Un paciente de 71 años de edad, con diagnóstico de cirrosis y cáncer de hígado, sobrevivió casi seis meses (171 días) con un hígado de cerdo trasplantado, tras haber sido modificado genéticamente. Se trata de un caso pionero que abre la puerta hacia las vías potenciales para salvar la brecha mundial entre la demanda y la disponibilidad de órganos.
El hallazgo, reseñado el jueves 9 de octubre por la revista la Revista de Hepatología de la Asociación Europea para el Estudio del Hígado (EASL, por sus siglas en inglés) constituye un hito, al ser el primer xenotrasplante (de un animal a un ser humano) hepático auxiliar realizado de un cerdo modificado genéticamente a un receptor humano vivo. De acuerdo con el artículo, se considera «auxiliar» porque el hígado del paciente no fue extraído por completo.
Otro trabajo liderado también por investigadores chinos y reseñado a comienzos de año en la revista Nature describió el trasplante de un hígado de cerdo modificado genéticamente a un paciente que se encontraba en estado de muerte cerebral. Dicho órgano tenía 6 genes modificados, mientras que este contaba con 10.
El paciente
El hombre trasplantado padecía una cirrosis relacionada con la hepatitis B y un carcinoma hepatocelular grave en el lóbulo derecho (sin metástasis conocidas), por lo que no era candidato para una resección o un trasplante convencional de hígado humano.
El xenotrasplante no se planteó como tratamiento oncológico curativo, sino como una estrategia de apoyo para evitar fallo hepático tras la extirpación del tumor, ya que el hígado remanente era insuficiente.
Los cirujanos implantaron un injerto auxiliar de un cerdito pequeño de raza Diannan, muy característico de la provincia china de Yunnan, con ediciones genéticas para mejorar la compatibilidad inmunológica y de coagulación.
El injerto funcionó eficazmente durante el primer mes tras la cirugía, produciendo bilis y sintetizando factores de coagulación, sin evidencia de rechazo hiperagudo o agudo, informan los investigadores.
Sin embargo, el día 38 se retiró el injerto tras el desarrollo de una microangiopatía trombótica asociada al xenotrasplante, una complicación grave relacionada con la activación del complemento y la lesión endotelial.
Un tratamiento con el inhibidor del complemento y el recambio plasmático resolvió con éxito la complicación. A pesar de ello, el paciente sufrió episodios repetidos de hemorragia gastrointestinal en los días sucesivos y falleció en la jornada 171 desde la fecha de recepción del trasplante.
Lo que significa el procedimiento
De acuerdo con los investigadores, el trabajo demuestra que los hígados porcinos modificados genéticamente pueden desempeñar funciones metabólicas y sintéticas claves en los seres humanos, al tiempo que sirve para comprender las complicaciones biológicas y los retos éticos que siguen limitando los buenos resultados a largo plazo.
«Este caso demuestra que un hígado de cerdo modificado genéticamente puede funcionar en un ser humano durante un periodo prolongado», señala uno de los autores, Beicheng Sun, investigador del Departamento de Cirugía Hepatobiliar de la Universidad china de Anhui, en un comunicado.
Los científicos también coincidieron en que se trata de un paso adelante fundamental, el cual demuestra tanto el “potencial de los xenotrasplantes como los obstáculos que aún quedan por superar,” en particular en lo que respecta a la desregulación de la coagulación y las complicaciones inmunitarias.