Una parte de la población venezolana depende de un tratamiento farmacológico para mantener su calidad de vida. En ese sentido, las personas con enfermedades crónicas como la hipertensión, la diabetes y distintos tipos de cáncer necesitan tomar o administrarse diariamente medicamentos para cuidar de su salud.
La Cámara de la Industria Farmacéutica (Cifar) reportó el 27 de abril que el mercado farmacéutico venezolano registró un crecimiento del 17,11 % en febrero de 2025, en comparación con el mismo mes del año anterior.
La asociación también reveló que durante el primer trimestre del año, se distribuyeron aproximadamente 27,15 millones de unidades de medicamentos, superando las 23,18 millones que se repartieron en el mismo periodo de 2024.
Esta cifra sugiere una mayor producción de fármacos y, por ende, mayor disponibilidad en el mercado. Sin embargo, algunos pacientes siguen presentando problemas para acceder a los tratamientos por sus altos costos.
“Las personas con enfermedades crónicas son aquellas que tienen un tratamiento base y además puede que tomen otros medicamentos. Con ellas no se busca curar la enfermedad, sino estabilizarla para evitar daños a los órganos del paciente. Esas son la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y las pulmonares, son las principales enfermedades crónicas en Venezuela y el mundo”, explicó Jaime Lorenzo, director de la organización no gubernamental (ONG) Médicos Unidos de Venezuela (MUV), en entrevista para El Diario.
Lorenzo detalló que a largo plazo cumplir con un tratamiento farmacológico puede hacerse cuesta arriba por los precios de venta en las farmacias. Adicionalmente, indicó que en el país también se comercializan medicamentos traídos por convenios con países como India e Irán, pero algunos médicos y pacientes desconfían de su eficacia y prefieren evitarlos.
Los datos recientes de Cifar revelaron que el precio promedio de los medicamentos se situó en 4,17 dólares por unidad. Si se toma en cuenta que las personas con enfermedades crónicas pueden requerir más de un medicamento, este costo se eleva cada vez más.
“Ahora cuando vamos a una cadena de farmacia vemos una gran cantidad y variedad de medicamentos, pero el problema es su adquisición. Debemos entender que un alto porcentaje de estos pacientes son personas de tercera edad con una pensión que no les cubre esos montos y tienen problemas socioeconómicos severos”, alegó Jaime Lorenzo.
El problema de las dosis
El director de MUV comentó que muchos pacientes han adoptado la costumbre de reducir las dosis de sus medicamentos para rendir el tratamiento. Aclaró que esta práctica puede llevar a un descontrol de la enfermedad y provocar complicaciones.
“Hay una serie de pacientes que están presentando complicaciones de sus enfermedades porque no están tomando las dosis adecuadas y de forma continua. Podemos observar algunas personas mayores que de repente tienen descontroles en la presión arterial y cuando los interrogan ellos mismos dicen que están tomando la mitad de la pastilla para que les llegue a fin de mes”, dijo el médico cirujano.
Alegó que un desequilibrio en la presión arterial puede conllevar complicaciones como un infarto al miocardio e incluso accidentes cerebrovasculares (ACV).
En cuanto a los medicamentos para tratar la hipertensión arterial, se pueden conseguir desde:
– $1,8 por caja de losartan potásico de 30 pastillas.
– $1,9 por caja de amlodipina de 30 pastillas.
– $5,7 por caja de valsartán de 30 pastillas.
– $5,9 por caja de candesartán de 30 pastillas.
– $1,91 por caja de enalapril de 30 pastillas.
Lorenzo explicó que las personas con diabetes mellitus tipo 1 y 2 que no cumplen con sus tratamientos de forma adecuada pueden presentar complicaciones en órganos como los ojos, los riñones y problemas en extremidades inferiores.
Los fármacos para tratar los dos tipos de diabetes se pueden adquirir desde:
– $2,1 por caja de metformina de 30 pastillas.
– $23,21 por inyección de insulina
– $36,77 por inyección de semaglutida (agonistas del receptor GLP-1).
“Uno de los principales problemas que puede enfrentar el paciente si tiene esas complicaciones es una insuficiencia renal y si eso pasa lamentablemente debe ir a hemodiálisis, para que la máquina pueda cumplir las funciones del riñón”, agregó Lorenzo.
