• El amor está en el aire pero también el covid-19, pero eso no ha detenido a los enamorados para celebrar su día. Respetando las reglas de bioseguridad, el amor ha prevalecido en esta pandemia

“El Día de San Valentín puede tener muchos significados para una pareja”, aseguró el psicólogo Leonardo Hernández, especialista en dinámica de grupos. “Puede ser la perfecta ocasión para renovar el amor, para darle a entender a tu pareja que estás solo para él o ella”.

Pero también el profesor y jefe de la Cátedra de Prácticas Clínicas del Departamento de Psicología Clínica de la Universidad Central de Venezuela (UCV), advirtió que “San Valentín puede presentar una exigencia social”. 

Según el especialista, puede haber parejas que se sientan obligadas a comportarse de determinada manera ese día como parte del ritual de la celebración, pero que realmente lo ven como “una fecha comercial”. 

Sin embargo, esta fecha tiene una interesante historia. 

¿Quién fue San Valentín?

El 14 de febrero es el día dedicado a este santo de la Iglesia católica. Si bien, en la historia eclesiástica existieron tres San Valentines distintos, el más reconocido y a quién se le dedica esta festividad, es San Valentín de Roma. 

San Valentín
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Este era un médico romano que se convirtió en sacerdote. Él casaba a los soldados con sus amadas, cosa que hizo enfurecer al emperador romano de la época, Claudio II “el Gótico”, porque no consideraba compatible la vida militar con la vida de un hombre casado.

Pero San Valentín no se detuvo y siguió casando a las parejas, hasta que el emperador ordenó decapitarlo en el año 270, convirtiéndose en uno de los mártires de la Iglesia católica. 

Evidentemente la influencia de San Valentín matiza la situación de una especie de capa mágico-religiosa como hablando del amor predestinado o que debe mantenerse unido a cualquier costo”, señaló el psicólogo para El Diario.

Hernández se dedica al ejercicio clínico privado en la atención de adultos en distintos temas, entre ellos, la terapia de pareja. Para él, es interesante que, parecería que entre más prohibido sea ese amor, más atractivo resulta (aunque no siempre sea así).

Lo cierto es que, en pandemia, son otras fuerzas las que se oponen al amor. Pero muchas parejas han logrado sortear esos obstáculos. 

“Jamás nos imaginamos que íbamos a conseguir el amor en cuarentena” 

El 19 de septiembre de 2020, en pleno regreso a clases virtuales en la universidad, Álvaro* recibió una notificación que no sabía que le cambiaría la vida. 

Isabella Soto te ha contestado una historia en Instagram.

“Eso fue súper intencional. Yo quería que me hablara”, aseguró Isabella entre carcajadas, frente a una mirada atónita de Álvaro.

“Yo no tenía idea de cómo abordar la situación”, confesó él. Contó que ya había pasado por un momento difícil previo en cuarentena y no quería volver a pasar por algo parecido, sin embargo, un amigo le dijo que lo intentara y se atrevió a contestarle a Isabella.

Actualmente son novios y tienen tres meses de relación.

San Valentín en pandemia
Foto: Cortesía

Ya ellos se conocían antes de la pandemia. Habían compartido unas clases juntos en el ciclo básico de la universidad pero no eran amigos cercanos. Cuando cada uno empezó su carrera, perdieron el contacto.

Lo que cambió todo fue una videollamada que pasó de ser un tutorial de cómo hacer café frío a una conversación que duró horas. “Luego de eso yo la invité a tomar un buen café y esa fue nuestra primera salida. A partir de ahí, esto empezó a tomar forma”, explicó él. 

A pesar de la pandemia, ellos se ven todas las semanas. Van a visitarse uno a la casa del otro e intentan hacer planes. Como no viven juntos, toman cualquier excusa para verse, incluso en cuarentena. 

La baja probabilidad de tener acceso a la otra persona puede aumentar el deseo en muchas parejas”, aseguró Hernández.

Apuntó que donde se estableció cuarentena radical o toque de queda implicó para las parejas que no viven juntas, la imposibilidad de tener espacio público para poder conectarse. Pero eso hace, en algunos casos, que aumenten las ganas de verse. 

“Isa y yo salimos todo diciembre, aprovechando que todo el mes fue declarado en cuarentena flexible y no radical…” comenzó a contar Álvaro. “Hasta que a mi papá y a mi hermano les dio covid-19”, terminó Isabella. 

Fue un momento muy difícil para ambos. 

“Yo me sentía muy sola dentro de mi propia casa y me tocó asumir todas las responsabilidades de mi papá esa semana”, relató ella.

