• El economista asegura que es poco factible que el régimen pueda pagar a los trabajadores públicos sus salarios en dólares

Para el economista Alejandro Grisanti la economía nacional venezolana enfrentará una serie de retos de cara al año 2021, debido a que el régimen bolivariano no tiene flujo de caja en divisas para asumir obligaciones internas: “Ha destruido las fuentes de ingresos con la destrucción de Petróleos de Venezuela”.

En entrevista con El Diario, Grisanti conversa en relación con diversos aspectos de la economía nacional e internacional. En 2020, la crisis estuvo signada por la pandemia del covid-19 y para el año 2021 el panorama tampoco es alentador, “va a ser un año de mucha volatilidad”.

Se ha hablado mucho de dolarización y salarios en Venezuela. ¿Los empleados del sector público podrían contar con salarios en dólares en el mediano plazo?

Venezuela no puede dolarizar, porque lo que está ocurriendo en el país es un escenario que los economistas llamamos de “dominancia fiscal”, es decir, el gobierno ha destruido sus fuentes de ingresos, su capacidad de generar ingresos con la destrucción de Pdvsa y no tiene posibilidad de generar externos. Entonces, necesita emitir dinero para poder pagar bonos, salarios y cualquier otro compromiso. En ese escenario, el Estado no puede dolarizar, puesto que lo que menos tiene hoy Maduro son divisas que van a ser necesarias para pagar sueldos, salarios, bonos, etc. En un escenario de restricción de ingresos, la única solución que les queda es la “maquinita”, que es imprimir bolívares y con eso se pagan sueldos y salarios. Por consiguiente, nunca, mientras Nicolás Maduro esté en el poder los empleados públicos van a poder recibir dólares como parte de pago.

El tipo de cambio en Venezuela ha aumentado considerablemente en las últimas semanas debido a la emisión de bonos de parte de régimen y con la anuencia de la directiva del Banco Central. ¿Se podría afirmar que el principal promotor de la dolarización en el país es el presidente del BCV, Calixto Ortega Sánchez?

Calixto Ortega es el gran culpable de la destrucción del bolívar. Las monedas tienen varias funciones para que sean demandadas: deben servir para hacer transacciones. En Venezuela no hay bolívares, no hay billetes. Estamos en hiperinflación y las tarjetas de crédito y los medios electrónicos se quedan cortos. El bolívar tampoco sirve como reserva de valor, todo el tiempo se deprecia. Entonces, la reserva de valor no existe. Tampoco el bolívar sirve como unidad de cuenta.

En el ámbito económico, ¿considera que en algún momento futuro los criptoactivos pudieran competir con divisas como el dólar o euro como inversión de Estados o Bancos Centrales? 

 —Depende del criptoactivo. Yo creo que el petro fue una ilusión, eso a pesar de que el gobierno pasó muchos años hablando del petro, al final no tuvo ningún tipo de demanda, ni se convirtió al dólar, ni se logró estabilizar el bolívar con el petro. Si te refieres a todo el resto de las criptomonedas, bitcoins y otras, cuando los bancos centrales del mundo comiencen a demandar esas monedas, yo lo veo aún como un futuro lejano, yo creo que aún falta mucho. Yo creo que el auge que se veía de estas criptomonedas no ha sido tan fuerte o no ha sido tan rápido como la mayoría de las personas esperaba. Yo no veo en un futuro cercano que los bancos centrales asuman posiciones importantes en criptomonedas, al menos los principales bancos centrales del mundo, llámese la Reserva Federal o el Banco Central Europeo. 

Ámbito internacional

El Índice Industrial Dow Jones y el Nasdaq han ganado posiciones en los últimos días. Cuando comenzó la cuarentena y distanciamiento social se ubicó en 20.000 y 6.900 respectivamente. ¿A qué se debe esta recuperación?

No me gusta pronosticar sobre las bolsas de valores en ese sentido, porque es muy difícil tener algún tipo de precisión hacia donde puedan ir las bolsas. Lo que sí me parece es que la americana ha subido con fuerza de marzo a abril, por todo el estímulo fiscal y monetario que ha tenido esa economía. Ha habido una gran expansión fiscal y reducción muy fuerte de las tasas de interés e inyección de muchos dólares en el mercado. Y cuando se inyecta con credibilidad, que es el caso de la Reserva Federal (Banco Central americano), no hay inflación (…) entonces yo creo que allí tú tienes una explicación del por qué las bolsas han subido tan fuerte y es un tema de expansión fiscal y monetaria. 

 La crisis económica que generó el covid-19 está en pleno desarrollo ¿Qué se perfila para el sector inversor y empresarial mundial en 2021?

Yo te diría que ya viene la vacuna y que se ha empezado a ponerla en el gremio de la salud aquí en Estados Unidos. Aún hay mucha incertidumbre, hay muchas cosas que aún es necesario explicar y eso nos lleva a recomendar cautela. La recomendación mía es ser muy conservador de cara al 2021. Va a ser un año de mucha volatilidad, de cara a los precios relativos de las acciones y de los valores y yo entonces, lo que recomiendo, es tener mucho cuidado con los ahorros. Para América Latina diré que el sector en el mundo que en términos per cápita ha sufrido con mucho más fuerza la pandemia, es quizás una de las regiones en el mundo que se va a tardar más en llegar la vacuna, y todos los indicadores económicos apuntan en que va a tener mayor contracción del producto y va a tener una recesión más profunda.

Noticias relacionadas