- La web del Trasnocho Cultural ofrece entre sus producciones dos piezas teatrales que permiten entender una importante época de la historia de Venezuela. Javier Vidal y Rafael Barazarte hablan de Diógenes y las Camisas Voladoras, y Animal Político, respectivamente, en las que se abordan temas actuales como el exilio, la política y las relaciones del presente con el pasado
Diógenes Escalante. Faltó poco para que este nombre y apellido formaran parte de la larga lista de presidentes de Venezuela. En 1945 tenía todo el apoyo del Congreso, donde se elegía al primer mandatario y sería el sustituto indiscutible de Isaías Medina Angarita. Pero un joven periodista llamado Ramón J. Velásquez se percató de que el futuro presidente de Venezuela tenía un problema muy grave: estaba demente.
—¿Usted se imagina un loco en Miraflores?
Sin duda alguna es una de las frases más singulares de Diógenes y las Camisas Voladoras, escrita por Javier Vidal y estrenada por primera vez en 2011, bajo la dirección de Moisés Guevara (1967-2017). En esta pieza teatral se narra el dilema moral (¿decir la verdad u ocultarla?) entre dos secretarios privados de un Escalante que va perdiendo la lucidez durante los 90 minutos que dura la obra.
Con el Ávila de fondo, los actores José Miguel Do (Coleguita – Ramón J. Velásquez), Jan Vidal Restifo (Secretario – Hugo Orozco) y Javier Vidal (Diógenes) recrean una etapa histórica que cambió el rumbo de la política venezolana. La puesta en escena deja fluir, con un ritmo oportuno, la elocuencia de los tres personajes que mantiene sumido en la trama a los espectadores hasta el final. Los diálogos surgen de forma natural, emparentados por un acento característico de los Andes venezolanos.
—¿Tiene vigencia el contexto de la obra Diógenes y las Camisas Voladoras?
“La tuvo, la tiene y la tendrá con el paso del tiempo. Primero porque es una pieza histórica. Fue un hecho real y trascendente. Luego, porque pareciera que empíricamente los personajes se siguen repitiendo a lo largo de nuestra historia política. La diferencia con nuestro ‘aquí y ahora’ es que en 1945 no permitieron que un loco llegara a Miraflores”, expresó Javier Vidal en exclusiva para El Diario.
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—¿En qué se inspiró para lograr la caracterización de Diógenes Escalante?:
—Dejé que Diógenes viniera hacia mí y no al revés. Físicamente me inspiré en las pocas iconografías existentes. Fotos. Luego le integré a su expresión oral la variante andina del Táchira que es muy típica y no se pierde cuando se adquiere desde la infancia”.
Los ensayos con Moisés Guevara fueron importantes para lograr la caracterización del personaje. Vidal considera que el director de Diógenes y las Camisas Voladoras es un referente en la historia del teatro libre e independiente. “Forjó e instaló un modelo de programación que aún sigue en pie y quedará por muchos años. Una amistad y una sociedad que hermanamos junto a Margarita Lamas en los tiempos iniciales del Trasnocho”.
—¿Qué se siente ver Diógenes y las Camisas Voladoras desde el presente?
—Emoción, alegría y nostalgia. Juntas son una explosión de sentimientos que revierten en la importancia de subir en la plataforma del Trasnocho una pieza como esta para que una nueva generación de público tenga oportunidad de apreciarla. Mucha gente se me acercaba durante la década pasada pidiendo que remontáramos la pieza. Ahí está, pues, para que la vuelvan a ver quienes la vieron y para que nuevos ojos y nuevos oídos la disfruten a través de la modalidad online.
Históricamente, la anulación de la candidatura de Diógenes Escalante devino un golpe de Estado al presidente Isaías Medina Angarita en 1945, a partir de ese momento iniciaría el Trienio Adeco, en el que se modificaría la Constitución de la República y permitiría las primeras elecciones presidenciales universales, secretas y directas en 1948. Rómulo Gallegos saldría victorioso, pero varios meses después sería derrocado.
