El Ministerio de Asuntos Exteriores de Corea del Sur impuso el 21 de noviembre un veto a los viajes de sus ciudadanos a varias zonas de Venezuela, bajo pena de prisión o multa, en medio de la tensión entre el país y Estados Unidos.
Las autoridades surcoreanas elevaron al nivel 4, el más severo de su sistema de alerta de viaje, a los estados fronterizos de Zulia, Táchira, Apure y Sucre, con excepción de sus respectivas capitales.
El resto del país permanece sujeto al nivel 3 de alerta desde diciembre de 2019, que recomienda a los ciudadanos surcoreanos abandonar la zona.
La Cancillería de Corea del Sur informó que la prohibición, la cual se impone en situaciones en la que existe un nivel de riesgo muy grave que amenaza la vida y la seguridad de los ciudadanos, entrará en vigencia a las 6:00 pm (hora de Venezuela).
De acuerdo con la legislación del país asiático, quienes visiten o permanezcan en zonas sujetas a una prohibición de viaje sin un permiso especial pueden ser condenados a penas de hasta un año de prisión o una multa de hasta 3 millones de wones (2.034 dólares).
El Ministerio de Exteriores surcoreano argumentó que la medida se debe a los recientes acontecimientos nacionales e internacionales en Venezuela debido a las tensiones por el despliegue militar de Estados Unidos en el mar Caribe.
Otros países que han pedido no viajar a Venezuela
El 19 de julio, el gobierno de Países Bajos emitió un código rojo con el que pidió a sus ciudadanos no viajar a Venezuela.
La medida fue publicada en la página web del Ministerio de Asuntos Exteriores del país europeo, en la que explicaron que la sugerencia se debe a que los ciudadanos extranjeros en Venezuela podrían ser “arrestados sin motivo aparente”.
Casi un mes después, específicamente el 21 de agosto, la Oficina Externa de EE UU para Venezuela (VAU, por sus siglas en inglés) reiteró la recomendación a sus ciudadanos a no viajar o permanecer en el país.
La advertencia estadounidense de no viajar y no permanecer en Venezuela data originalmente de 2019, año en que Washington retiró a todo su personal diplomático del territorio nacional.
El 25 de agosto se sumó Paraguay, que a través de su Cancillería recomendó a sus connacionales no viajar a Venezuela por riesgo de seguridad y ante “la delicada situación institucional” que vive el país.
El gobierno de Paraguay, a través del comunicado del Ministerio de Exteriores, aclaró que actualmente no hay embajada ni consulado activo en territorio venezolano, por lo que enfrentan limitaciones para brindar asistencia a los paraguayos.
Un día después, Curazao hizo lo mismo. El primer ministro, Gilmar Pik Pisas, pidió a los curazoleños evitar viajar a Venezuela en medio de las operaciones militares que Estados Unidos está realizando en el mar Caribe.
“La presencia militar en el Caribe es una medida preventiva y estratégica contra el tráfico de drogas. El gobierno pide a la comunidad de Curazao que mantenga la calma y evite viajar a Venezuela hasta nuevo aviso”, indicó Pisas en un comunicado.
Estos pronunciamientos internacionales que instan a no visitar Venezuela coinciden con el despliegue militar que EE UU comenzó desde el 15 de agosto en las aguas del Mar Caribe con la finalidad de combatir el narcotráfico.
Este contenido incluye información suministrada por la Agencia EFE. Editado, verificado y contextualizado por el equipo editorial de El Diario. Conoce nuestra política sobre el uso de contenidos de EFE aquí.