la colombiana Karol G, pero después de las elecciones, se vio truncada la recuperación.
“Todo se ralentizó”, sostuvo Vieira, quien señaló otros problemas como la “voracidad fiscal” y la “inestabilidad” de los servicios públicos, entre ellos el eléctrico, agravado en los últimos días, con mayor intensidad en la isla de Margarita, regularmente visitada por turistas extranjeros en vuelos chárter gestionados por el gobierno.
Hasta la fecha, la ocupación hotelera sufrió una caída promedio del 30 %.
Pese a todo, se espera una mejora en el Área Metropolitana de Caracas y La Guaira, cercanos a la capital, por eventos relacionados con Navidad y Fin de Año, mientras el resto del país seguirá “muy afectado”, agregó.
Crisis energética en la isla de Margarita
La turística isla de Margarita, estado Nueva Esparta, enfrenta una crisis de energía desde el 11 de noviembre, luego de que un incendio en un gasoducto de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) en el estado Monagas.
La instalación de PDVSA en Monagas suministra gas a la isla y al menos 70 % de la energía eléctrica de Margarita depende de este suministro. Esto ha generado apagones de entre 10 y 20 horas en distintas localidades de esta región insular.
Planes frustrados
La presidenta de Conseturismo aseguró que desde el año pasado se había registrado la llegada masiva de migrantes venezolanos que visitan Venezuela por motivos personales. Añadió que este tipo de viajes también comenzó a presentar dificultades luego de las elecciones.
Ese es el caso de una joven radicada en Países Bajos -que pidió no ser identificada-, cuyos planes de viajar a Venezuela a finales de este año, junto con su compañera de piso polaca, se frustraron.
“Ahora hay un ambiente de incertidumbre por el que no hallo qué hacer. Obviamente, ya no iré para Navidades porque está la fecha del 10 de enero, sobre la que todos tenemos mucha expectativa. He hablado con amigos que están en Venezuela, pero nadie sabe muy bien qué decirme”, dijo a EFE.
La joven mantiene en pausa el plan de lo que sería su segunda visita en siete años desde que emigró, luego de un breve viaje en 2023, cuando se encontró con un país “muy distinto” al que dejó en 2017, entonces con una incipiente crisis hiperinflacionaria, escasez y alta inseguridad.
Con información de EFE