Mientras tanto, Medina Angarita estaría exiliado en Nueva York. Este exilio sirvió como inspiración al dramaturgo Jesús Farías Rojas (ganador del del segundo concurso de dramaturgia Trasnocho) para escribir Animal Político, una pieza estrenada en el Trasnocho Cultural en 2019, dirigida por Rafael Barazarte.
“Son dos venezolanos buscando explicaciones de por qué están en ese punto de la historia, no en los años cuarenta, sino en el punto de sus propias historias. ¿Por qué Medina Angarita está exiliado?, ¿por qué ocurrió eso? Son esas preguntas que tal vez muchos venezolanos se hagan hoy en día: ¿por qué sigo en Venezuela?, ¿por qué me fui?, ¿por qué deseo regresar?”, indicó Barazarte.
1948, Nueva York. Dos exiliados políticos: el expresidente Isaías Medina Angarita y Laureano Vallenilla-Lanz Planchart están en Central Park. Este encuentro ficticio ocurre antes de que Vallenilla-Lanz Planchart vuelva a Caracas y forme parte de la conspiración para derrocar a Rómulo Gallegos. Años después desempeñaría altos cargos en la junta militar de 1948 y en la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez. Medina Angarita retornaría para morir en 1953.
—Si en algo estoy satisfecho, es que por mi causa no hubo ni un exiliado, ni un preso político, ni un partido clausurado, ni un periódico cerrado— dice Isaías Medina Angarita, personaje interpretado por el actor Juan Carlos Ogando.
Más allá de la idiosincrasia del venezolano, Animal Político trata un tema preponderante en la Venezuela contemporánea: el exilio y la dualidad del amor-odio a la patria; el retorno a lo que fue y ya no es. Lo aborda desde otra realidad histórica, desde un país con apenas 5.000.000 de habitantes, abierto a la inmigración, a las nuevas ideas. En la escena se vislumbra al espectador con una realidad atávica difícil de asimilar con el paso de las generaciones y que se resume con un enunciado: la historia siempre se repite.
Los silencios en la conversación y los movimientos en escena producen una atmósfera conspiradora, donde se presume que irremediablemente algo ocurrirá al terminar ese encuentro casual. La colorización en blanco y negro dan al espectador la sensación de estar viendo una película de la década de los cuarenta o cincuenta. “Dentro de la pieza pesa el color, nos encanta que el público nos sepa conectar con esa época. Esta propuesta potencia las imágenes de frío y soledad en la ambigüedad de este espacio teatral”.
Una petaca con licor que se vacía en el transcurso de la trama es el artilugio que permite a los personajes ser cada vez más sinceros con sus argumentos. Un Medina Angarita que aconseja un joven “Laureanito” (interpretado por Germán Anzola) que pretendía volver al país y unos diálogos en los que se expresan la percepción del venezolano sobre su coterráneo y las consecuencias del partidismo en la política venezolana.
“En esta pieza se habla de errores políticos, de tumbar a un presidente en pro de una democracia entendida. Precisamente, por esa vía del golpe hemos estado hasta peor; mejor dicho, estamos peor. Creo que es importante poner en tela de juicio el respaldo que no ha tenido la política venezolana. Por eso es necesario que este tipo de piezas se exhiban, para que confronten la historia”.
Tanto Diógenes y las Camisas Voladoras, como Animal Político ayudan a analizar el presente y a conocer la historia de Venezuela de una forma íntima y entretenida. La conexión entre ambas piezas incitan a indagar sobre las semejanzas del pasado y el presente; a conocer más sobre el mundo político, inherente a los millones de venezolanos que se encuentran por el mundo.
—Soy un imbécil lleno de buenas intenciones, y así no se puede hacer política— personaje de Isaías Medina Angarita.
Ambas obras están disponibles en la Web del Trasnocho Cultural .