La modalidad de ciberdelincuencia conocida como doxing, un término derivado de la abreviatura de dropping docs (soltar documentos), es utilizada por algunos ciberdelincuentes para investigar y divulgar información privada sobre una persona o una organización sin su consentimiento.
Esta información puede incluir, entre otros datos, nombres completos, direcciones de domicilio o de trabajo, números de teléfono, direcciones de correo electrónico, información financiera, detalles laborales o familiares.
De acuerdo con la página web de la empresa de ciberseguridad Kaspersky, la motivación detrás del doxing puede variar desde la venganza personal y el acoso, hasta la vigilancia ciudadana o el activismo social, aunque su ejecución conlleva las mismas implicaciones para la privacidad y seguridad de las personas afectadas.
Uno de los métodos empleados para recopilar la información en el doxing es la búsqueda de datos disponibles públicamente en Internet, lo que incluye redes sociales, registros públicos en línea (como bases de datos de propiedades o registros de votación), archivos de noticias, foros de discusión y blogs.
Además, la empresa de ciberseguridad también explica que los ciberdelincuentes pueden aplicar técnicas de manipulación para que las personas objetivos revelen información confidencial a través de estafas o suplantación de identidad de entidades oficiales.

Por esto, Kaspersky resalta la importancia de mantener la información personal privada y no compartir datos que puedan servir para la ciberdelincuencia en plataformas de Internet ni con desconocidos.
Prevención ante el doxing
Para la compañía de software Fortinet, prevenir el doxing implica la adopción de prácticas prudentes en la gestión de la información personal en línea. Una de las recomendaciones de ambos medios consultados por El Diario es limitar la cantidad de datos privados que se comparten en redes sociales y otras plataformas públicas.
También sugieren configurar la privacidad de los perfiles en redes sociales para que solo sean visibles para los contactos de confianza. Asimismo aconsejan evitar la publicación de información como direcciones de domicilio, números de teléfono o detalles sobre el lugar de trabajo.
El uso de contraseñas seguras y únicas para cada cuenta en línea es otra de las recomendaciones de los expertos, ya que esta medida sirve para minimizar el riesgo de acceso no autorizado.
En ese mismo sentido, también resaltan la activación de la autenticación de dos pasos que tienen la mayoría de las redes sociales y plataformas de mensajería con el objetivo de añadir una capa adicional de seguridad.

Por otra parte, el medio Fortinet sugiere usar direcciones de correo electrónico secundarias para realizar registros en línea en páginas de aplicaciones, programas o servicios.
Riesgos de esta modalidad de ciberdelincuencia
El medio especializado 20minutos-tecnologia señaló que las consecuencias del doxing pueden ser graves tanto para las personas como para las organizaciones involucradas, ya que la divulgación de información personal expone a las víctimas a un riesgo de acoso en línea. En casos más extremos, puede derivar en persecución física, vandalismo, suplantación de identidad o fraude financiero.
Además, advierten que más allá de estos riesgos el doxing puede generar un daño emocional y psicológico, manifestándose en estrés, ansiedad, miedo, paranoia y depresión en las personas afectadas.
Por estas razones, resaltan que en caso de ser víctima de esta modalidad de ciberdelincuencia el usuario perjudicado debe denunciar y bloquear la cuenta, correo o teléfono mediante el cual se produce el acoso.
También aconsejan tomar capturas de pantallas de los mensajes con amenazas, extorsiones, intimidaciones o divulgación de información privada sin consentimiento, para documentar con pruebas el caso y exponerlo ante las autoridades pertinentes.