45 años de El Náufrago: el relato de cómo la nada se convirtió en reflejo de una sociedad

El autor del cómic plantea el desafió de hablar de temas profundos sin palabras, colores ni críticas explícitas 
Daniela León
Daniela León - Redactora
8 Min de lectura

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En 1980, el artista Jorge Blanco se reunió con la directiva de El Diario de Caracas para mostrar una propuesta de caricatura política. Esta idea nació de la experiencia que había tenido tanto en revistas como en un concurso de caricaturistas en el que participó durante su estadía en Europa. De esas reuniones surgió la idea de El Naufrago, un personaje que durante 45 años ha intentado reflejar a la sociedad desde la simplicidad. 

“Lo primero es que me sorprende es que el autor esté todavía vivo (risas) y lo segundo es que me siento agradecido con El Diario porque pudimos seguir publicándolo en Venezuela y eso me llena de alegría, porque se salva la que creo es la única tira cómica venezolana”, contó Jorge Blanco en una entrevista para El Diario

El escultor es reconocido por sus obras de arte público, entre ellas destaca Maratón en la Cota Mil, en Caracas, pero también cuenta con un amplio catálogo de obras expuestas permanentemente en distintas ciudades de Estados Unidos, donde está residenciado. Cada semana, Jorge hace una pausa en su trabajo de escultura para tomar una hoja en blanco y una pluma con las que da vida a una nueva aventura de El Náufrago

Este personaje no tiene nombre, nacionalidad, raza, ropa, color ni palabras para expresarse. Esto ha supuesto un reto creativo para el artista que ha tenido que hacer de esa nada un retrato humorístico de lo que ocurre en Venezuela y el mundo.

Un acercamiento a la caricatura política 

Jorge Blanco estaba residenciado en Roma, Italia, cuando tuvo su primer acercamiento a la caricatura política. Se dio cuenta de que los medios de comunicación impresos le daban una gran importancia a las historietas cómicas y satíricas. 

El Náufrago

“En aquella época tenía mucho éxito este tipo de publicaciones, y como yo me relacionaba con escultores y dibujantes vi que muchos de ellos hacían caricaturas políticas en los periódicos y yo quise hacer lo mismo”, reveló.

Empezó en un diario llamado L’Opinione de Roma haciendo historietas sobre política internacional. Como el género era muy popular en Europa, Blanco fue invitado a participar en la Exposición Internacional de Humor en Bordighera, Italia, en el año 1978.

“Nunca se me olvida que cuando fui escogido porque aspiraban muchos artistas talentosos, el jurado escoge a un grupo seleccionado y ya eso es un honor. No gané el primer premio, sino el segundo, pero me sentí muy orgulloso porque un venezolano estaba representando al país en ese salón internacional”, agregó.

Comentó con humor que se le habría hecho imposible ganar la competencia aquel año, debido a que el primer premio se lo llevó uno de los principales referentes del cómic en Latinoamérica: Joaquín Salvador Lavado Tejón, mejor conocido como Quino

“Fue una casualidad que uno de los competidores fuera Quino, el creador de Mafalda, creo que si no hubiera participado él, yo habría ganado el primer premio. Esa experiencia me marcó, yo era muy joven entonces y me impresionó mucho el éxito que tenía la caricatura”, explicó. 

Eso lo motivó a hacer más historietas. Las elaboraba en su estudio en Roma, pero no las publicaba. Cuando regresó a Caracas de forma provisional, aprovechó la oportunidad para mostrar lo que había sido esa experiencia. 

De la idea al papel

Jorge confesó que el personaje de El Naufrago ha cambiado, aunque las diferencias con el dibujo original las atribuye más a un desarrollo del personaje. 

“Es el mismo concepto, pero ha cambiado conforme ha cambiado la época. Uno de los mayores retos ha sido crear algo sin nada, porque desde que nació no tiene ni siquiera otros personajes, salvo dos animales que aparecen por allí de vez en cuando”, detalló. 

El Náufrago

Lo que más le gustó de la idea de hacer un personaje minimalista en formato de cómic es el esfuerzo intelectual que requería sentarse con una hoja en blanco, una pluma y pura imaginación. 

Uno de los principios fundamentales de El Naufrago es la evasión, un deseo que florece en muchas personas hartas de los problemas de la sociedad moderna. El artista considera que, aunque las preocupaciones cotidianas son distintas a las de hace 40 años, casi todo el mundo ha fantaseado con la idea de irse a una isla desierta para tener una vida más simple.

“Esto es algo muy común en nuestra sociedad industrializada, pensar en algún momento me quiero ir a una isla desierta, no hablar con nadie, ni pagar nada y ni siquiera tener ropa. Claro que esto es una fantasía, porque al segundo día te mueres de hambre, pero se nos viene a la mente”, señaló.

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El Náufrago, comic strip created by Jorge Blanco for the digital newpaper El Diario de Caracas, Venezuela. El Náufrago de Jorge Blanco©1980-2025 creado para El Diario de Caracas en su version digital

Del papel a lo digital 

Aunque el mundo digital brinda inmediatez, difusión masiva y viralidad, Jorge Blanco ha decidido mantenerse fiel a una publicación semanal de El Naufrago. Eso le permite un equilibrio para no sobreexplotar su creatividad, pero tampoco dejar de ejercitar el proceso de creación. 

“A veces me cuesta conseguir la idea para poder contarlo todo en una imagen. Lo que sí es que yo nunca me he comprometido a hacerlo diariamente, sino una vez a la semana y una de las razones es que conseguir como decir algo con casi nada todos los días es difícil”, indicó.

A pesar de que El Náufrago se publica de forma digital en El Diario desde 2020, Jorge admitió que ha tenido un feedback casi nulo con quienes ven la caricatura en la web o las redes sociales, aunque dijo que tampoco se siente atraído a revisar e interactuar constantemente en las plataformas digitales. 

Contó que en una época se publicaron múltiples libros de cómic y se produjo mercancía con la imagen de El Naufrago, pero cuando salió de Venezuela a finales de la década de los noventa esos proyectos no continuaron. Considera que en estos tiempos es una posibilidad que se puede explorar especialmente para el público que está en Venezuela. 

El Náufrago

“Lo que me gustaría es que la gente, el venezolano principalmente, sepa que lo que mantiene a El Náufrago a flote allí en esa Isla es la esperanza, es la fe, es creer ciegamente en que lo podrá lograr, que podrá sobrevivir”, expresó. 

Esa esperanza renace en la mente de Jorge cada semana, cuando se acerca lo que él llama “el instante” en su vida que le dedica a El Naufrago. Terminada la idea y plasmada en el papel, el artista sigue con la próxima obra en la que trabaja.

Daniela León
Daniela León - Redactora
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