Cientos de devotos venezolanos acudieron la noche del sábado 18 de octubre al Santuario Divino Niño de Isnotú, estado Trujillo, para celebrar la canonización de San José Gregorio Hernández y Santa Carmen Rendiles.

Los asistentes se mantuvieron en vigilia desde la madrugada del 19 de octubre y presenciaron la ceremonia de canonización, que fue transmitida en unas pantallas instaladas en el santuario. Los actos comenzaron con un repique de campanas y fuegos artificiales.

El presbítero Magdaleno Álvarez, rector del Santuario del Niño Jesús, aseguró en exclusiva para El Diario que el pueblo trujillano ha estado preparado desde hace más de 60 años por la canonización de José Gregorio Hernández. Aseguró que el “médico de los pobres” ha estado en la devoción de Venezuela desde mucho antes de ser reconocido por el Vaticano.

Un acto de fe y oración
Los devotos, desde el Santuario del Niño Jesús de Isnotú, aplaudieron al ver la imagen de José Gregorio Hernández en el Vaticano. Royman Pérez viajó desde Ciudad Ojeda, estado Zulia, aunque nació en Isnotú, y aseguró que volvió a su tierra para el reencuentro con una devoción que está presente con amor en su familia.
José Iglesias, quien es residente de Valencia, estado Carabobo, comentó para El Diario que asistió al santuario “movido por una fe inmensa” luego de haber sido sanado por el santo José Gregorio Hernández. “Fueron muchos años esperando este acto tan bonito”, expresó.

Tras la proclamación de José Gregorio Hernández como santo, la estatua tamaño real del beato, que se encontraba en el patio del santuario, fue trasladada al interior del templo. Igualmente, el presbítero Álvarez reveló la primera imagen del médico con su aureola de santo.

Claribel Ramírez, de Sabana Libre (Trujillo), declaró para El Diario que hace seis meses estuvo delicada de salud. Viajó hasta Isnotú para pagar su promesa en la canonización de José Gregorio Hernández. “Mi familia y yo venimos a dar gracias por la salud, gracias al doctor José Gregorio Hernández”, dijo.
Caminata de veneración
El equipo de El Diario pudo documentar que cientos de feligreses comenzaron a caminar desde Valera hacia Isnotú por la carretera de Sabana Libre, como agradecimiento de los favores concedidos. En la marcha participaron médicos, docentes, seminaristas y personas con distintas condiciones de salud.
Lilibeth Gutiérrez contó para El Diario que asistió a la canonización en Isnotú para pagar una promesa por el milagro que le concedió San José Gregorio Hernández tras su sanación al ser diagnosticada de cáncer de cuello uterino en el año 2019. “Estoy caminando para pagar mi promesa. Gloria a Dios que ya es santo y ahora tenemos una santa y que Dios nos siga bendiciendo”, agregó.
Delcy Araujo, quien cada año marcha hacia Isnotú para pedir una indulgencia plenaria para un difunto, interpreta la canonización como un llamado a que cada individuo alcance la santidad “haciendo buenas obras y caminando con Cristo”.
El papa León XIV ofició este domingo 19 de octubre en el Vaticano la canonización de los dos primeros santos venezolanos, el médico José Gregorio Hernández (1864 -1919) y la religiosa Carmen Rendiles (1903-1977), en una ceremonia que representa un hito histórico para Venezuela.