Un nuevo alto al fuego ha entrado en vigor entre Israel y Hamás tras más de dos años de hostilidades intensas y devastadoras. Se trata de la fase inicial de un acuerdo mediado desde Estados Unidos con respaldo de Egipto y Catar, que incluye el intercambio de rehenes y prisioneros como primer paso hacia una tregua más amplia.
Israel ratificó formalmente el acuerdo en su gabinete, lo que abrió paso a la suspensión de operaciones militares en Gaza y al retiro parcial de sus fuerzas hacia posiciones pactadas. Hamás, por su parte, se comprometió a liberar rehenes vivos en un plazo definido, mientras solicita garantías sobre la implementación del alto al fuego y la apertura de acciones humanitarias.
A pesar de esto, la tregua deja interrogantes clave: ¿quién ejercerá el control efectivo sobre servicios básicos, seguridad y reconstrucción?; ¿cómo se manejará la desmilitarización de Hamás?; y ¿cuánta autoridad asumirán actores externos o la autoridad palestina?.
¿En qué consiste el plan de paz propuesto por Trump y que fue aceptado por Israel?
El 29 de septiembre de 2025, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentó un plan de paz para Gaza basado en 20 puntos específicos. Israel expresó su aceptación formal del plan a través del gabinete, lo que habilitó su paso a la implementación de la primera fase.
El plan exige un alto al fuego inmediato si ambas partes lo acuerdan. Israel debe retirar sus tropas hasta una línea definida; se suspenden todas las operaciones militares, incluidos bombardeos aéreos y de artillería, y se congelan las líneas del frente.
En correspondencia, Israel liberó a al menos 2.000 presos palestinos, incluidas 250 personas condenadas a cadena perpetua, mientras que Hamás entregó 20 rehenes israelíes vivos como parte de la primera fase del acuerdo de paz. Igualmente, el ejército israelí ya tiene en su poder 4 de los 28 cadáveres que Hamás tiene previsto devolver.
Otro componente central es la seguridad y la gobernanza futura de Gaza. El acuerdo prevé la desmilitarización de Hamás, con destrucción de infraestructura terrorista (como túneles y arsenales), y la creación de una autoridad de gobierno transitoria palestina, tecnócrata, bajo la supervisión de un organismo internacional llamado Consejo para la Paz (Board of Peace, por su traducción del inglés), encabezado por Trump.
También se contempla la creación de una fuerza de estabilización internacional (International Stabilization Force) que trabaje con Israel, Egipto y fuerzas palestinas para asegurar fronteras apoyando a la policía local.
Igualmente, el acuerdo incorpora un paquete humanitario masivo y medidas de reconstrucción, en el cual se insta a rehabilitar los servicios básicos —agua, electricidad y saneamiento—, así como reconstruir hospitales, escuelas y comercios, además de reabrir los pasos fronterizos para facilitar el ingreso de suministros. La iniciativa busca que Gaza recupere condiciones de vida dignas y estabilidad social después de años de destrucción.
¿Qué pasará con la gobernabilidad en Gaza?
El alto al fuego abre un periodo de transición política e institucional para Gaza. El plan de paz propuesto por Donald Trump y aceptado por Israel establece que el territorio quedará bajo una administración provisional supervisada por un órgano internacional denominado Consejo para la Paz.
Este organismo, integrado por representantes de Estados Unidos, Egipto, Catar y figuras internacionales, tendrá la tarea de garantizar el cumplimiento del acuerdo y sentar las bases para una nueva autoridad palestina. The Guardian señaló que este esquema se parece a una administración externa con limitada participación local, lo que genera dudas sobre su legitimidad.
La gestión diaria de Gaza estará a cargo de una autoridad transitoria compuesta por técnicos palestinos, encargados de restablecer servicios básicos y coordinar la ayuda humanitaria. Este grupo operará bajo la supervisión del Consejo, que también administrará los fondos de reconstrucción y canalizará los recursos internacionales. Reuters informó que la Autoridad Palestina (AP) aspira a asumir un rol más relevante, aunque su regreso depende de cumplir reformas internas y condiciones de transparencia exigidas por los mediadores.