Álvaro la veía con cierta compasión, para luego agregar “y yo sentí que no la pude ayudar como me hubiese gustado, pero yo también tenía que cuidar a mi familia. No querían que me expusiera y yo me convirtiera en un elemento peligroso de contagio para ellos”.

Narró con dolor el momento en el que tuvo que ir a su casa a llevarle unas cosas y se las dejó en el estacionamiento. “La vi de lejos y me tuve que ir. No poder saludarla o tocarla cuando estaba ahí parada frente a mí fue muy rudo”.

Pero siempre estuvieron en contacto, a través de mensajes o videollamadas. Las siete noches de esa semana se llamaban y hablaban horas o simplemente se veían las caras por la cámara a pesar de estar cada quien haciendo sus cosas. 

Ambos coinciden en que la clave para mantener una buena relación está en desarrollar una buena comunicación.

La familia de Isabella se recuperó y pudieron volver a verse. Ahora, en el segundo mes del año y tercero de su relación, están más que entusiasmados por San Valentín. 

“Es el primer Día de los Enamorados que paso con alguien”, contó Álvaro con emoción. “Y como cayó con Carnavales entonces es como perfecto y tenemos un plan de irnos a la playa juntos”.

Pero sí contemplan la posibilidad de hacer distintos planes más adelante. Con sus “cumple mes” han ido a restaurantes o se han quedado en pijama comiendo hamburguesas y siguen disfrutando mucho la compañía del otro.

“En este momento nos toca ser mucho más flexibles y darle mucho más significado a cualquier cosa que planeamos hacer de manera genuina para celebrar este día”, es la recomendación de Leonardo Hernández para este San Valentín. 

“Que nos haya tocado la pandemia los cuatro juntos ha sido una bendición”

Alberto* y Cecilia* cumplieron 25 años de casados en 2020 y viven con sus dos hijos.

Yo estoy feliz de tenerlos a todos en la casa”, aseguró Cecilia con alivio y entusiasmo. “Los disfruto mucho más. Antes, todos salían y entraban y yo pasaba el día sola y ahora están todos aquí y compartimos juntos más que nunca”.

Desde el comienzo de su matrimonio, Alberto siempre trabajó desde la mañana hasta la noche. Pero eso cambió con la pandemia. 

“Es difícil el cambio. No es lo mismo estar en la oficina que hablar por una video llamada”, señaló Alberto, aunque sonrió al terminar diciendo “pero también me encanta estar aquí con mi familia todo el día”. 

Cecilia asentía con entusiasmo. “Si bien yo hago mis cosas y él está ahí trabajando, el simple hecho de escucharlo, de sentir y saber que está ahí es algo que disfruto mucho”. 

“Nunca pensamos que viviríamos algo como esta pandemia así juntos, pero realmente lo hemos llevado muy bien”, contó Alberto. Pero han tenido sus altos y bajos en el camino.

“Yo soy mucho más hipocondríaca. Al comienzo estaba aterrada, no salía ni para la esquina. Ahora puedo acompañarlo al mercado y a la farmacia sin problema. Pero él, a pesar de la pandemia, seguía saliendo, más que nada por su trabajo y eso a mí me ponía muy nerviosa”, relató Cecilia.

Ambos creen que lo más crítico ha sido el que Alberto, desde el comienzo, se atrevía más a salir de su casa que Cecilia. Eso llegaba a generar una tensión que luego se disolvía al conversar y la confianza que existe entre ambos de saber que, si bien él estaba saliendo, se estaba cuidando y estaba tomando las medidas necesarias. 

“Ha sido más que nada una disparidad de criterio de si yo debo o no debo ir a algún sitio según lo que yo pienso y lo que ella piensa, pero siempre hemos intentado buscar un punto medio”, explicó Alberto. “Hemos cedido de parte y parte, nadie se ha puesto radical”.

Cecilia agregó que se han apoyado mucho entre ellos. Ambos han sentido que su relación se ha fortalecido por la pandemia y que, a pesar de estar tanto tiempo juntos en casa, no se ha generado ninguna aspereza. 

“Para nosotros todo se basa en el respeto y en el entendimiento. En la empatía para comprender al otro y que así haya armonía. Tratar de entender al otro y ser flexible es lo más importante”, manifestó ella.

“A mayor interacción, más posibilidad de que aparezcan conflictos. No en vano muchas parejas en esta época han pedido asistencia psicológica”, señaló Hernández.

Sin embargo, el psicólogo observó que “hay parejas que han utilizado esta situación para cohesionarse. Pasa en las relaciones donde, no es que se aman más, sino que tienen algún patrón de comportamiento que permite favorecer la comunicación y les ha permitido unirse como pareja”.

