- El presidente estadounidense indicó que tras la reunión de su asesor Richard Grenell con Nicolás Maduro, se acordó reanudar la ruta aérea para migrantes deportados
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró el 1° de febrero que el gobierno de Nicolás Maduro aceptó vuelos de deportación desde su país hacia Venezuela. En una publicación en la red social Truth, indicó que se reanudará el transporte de migrantes venezolanos expulsados, así como presuntos miembros del grupo criminal Tren de Aragua detenidos en territorio estadounidense.
«Venezuela ha acordado recibir, de regreso a su país, a todos los inmigrantes ilegales venezolanos que estaban acampados en EE UU, incluidos los miembros de la pandilla Tren de Aragua. Venezuela también ha acordado proporcionar el transporte de regreso», publicó. Hasta el momento el gobierno venezolano no se ha pronunciado todavía sobre las declaraciones de Trump.
El anuncio se produce luego de que el asesor de la Casa Blanca Richard Grenell se reuniera en Caracas con Maduro y otros altos funcionarios del oficialismo el 31 de enero. En ese encuentro Grenell acordó retomar los vuelos de deportación, así como la liberación de seis presos políticos estadounidenses.
Reunión en Miraflores

Con la llegada a la Casa Blanca de Trump el 20 de enero, Richard Grenell fue nombrado en el recién creado cargo de enviado presidencial para misiones especiales. Previamente se había desempeñado durante el primer gobierno del republicano (2016-2021) como enviado especial para las negociaciones de paz entre Serbia y Kosovo en 2019 y fue director interino de Inteligencia Nacional.
Poco después de la investidura de Trump, Grenell aseguró había conversado con importantes funcionarios venezolanos y sostendría reuniones con ellos. “Hablar es una táctica”, escribió en su momento en X (antes Twitter). Finalmente, el 31 de enero el asesor estadounidense fue recibido en Venezuela por el canciller Yván Gil y el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez.
Finalmente, esa tarde Grenell se encontró con Maduro en el Palacio de Miraflores. Los medios de comunicación oficialistas reseñaron la reunión como “un hito histórico de la diplomacia” y aseguraron que el gobierno chavista propuso retomar el diálogo entre Caracas y Washington tras años sin relaciones diplomáticas.
Sin embargo, el encargado de Latinoamérica en el Departamento de Estado, Mauricio Claver-Carone, aclaró en una rueda de prensa que la misión de Grenell en Caracas era “muy específica”. Dijo que su único propósito era negociar el envío de migrantes venezolanos de regreso a su país “sin condiciones”. También abogar por los ciudadanos estadounidenses detenidos por el gobierno de Maduro.
Sin reconocimiento

Ante las críticas que despertó la reunión entre Grenell y Maduro, la Casa Blanca respondió que la visita no significa un reconocimiento a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela. Hasta el momento, Washington mantiene la postura de la Administración de Joe Biden (2021-2025) de considerar al opositor Edmundo González como presidente electo tras las cuestionadas elecciones del 28 de julio de 2024.
A pesar de esta postura, algunos sectores del propio Partido Republicano creen que el abordaje de la Administración Trump con Venezuela solo se limitará a negociar asuntos de interés estratégico. Uno de ellos fue el senador Bernie Moreno, quien declaró que Trump trabajaría con Maduro, sin importar su falta de legitimidad, con el fin de detener el narcotráfico y la migración de venezolanos en Estados Unidos.
Por su parte, en una entrevista para The Washington Post, Edmundo González le recomendó a Trump no negociar con el chavismo temas migratorios. Advirtió que involucrar a Maduro en los procesos de deportaciones solo llevaría al gobierno a “utilizar a los venezolanos que regresan para su beneficio político”.
Contra las deportaciones

En sus primeras horas en la presidencia, Trump emprendió una serie de medidas para combatir la migración irregular de latinoamericanos a Estados Unidos. Esto le llevó a dar luz verde a toda una operación de búsqueda, captura y expulsión de migrantes a México, así como el cierre de la frontera con ese país. Esto ha generado tensiones con países como Honduras o Colombia, que inicialmente se negaron a aceptar los vuelos de deportaciones.
El presidente ha expresado su abierta hostilidad hacia los migrantes venezolanos, a quienes vincula con la organización criminal Tren de Aragua, cuyos miembros aprovecharon la diáspora para crear bases en diferentes países, entre ellos Estados Unidos. Esto le llevó a derogar iniciativas de la Administración Biden que protegían a los migrantes venezolanos, como el parole humanitario, o la extensión hasta 2026 del Estatus de Protección Temporal (TPS).
“El problema migratorio es consecuencia del desastre político, económico y social que ha generado Maduro en Venezuela. No hay forma de contenerlo por vías administrativas o negociaciones”, escribió en X el dirigente político Juan Pablo Guanipa.