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- Victoria Fernández es una youtuber venezolana que ha convertido su trastorno bipolar tipo II y obsesivo compulsivo en una historia de superación
Victoria Fernández es una youtuber venezolana oriunda de la ciudad de Maracaibo, estado Zulia, que durante su infancia tenía muchos pensamientos negativos para los que no hallaba explicación ni respuesta.
A sus 17 de años de edad le diagnosticaron trastorno bipolar tipo II y trastorno obsesivo compulsivo (TOC), un proceso que no fue nada fácil para ella y para toda su familia, pues a partir de allí eso la acompañaría por el resto de su vida.
“Fue súper difícil. Pero si yo puedo sobrevivir, tendré la oportunidad de contar mi historia en el futuro”, expresó Fernández en entrevista para El Diario.
Tener ambos trastornos no fue un impedimento para continuar. Con el tiempo comprendió que lo que le estaba sucediendo se iba a convertir en su propósito. Y fue así cuando decidió abrir su canal de YouTube denominado: “I live to inspire mental health” (Vivo para inspirar salud mental) donde realiza videos en español e inglés. En esa plataforma busca convertirse en portavoz de todas las personas que padecen de una enfermedad mental.
Actualmente tiene 22 años de edad, vive en la ciudad de Houston, Estados Unidos, y estudia Marketing en la Universidad de Texas A&M. Su sueño, al culminar su carrera, es seguir marcando una diferencia y demostrar que sí se puede salir adelante.
Las primeras señales de su enfermedad
Durante su infancia, Victoria era una persona muy sentimental, ansiosa y temerosa de muchas cosas. Lloraba todo el tiempo incluso cuando no tenía razones para hacerlo.
“A mis 7 años de edad empecé a tener pensamientos compulsivos, pensaba que algo malo iba a pasar si no tomaba acción sobre las cosas. Para una niña eso era horrible y me afectaba mucho”, dice.
Desde ese momento, comenzó a asistir al psicólogo, pero cuando llegó a su adolescencia entró en una depresión que para ella no tenía sentido.
El momento indicado para ir al psicólogo
u003cpu003eLa psicóloga Angélica Aular, quien trata a Victoria, comenta para u003cstrongu003eEl Diariou003c/strongu003e que u003cstrongu003e u003c/strongu003emientras más tiempo ocurra entre el inicio de los síntomas o conflictos, y el momento en que se va a la psicólogo, mayores consecuencias o repercusiones negativas se dan en la vida del sujeto. nn“Debería ir al psicólogo cualquier persona que presente síntomas, esté viviendo una situación difícil, quiera cambiar aspectos de su vida, sienta que no puede con una emoción en particular, quiere ayuda en el proceso de toma de decisiones, está teniendo conflictos o simplemente desea conocerse a sí mismo”, agrega.u0026nbsp;u003c/pu003enu003c!u002du002d /wp:paragraph u002du002du003e
Un diagnóstico no la iba a detener
El año 2015 fue uno de los más duros de su vida. Victoria comenzó a hacerse daño y sus padres decidieron buscar ayuda profesional con un psiquiatra. Luego de eso, tuvieron una respuesta a todos sus comportamientos: le diagnosticaron trastorno bipolar tipo II.
—¿Cómo reaccionaron las personas más cercanas a ti?
—Fue difícil. A mis papás les costó mucho aceptar que tenía un trastorno mental. Mis amigas estuvieron ahí para mí, me acuerdo perfectamente cuando les dije que había ido al psiquiatra y que me habían dicho que tenía trastorno bipolar. Me puse a llorar con ellas, fue algo muy fuerte.
—¿Qué fue lo más duro de empezar a vivir ese proceso?
—Lo más difícil fue entenderme a mí misma, entender el hecho de que iba a tomar medicamentos por el resto de mi vida y cuál repercusión iba a tener eso para mis relaciones a futuro. Preguntarme si alguien realmente me iba a querer por quien soy. Luego comprendí que yo era la misma antes y después, solamente que ahora sabía algo que me iba a ayudar a sentir mejor. Aprendí que mis miedos no eran una realidad y que todo iba a estar bien.