San Valentín en familia
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Y como padres también sienten que los lazos familiares se han reforzado. El reinventarse para poder hacer actividades dentro de su propia casa los ha llevado a acercarse, descubriendo nuevos pasatiempos desde ver películas y series juntos hasta jugar juegos de mesa, cosa que antes rara vez lo hacían.

Ahora casi todas las noches tienen un plan familiar dentro de las paredes de su apartamento y se sienten afortunados de poder decir que disfrutan tanto estar confinados juntos. 

A sus hijos les han enseñado siempre a ser personas conscientes en su comportamiento y ahora aún más en tiempos de pandemia. 

“Los cuatro intentamos ser cautelosos a la hora de exponernos. Les enseñamos que cuidarse para cuidar a los demás es el amor que sientes hacia esas personas que estás cuidando”, explicó ella. 

“Por eso no estamos viendo a los abuelos con la frecuencia que nos gustaría, porque los amamos y queremos protegerlos. Cuando sí los vemos, es con todas las medidas de bioseguridad”agregó.

Desde que empezó la cuarentena, han pasado los cumpleaños de Cecilia y sus hijos, el 25 aniversario de la pareja, la graduación de la universidad de su hija mayor, Navidad y Año Nuevo, todos juntos en casa. 

Ahora Alberto que está a punto de pasar su cumpleaños en cuarentena, justo después del Día de los Enamorados, ríe al pensar en eso. “Celebrar San Valentín los cuatro juntos es un San Valentín “ampliado” pero estamos feliz de pasarlo en familia”, confirmó.

Hernández aseveró que es necesario, más en tiempos de cuarentena “replantearse nuevas maneras de divertirse o apoyarse en nuevos proyectos, aprender nuevas habilidades y tener el apoyo de la pareja es fundamental”.

El especialista ratifica con entusiasmo que “hay parejas que han utilizado esta situación para consolidar la noción de equipo que puede proteger la relación y la unión familiar”.

“Nuestra meta es sobrevivir a esta pandemia”

Carmen* y Jorge* cumplen 53 años de casados este año. Con 75 y 76 años de edad respectivamente, ambos están muy conscientes de que se encuentran en la población de riesgo de la pandemia por covid-19. 

“Nunca pensamos que íbamos a vivir una pandemia”, expresó Carmen con cierta conmoción. “Pero esto es como vivir una guerra, nuestra meta es sobrevivir. No es tan grave porque si nos cuidamos podemos salir con vida, en las guerras tú no sabes”. 

A pesar de que el confinamiento no ha cambiado demasiado su dinámica, sí han estado conscientes de todas las medidas que deben tomar para protegerse. 

“Yo me siento muy bien cuidado”, aseguró Jorge. “Nos estamos protegiendo mucho más y nos hemos informado, estamos muy pendientes de mantener exageradamente las normas de bioseguridad”. 

Las personas de la tercera edad también comparten el Día de los Enamorados en pandemia
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Lo único que lamentan es no haber podido compartir con sus hijas y sus nietos las fechas importantes para la familia, pero si algo tienen claro, es que su prioridad en este momento es su salud. 

“Esto se siente como una vacación forzosa y nos la hemos tomado como tal” opinó Jorge.

Carmen explicó que ahora se han repartido mejor las tareas administrativas y domésticas. 

Ambos se apoyan en todo, pero también mantienen sus momentos de esparcimiento. Mientras Jorge se dedica a cuidar el jardín, ella lee. “Lo único grave fue cuando nos quedamos sin Directv”, comentaron con humor.

Para ellos, su vida no se vio tan trastocada porque, a su edad, creen que han enriquecido mucho su vida interna y no dependían tanto del mundo exterior. 

Además, Carmen con sus hermanas y un par de sobrinos están hechos cargo completamente de su mamá, quien cumplió 101 años en diciembre y su casa está conectada a la de Carmen por el patio interno. 

“Entre nosotros nos hemos ayudado mucho, no solo entre nosotros dos sino también entre mis hermanas. Y mi mamá está feliz de tenernos a todos cerca siempre. Como vivimos entre la casa de mi mamá y la nuestra, nos vemos siempre entonces no nos hemos sentido solos”, contó ella. 

Hernández no dudó en señalar que “se cuida lo que más se aprecia”, por lo que aquellas relaciones donde se busca comportarse de una manera que fortalezca la unión, hará que los dos miembros de la pareja se sientan más apreciados al ver los esfuerzos que están poniendo en hacer viable la relación. 

Es por esto que Carmen y Jorge están de acuerdo en que la paciencia es un elemento fundamental en su relación. 

Creen, además, que han desarrollado una resiliencia que otras personas de su edad en otros países no tienen justamente por las muchas cosas -ahora incluida la pandemia- que les ha tocado vivir en Venezuela. 