A esto se suma que los cupos en las unidades de hemodiálisis son escasos porque muy pocos pacientes pueden acceder a un trasplante renal que es la otra alternativa que existe para tratar una insuficiencia renal.
Lorenzo señaló que, en caso de que un paciente pueda recibir un trasplante de riñón, igualmente sigue siendo un paciente crónico que debe tomar cada día medicamentos inmunosupresores para evitar que el cuerpo rechace el órgano trasplantado.
La situación de quienes dependen de las farmacias de alto costo
Existen varios medicamentos para enfermedades crónicas que por política nacional deben ser garantizados por el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) a través de las farmacias de alto costo.
Estas instituciones piden a los pacientes llevar un informe que confirme el diagnóstico, una ficha con sus datos y un récipe para acceder a ciertos medicamentos como los inmunosupresores, esteroides, algunos tipos de quimioterapia y otros fármacos oncológicos.
“Lo que pasa con la farmacia de alto costo es que hay momentos en los que logran tener algunos medicamentos: uno o dos o la totalidad, pero no la cantidad suficiente para cubrir las necesidades del número de pacientes que buscan el apoyo”, expresó Lorenzo.
La ONG Amigos Trasplantados de Venezuela consultó el marzo de este año a 112 pacientes trasplantados en el país sobre si han tenido acceso a los medicamentos inmunosupresores en las farmacias de alto costo. La mayoría de estas personas reportaron fallas en el abastecimiento de fármacos como el micofenolato, sólidos y micofenolato mofetil.
Estos fármacos son parte de los tratamientos de aproximadamente 70 % de las personas trasplantadas, de acuerdo con datos de la ONG: Ante esta situación 43 % de los pacientes optaron por tomar medicamentos vencidos, asimismo 18 % de los encuestados aseguró que se había subdosificado.
Jaime Lorenzo detalló que los pacientes con cáncer que acuden a las farmacias de alto costo y no pueden recibir los medicamentos que necesitan están expuestos a que la enfermedad avance de forma rápida y agresiva.
“El cáncer, aparte de ser progresivo, es rápido, por eso el tratamiento multifactorial con quimioterapia que puede ser por vía venosa y oral intenta detener el crecimiento de ese cáncer para no tener que recurrir a cirugías extremas que en algunos casos pueden ser mutilantes”, dijo.
Añadió que los pacientes oncólogos en el país también está afrontando la falta de unidades de radioterapias. Destacó que de 21 unidades en el país, solo hay tres completamente operativas en los hospitales públicos de Caracas y el estado Zulia. .
Más allá de los medicamentos
El vocero de Médicos Unidos de Venezuela alertó que la realidad de las personas con condiciones de salud crónicas va más allá de los medicamentos, pues estos pacientes deben seguir ciertas pautas como los controles frecuentes con sus especialistas.
Alegó que el pacientes debe correr con los gastos de los estudios de laboratorio e imágenes que tiene que hacer cada año para monitorear la enfermedad. Indicó que es necesario fortalecer los laboratorios y unidades de imagenología en los hospitales públicos para que los ciudadanos puedan tener mayor acceso a esto.
“Es muy importante que las personas con enfermedades crónicas coman bien, que su nutran, con los alimentos adecuados para su edad, su tamaño y su peso. Si estas personas presentan un riesgo de desnutrición su posibilidad de sobrevivir es más baja”, agregó.
Lorenzo hizo un llamado al Ejecutivo nacional para centrar sus esfuerzos en dotar de recursos al menos a los hospitales de las capitales en cada estado de Venezuela y así evitar que haya una sobredemanda de servicios en los centros de salud públicos de Caracas.
Asimismo, instó a la población en general a llevar un estilo de vida saludable, incluyendo pautas sencillas como la ingesta frecuente de agua, una alimentación variada, hacer ejercicio, dormir lo suficiente y reducir el estrés. Destacó que la medicina preventiva es una de las herramientas a las que debe optar un país como Venezuela para evitar que más personas enfrenten problemas para acceder a tratamientos de por vida.
