Jugar videojuegos es una práctica recreativa que puede tener un impacto negativo cuando hay un uso excesivo de estos y que puede derivar a lo que se conoce como síndrome gamer.
Esta condición se asocia a ciertas manifestaciones físicas y psicológicas que experimentan los usuarios ante el uso prolongado en los mundo virtuales. Un concepto que tiene relación con el trastorno del juego, denominado así por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y que fue incluido en la Clasificación Internacional (CIE, por sus siglas en inglés) que brinda información sobre la salud y las afecciones en todo el mundo.
De acuerdo con la OMS, el trastorno del juego se refiere a un patrón de comportamiento en los jugadores, quienes en algunos casos muestran signos de prioridad en los juegos que en otras actividades cotidianas y este puede tener precedencia sobre otros intereses.
En el caso del síndrome gamer, expertos en el área de la salud lo vinculan a conductas inspiradas en los videojuegos y fatiga visual.
El efecto de los videojuegos en la conducta de las personas
Diversas investigaciones han relacionado al síndrome del gamer con el fenómeno de transferencia desde el videojuego (GTP, por sus siglas en inglés), una condición que produce un impacto negativo de las interacciones virtuales con la vida real.
La psicóloga Angélica Ortíz, de la universidad de Bergen (Noruega), publicó un estudio en 2010 sobre el GTP en el que determinó que varios de los jugadores consultados aseguraron haber manifestado “extrañas experiencias”.
Ortíz explicó que esto se debe a una estimulación de los videojuegos en los pensamientos, sensaciones y comportamiento sin premeditación. En el estudio precisó que se reportaron desde pensamiento intrusivos, impulso, ilusiones óptica, reflejo, comportamiento riesgosos, incluso algunos jugadores expresaron que consideraban al mundo como “un lugar peligroso”.
Por su parte, una página web sobre el GTP revela en una publicación que el 82 % y 96 % de los jugadores experimentan GTP al menos una vez en 12 meses o en su vida, mientras que los usuarios de entre 15 y 22 años de edad tienen mayor probabilidad de sufrir la condición.
El síndrome visual gamer
No solo el aspecto psicológico se ve afectado por el uso excesivo de los videojuegos, sino también se suman aspectos físicos como daños en la visión, donde la fatiga visual o síndrome visual del informático son parte de las afecciones que pueden presentar las personas que pasan tiempo excesivo frente a los equipos tecnológicos.
El blog de la clínica español Vista Oftalmólogos menciona que el síndrome visual del gamer también se asocia a problemas refractivos, lo que impide que la luz se enfoque de manera correcta en la retina, lo que provoca una visión borrosa o distorsionada.
Estos son otras daños a causa del síndrome visual gamer:
-Dolor ocular y enrojecimiento
-Ardor, picor y escozor en los ojos
-Visión doble
-Ojos secos o irritados
-Inflamación de los párpados
-Sensibilidad a la luz
-Lagrimeo excesivo
-Problemas para enfocar
-Tics provocados por la contracción involuntaria de los músculos del párpado
-Sensación de pesadez en los ojos
Recomendaciones generales para prevenir el síndrome gamer
Tanto para el cuidado de la vista y la salud psicológica de las personas los especialistas recomiendan reducir el tiempo frente a las pantallas. De acuerdo con la OMS, en el caso de los niños y adolescentes, el tiempo máximo debería ser dos horas diarias.
Además, recomienda que se fomente la actividad física al aire libre, con el objetivo de prevenir también el sedentarismo y estimular el desarrollo psicomotor.
Estas son otras recomendaciones:
-Ajustar el brillo y contraste de las pantallas
-Aplicar la regla 20-20-20, descansar 20 minutos, mirar un objeto que esté a 6 metros (20 pies) por 20 segundos
-Hacer pausas cada 30 o 60 minutos
-Mantener una postura correcta
La industria de los videojuegos sigue creciendo y es por ello la importancia de las prácticas adecuadas para evitar efectos adversos en la salud física y psicológica de los usuarios, con un uso moderado de los equipos y demás medidas de prevención que permitan un experiencia saludable.