Si nos está tocando vivir esto, entonces hay que vivirlo a plenitud y sacarle provecho a la situación. Hay que asumirlo con fortaleza”, es el consejo de Carmen.

Jorge la complementó diciendo que “hay que adaptarse a las circunstancias y hacer lo que uno pueda hacer”.

Si bien ambos tienen esperanzas en que la vacuna llegue pronto, no se angustian pensando en cuándo va a pasar. No quieren generar expectativas que luego no se cumplan y entonces caer pánico o angustia. 

Lo mismo han hecho con la información. “Intentamos no intoxicarnos y leer e informarnos solo lo necesario”, explicó Carmen.

Con entusiasmo comentan que tienen un almuerzo planificado para San Valentín. “Pero no de pareja sino todo el grupo familiar con los que nos vemos a diario. Siempre estamos con la ilusión de hacer algo así sea en este espacio en el que nos sentimos seguros”, contó Jorge.

Aunque Carmen agrega con un tono más serio “Sí, pero no podemos inventar demasiado. Al final, lo que nos estamos jugando no es poca cosa. Es la vida”.

Para Leonardo Hernández es importante resaltar “el carácter crucial de la pandemia y sus efectos en la humanidad. En este momento tenemos que ser más creativos para poder celebrar esta fecha porque debemos garantizar nuestra propia subsistencia. Para nuestro futuro y para el de los seres queridos que dependen de nosotros”. 

“Por eso, esta nueva juventud tiene que aprender a cuidarse, porque la vida es lo más valioso que tienen. La gente cuando está joven no piensan nunca que van a perder la vida”, reflexionó Carmen. 

“Nos dimos cuenta que podemos vivir juntos sin problema”

Aki* y Guillermo* tienen casi cinco años siendo novios y hace tres emigraron juntos de Venezuela a España. 

Desde entonces, su dinámica ha cambiado. Antes vivían juntos en la misma residencia, luego Guillermo se mudó a un apartamento donde Aki lo visitaba los fines de semana y donde pasó con él el verano.

Y el confinamiento. 

“Descubrimos que podemos vivir juntos en un espacio de veinticinco metros cuadrados sin morir en el intento”, explicó Aki. 

Amor en pareja con pandemia
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“Para nosotros lo más importante ha sido tener la posibilidad de que cada uno pueda hacer sus cosas por su lado, a pesar de estar juntos casi todo el tiempo”, comentó Guillermo. 

Hernández indicó que conseguir actividades que puedan hacer en solitario o que puedan compartir en pareja como una clave para una mejor convivencia. 

Si bien ambos están en Madrid, una de las ciudades con más casos de covid-19 del mundo, Aki se angustió antes de que el virus llegara a España.

“En enero de 2020 yo veía las noticias de un virus que venía de China y que había llegado a Francia y estaba aterrada. Pensé que era el fin del mundo. Pero cuando llegó el confinamiento y me mudé con Guillermo, casi que la pasamos bien. No nos afectó el encierro”, relató ella. 

“Lo único fastidioso ha sido el tema de desinfectar todo”, confesó Guillermo. “Antes hacíamos compras juntos hasta que un día nos dijeron que no podíamos entrar los dos al mercado. Entonces entré yo solo y Aki se quedó afuera. Desde entonces yo voy solo a hacer mercado”. 

En ese contexto, Hernández señaló que la importancia de la repartición de actividades y distribución de las tareas con un sentido de equidad. Con tanto tiempo juntos, la negociación en las parejas se ha vuelto un elemento clave en su relación para lograr un “código de funcionamiento” con el que ambos estén de acuerdo. 

Y a pesar de la situación que se ha vivido en Madrid a raíz de la pandemia, Aki y Guillermo prefirieron haberla vivido allá que en Caracas. 

“No solo es la escasez o la precariedad de los servicios -como Internet-, es también el hecho de que aquí vivimos juntos y allá hubiese sido difícil, casi imposible, poder vernos”, aclaró Aki. 

Sus planes de San Valentín son comprar una torta y comérsela juntos en casa. “Es lo que hacemos todos los fines de semana”, confesó Aki riendo. 

Cosa en la que Hernández parecería estar de acuerdo. “El amor no tiene que celebrarse solamente el 14 de febrero”; afirmó el psicólogo. “Usted tiene 365 días para celebrar el amor y tiene que celebrarlo todos los días”.

Si bien Leonardo Hernández no sabe decir si el Día de San Valentín es un evento condicionado por la presión social, o un día verdaderamente importante para las parejas, lo que sí sabe es que es “un día para expresar el amor de manera genuina y creo que todos los días son útiles para eso”. 

* Los apellidos de los entrevistados se omitieron a petición de ellos.

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