Un grupo de investigadores del Hospital Clínic y la Universidad de Barcelona, en España, identificó la relación que existe entre la diabetes tipo 2 y una mayor probabilidad de desarrollar pérdida auditiva.
El análisis, publicado en la revista científica Otolaryngology–Head and Neck Surgery, incluyó los datos de 17 estudios previos en los que participaron 3.910 personas diagnosticadas con diabetes tipo 2 y 4.084 participantes que no padecían la enfermedad.
Los resultados indicaron que los pacientes con diabetes tipo 2 presentaron una probabilidad 4,19 veces más de experimentar deterioro auditivo, en comparación con el grupo de control.
De acuerdo con el estudio, la pérdida auditiva total o parcial afecta a los pacientes diabéticos entre un 40,6 % y 71,9 %, sin embargo, no se había podido establecer la asociación con la enfermedad hasta ahora.
En las mediciones de audición que realizaron en los análisis, denominadas umbrales audiométricos, los diabéticos registraron niveles 3,19 decibelios (dB) más altos en promedio que aquellos sin la patología.
El decibelio es la unidad utilizada para medir la intensidad o el volumen del sonido que una persona puede percibir, por lo que un umbral audiométrico más alto indica que se necesita una resonancia más fuerte para poder escuchar, lo que podría ser una señal de pérdida auditiva.
Cómo influye la diabetes tipo 2 en la audición
La investigación resaltó que los participantes de los estudios que padecieron diabetes tipo 2 durante más de 10 años mostraron una probabilidad 2,07 veces superior de presentar pérdida auditiva.
El informe concluyó que los niveles elevados de hemoglobina glicosilada (HbA1c), un valor que indica que los niveles de glucosa no están regulados en sangre, influyen en el riesgo de tener una condición auditiva más comprometida ya que causa daños en la parte interna del oído de los pacientes.
Los investigadores recordaron que la diabetes tipo 2 es una patología crónica en la que el cuerpo del paciente presenta dificultades para utilizar de forma eficiente la insulina, la hormona necesaria para que la glucosa entre en las células y sea utilizada como energía.
Agregaron que padecer de esta enfermedad durante un largo periodo de tiempo, sin un control médico regular, podría desencadenar otros problemas de salud debido a que la glucosa afecta órganos, nervios, vasos sanguíneos, entre otros.
El exceso de peso, una dieta inadecuada y la falta de actividad física son los principales factores de riesgo de la diabetes tipo 2, por lo que atacar estas variables podría controlar y evitar las complicaciones médicas.
Alteraciones en el oído interno
Los autores del estudio señalaron que el deterioro de la audición asociado a la diabetes tipo 2 tiene su origen en las modificaciones de la microcirculación, que son los cambios que afectan a los vasos sanguíneos de tamaño pequeño.
Estas alteraciones impactan la cóclea, una estructura del oído interno con forma de caracol cuya función es convertir las ondas sonoras en señales que el cerebro pueda interpretar.
Estos son los cambios estructurales que ocurren en los capilares (los vasos sanguíneos más pequeños) del oído interno debido a la falta de control de la glucosa en sangre:
– El engrosamiento de la membrana basal, que es la capa que separa los tejidos.
– La atrofia de la estría vascular, una capa de células ubicada dentro de la cóclea, la cual es esencial para el mantenimiento interno del oído.
Además, los investigadores destacaron que la pérdida de audición podría ser una alerta temprana sobre un posible daño microvascular que origine complicaciones más serias de salud.
Por este motivo, sugirieron a los profesionales integrar pruebas de audición dentro del protocolo de atención y seguimiento de los pacientes con diabetes tipo 2 para evitar otras patologías relacionadas con la enfermedad.