Un equipo de investigadores del Instituto Danés del Cáncer en Copenhague, Dinamarca, reveló los resultados de su análisis que sugieren una relación entre la exposición a la contaminación atmosférica y el riesgo de desarrollar meningioma, que es un tipo de tumor cerebral.
En la investigación, publicada el 9 de julio en la revista científica Neurology, los expertos analizaron a casi cuatro millones de adultos daneses durante un periodo de 21 años, para obtener datos sobre la incidencia de tumores del sistema nervioso central en relación con los niveles de exposición a diversos contaminantes del aire.
El meningioma es un tumor que se origina en las meninges, las tres capas de tejido que recubren y protegen el cerebro y la médula espinal. Aunque la mayoría son de naturaleza benigna y su crecimiento es lento, pueden generar síntomas debido a su tamaño o ubicación.
Las causas exactas de este tipo de tumor no han sido completamente determinadas por la ciencia, sin embargo, estudios anteriores identificaron varios factores de riesgo, incluyendo la exposición previa a radiación, ciertas alteraciones genéticas, cambios hormonales y la presencia de trastornos hereditarios.
Relación entre la aparición de meningiomas y la contaminación ambiental
El estudio incluyó a 3.931.391 adultos en Dinamarca, con una edad promedio de 35 años, al inicio del seguimiento. Durante el periodo de observación, se registraron 16.596 diagnósticos de tumores del sistema nervioso central y, de este total, 4.645 casos correspondieron a meningiomas.
Para evaluar la relación entre la aparición de meningiomas y la contaminación del aire, los investigadores emplearon historiales de direcciones de los participantes con meningiomas y modelos avanzados de búsqueda, para estimar el nivel de contaminantes a los que estuvieron expuestos.
“Se demostró que diversos tipos de contaminación atmosférica tienen efectos negativos para la salud, y las partículas ultrafinas son lo suficientemente pequeñas como para atravesar la barrera hematoencefálica y afectar directamente el tejido cerebral”, indicó la autora del estudio Ulla Hvidtfeldt.
Los investigadores calcularon la exposición promedio a los contaminantes durante un periodo de 10 años para cada participante. Posteriormente, los pacientes fueron clasificados en tres grupos de acuerdo con el nivel de exposición: bajo, medio y alto.
El análisis de los datos reveló que, en el grupo con menor exposición a partículas ultrafinas en el aire, el 0,06 % de los individuos desarrollaron meningiomas. En contraste, en el grupo con la exposición más alta, esta cifra se elevó al 0,20 %.
“Nuestro estudio indica que la exposición prolongada a la contaminación atmosférica procedente del tráfico, y otras fuentes, puede influir en el desarrollo del meningioma. Además, refuerza la evidencia de que también puede afectar al cerebro, y no solo al corazón y los pulmones como se pensaba”, agregó la investigadora.
Investigación adicional para comprobar los resultados
De acuerdo con el estudio, los resultados de este análisis no establecen una relación directa entre la contaminación atmosférica y el meningioma, pero los hallazgos sí sugieren una asociación entre ambos.
Tras ajustar por factores como la edad, el sexo, el nivel educativo y el estatus socioeconómico del lugar donde residían los participantes del estudio, los científicos observaron que las personas con mayores niveles de exposición a los contaminantes atmosféricos eran más propensas de desarrollar meningioma.
“La investigación aún se encuentra en sus primeras etapas, sin embargo, ya se reveló una posible relación entre la exposición a partículas ultrafinas relacionada con el tráfico y el desarrollo de estos tumores cerebrales”, advirtió Hvidtfeldt.
Agregó que aunque se requiere una investigación adicional para confirmar las observaciones, las autoridades mundiales deberían trabajar en la mejora de la calidad del aire para contribuir a reducir el riesgo de tumores cerebrales y otros problemas de salud pública.