Maduro anunció aumento del ingreso mínimo integral indexado a 160 dólares

El presidente anunció un ajuste en los ingresos de trabajadores públicos y pensionados, con un incremento del bono de guerra a $120 y las pensiones a $50
José Gregorio Silva
José Gregorio Silva - Coordinador de edición
4 Min de lectura

Conforme a los criterios de

El presidente Nicolás Maduro anunció este 30 de abril un incremento en el denominado ingreso mínimo indexado que reciben los trabajadores públicos y pensionados. La medida, enmarcada en la víspera por el Día del Trabajador, no representa un ajuste al salario mínimo legal, que permanece en 130 bolívares mensuales desde marzo de 2022

El ajuste contempla un aumento del “bono de guerra económica” de 90 a 120 dólares mensuales, mientras que el cestaticket electrónico se mantiene en 40 dólares. De esta forma, el ingreso mínimo integral —según la fórmula presentada por el Ejecutivo— asciende a 160 dólares mensuales.

Esta forma de remuneración, implementada al margen de la legislación laboral tradicional, consiste en bonos y asignaciones complementarias entregadas mediante plataformas electrónicas.

Maduro también informó que los pensionados recibirán un ingreso mensual de 50 dólares.

Tres años sin aumento del salario mínimo en Venezuela

El salario mínimo en Venezuela fue fijado en 130 bolívares en marzo de 2022, cuando equivalía a unos 30 dólares. Desde entonces, el gobierno de Nicolás Maduro ha evitado autorizar nuevos incrementos en el sueldo base, optando en su lugar por aumentar progresivamente beneficios paralelos.

En estos tres años, el contexto económico ha cambiado considerablemente. Aunque los precios de productos básicos en dólares se han mantenido relativamente estables, la depreciación del bolívar ha sido acelerada, encareciendo en términos locales bienes y servicios de primera necesidad.

Un análisis realizado por el equipo de El Diario reveló que, en marzo de 2022, con el salario mínimo era posible comprar algunos alimentos básicos como harina de maíz, arroz o pasta, que costaban entre 5,5 y 6,5 bolívares por kilo. Un kilo de pollo entero se cotizaba en aproximadamente 15 bolívares, mientras que un cartón de huevos costaba 22 bolívares.

En marzo de 2025, los precios en bolívares de estos mismos productos se multiplicaron por 10 o más. La harina de maíz cuesta entre 53 y 62 bolívares, el arroz entre 75 y 112 bolívares y la pasta entre 81 y 134 bolívares. Un kilo de pollo se ubica entre 158 y 214 bolívares, el kilo de azúcar en 92 bolívares y un cartón de huevos en 304 bolívares.

Una brecha que se amplía

Mientras en 2022 el salario mínimo equivalía a aproximadamente $30 mensuales, hoy representa apenas unos $1,48 al cambio oficial el 30 de abril. Esto implica una depreciación del 95 % en apenas tres años.

La inflación, aunque menor que en los picos de hiperinflación vividos entre 2017 y 2020, sigue siendo elevada. Economistas como José Guerra estiman que la inflación anual podría superar el 150 % en 2025, impulsada por la desconfianza en el bolívar y la caída de las reservas internacionales del BCV, lo que a su vez presiona el tipo de cambio al alza.

“La perspectiva es de mayor devaluación del bolívar y, en consecuencia, de mayor inflación”, advirtió Guerra en declaraciones previas para El Diario. Según el economista, la falta de recursos para intervenir el mercado cambiario limita la capacidad del gobierno de contener el deterioro de la moneda.

El dilema del ingreso real

Aunque el salario indexado ha servido como un mecanismo temporal para mejorar los ingresos nominales de los trabajadores, su carácter no permanente y su falta de incidencia en derechos laborales tradicionales como prestaciones sociales o pensiones preocupa a los especialistas.

La Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) y otros gremios sindicales han denunciado que el sistema de bonos perpetúa la precarización laboral, al tiempo que reduce las obligaciones del Estado en materia de seguridad social.

José Gregorio Silva
José Gregorio Silva - Coordinador de edición
4 Min de lectura