La participación de Tony Blair, ex primer ministro del Reino Unido y antiguo enviado especial del Cuarteto para Medio Oriente, ha sido mencionada como posible líder o coordinador del Consejo para la Paz. Su experiencia diplomática es valorada por algunos socios occidentales, pero su cercanía con Washington genera escepticismo en sectores palestinos y árabes, que temen que su presencia refuerce una visión impuesta desde fuera.
Expertos en derecho internacional también advierten que la gobernabilidad en Gaza será frágil debido a la fragmentación de fuerzas locales, la presencia residual de Hamás y las tensiones internacionales.
Hamás emitió un comunicado tras el anuncio de tregua de que “no tolerarán ningún tipo de tutela internacional”, lo que añade un factor de tensión sobre la implementación de la ayuda humanitaria y el control del territorio durante esta fase inicial de las medidas.
¿Quiénes vigilan que se cumpla el alto al fuego en Gaza?
El alto al fuego estará supervisado por el Consejo para la Paz. Una de las principales responsabilidades del organismo será verificar la liberación de prisioneros y rehenes, asegurando que Israel y Hamás cumplan los plazos establecidos. También coordinará el ingreso seguro de ayuda humanitaria y materiales de reconstrucción, y reportará cualquier incumplimiento a los mediadores internacionales, sirviendo como enlace entre las partes en conflicto.
El organismo contará con una fuerza internacional de estabilización, compuesta por personal de distintos países aliados, encargada de acompañar a la policía local y supervisar puntos estratégicos de seguridad. Esta fuerza actúa como garante de la tregua y como apoyo técnico para que la autoridad transitoria pueda ejecutar sus funciones sin enfrentamientos.
A la espera de la ayuda humanitaria en Gaza
El acuerdo de alto el fuego contempla la entrada de 600 camiones diarios con alimentos y bienes básicos a través de los pasos fronterizos con Egipto e Israel. Los envíos incluirán alimentos, medicamentos y materiales como tiendas de campaña, además de bienes para reactivar el comercio local.
El paso de Ráfah, en la frontera con Egipto, abrirá en ambas direcciones a mediados de la próxima semana, sin restricciones para la salida, aunque el acceso seguirá siendo controlado por Israel. Paralelamente, la compañía eléctrica israelí se prepara para restablecer el suministro en toda la Franja, lo que será clave para hospitales y servicios básicos.
Una fuerza internacional de supervisión garantizará el cumplimiento del alto el fuego y facilitará la entrega de ayuda. Los primeros soldados estadounidenses ya han llegado a Israel, formando parte de un contingente de 200 efectivos. También participarán soldados de Catar, Turquía, Emiratos y Egipto.
Sobre la situación en Gaza, se debe recordar que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el territorio en hambruna el 22 de agosto de 2025. De acuerdo con cifras de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés), más de medio millón de personas sufren inseguridad alimentaria severa, mientras que 1,14 millones adicionales se encuentran en un nivel catastrófico de desnutrición. Entre los afectados, la desnutrición infantil alcanza niveles críticos y se estimó que 54.600 niños y niñas palestinos menores de 5 años de edad sufren desnutrición aguda en Gaza. Esta crisis se considera actualmente la más grave del mundo, tras la de Sudán del Sur.
Firma de la paz en la cumbre en Egipto
Los representantes de los países mediadores del acuerdo de paz en Gaza —Estados Unidos, Qatar, Egipto y Turquía— firmaron el pacto en una cumbre celebrada en Sharm el Sheij, Egipto el 13 de octubre, con la asistencia de una veintena de líderes mundiales. El presidente estadounidense Donald Trump encabezó el evento y ha sido presentado como el impulsor del acuerdo entre Israel y Hamás.
Antes de la cumbre, Trump visitó Israel y se dirigió al Parlamento, donde aseguró que el pacto marca el inicio de “la era dorada de Israel y Oriente Próximo”. En declaraciones recientes, Netanyahu destacó que Trump fue “determinante para la vuelta de los rehenes”, aunque el primer ministro israelí no asistió finalmente a la reunión en Egipto.
“Hemos logrado lo que todos decían que era imposible. Por fin tenemos paz en Oriente Medio”, expuso Trump.
La jornada culminó con la suscripción conjunta de una declaración formal para facilitar el cese de hostilidades y abrir paso a una negociación política entre las partes enfrentadas en Gaza.