Yo entendía que yo tenía algo y que aún así valía como persona, pero me daba miedo de que los demás no lo vieran así. Eso duró mucho tiempo hasta que conocí a mi novio y me demostró lo opuesto, dejé atrás esos miedos y me di cuenta de que mis temores sobre que nunca iba a encontrar el amor y que las personas no me iban a querer no eran ciertas.
No importa tener un trastorno mental, uno igual puede ser lo que uno quiere, uno igual puede tener amor, y uno igual puede ser feliz.
El psiquiatra de Fernández, Sergio Henao, detalló para El Diario que el trastorno bipolar es una enfermedad mental hereditaria con variación del afecto, especialmente depresiones o períodos de manía o agitación.
Su motivación en la vida: ayudar a los demás
Desde que a Victoria le diagnosticaron su trastorno mental sentía que quería ayudar a otras personas y empezó a hacerlo con niños con discapacidad. A través de ellos se dio cuenta de que lo que le estaba ocurriendo era algo que podía usar para ayudar a otras personas.
“En el high school (secundaria) estaba en un programa que se llama best buddies, donde hay niños con discapacidades. Uno asiste para jugar con ellos, ayudarlos y realizar eventos de inclusión. A uno lo ayuda muchísimo más que a ellos. Yo siempre digo que me ayudaron a valorar mi vida”, relata.
La venezolana se sentía muy deprimida durante esa época, pero nunca pensó que unas palabras de un niño del programa la marcarían para siempre.
Tras recuperarse de su depresión, Victoria decidió realizar una charla en su colegio para contar su historia, ya que habían muchos niños que se estaban suicidando justo antes de graduarse y su meta era marcar una diferencia para que los demás no se sintieran solos y pudieran salir adelante.
YouTube, su ventana para motivar
Victoria terminó el colegio con muchos sueños por delante. Iba a comenzar una nueva etapa en su vida que requería de más compromisos: la universidad. Para ello debía postularse y esperar la respuesta por parte de los directivos.
“Tardaron en contestar hasta que finalmente me llamaron y me dijeron que me iban a aceptar para que yo pudiera marcar una diferencia con la salud mental en la universidad y eso fue una señal de que yo tenía que ir más allá, de que lo que yo quería hacer si se podía y si valía la pena”, cuenta Fernández.
Durante sus dos primeros años en la universidad, Victoria no tenía claro lo qué iba a hacer. Luego de muchas ideas, decidió abrir un canal de YouTube. Su primer video fue publicado el 4 de junio de 2019 y actualmente tiene más de 12 mil reproducciones.
Desde ese momento, la youtuber venezolana no ha parado y se ha dedicado a realizar sus videos casi todas las semanas. Aunque confiesa que a veces no es fácil, ver los comentarios positivos de las personas que le escriben, le demuestra que sí está haciendo algo bueno para la vida de ellos.
“La mayoría de las veces intento hablar sobre temas que me han afectado a mí y veo de qué manera lo he manejado para poder comunicárselo a los demás. También sigo sugerencias de las personas y consulto con mi psicóloga”, dice.
Los logros que le ha brindado su canal de YouTube
En el año 2019 la plataforma Google Students anunció un concurso para las personas que estaban marcando una diferencia en su comunidad, Victoria aplicó y para su sorpresa quedó seleccionada.
Recibió una nominación para el premio “Herencia hispana, cambió a la comunidad latina” por su canal de YouTube “I live to inspire mental health”, lo que le permitió recibir reconocimientos por parte de la empresa y conocer a muchos latinos con iniciativas increíbles.
El año pasado, a la youtuber se le presentó una oportunidad que jamás hubiese imaginado: su canal para ayudar a otras personas cuando están pasando por momentos muy difíciles fue algo que a los directivos de Google les llamó mucho la atención, por lo que la escogieron para que realizara sus pasantías universitarias en dicha empresa tecnológica. Fue parte del proceso creativo de increíbles proyectos durante la pandemia.
Su sueño, seguir generando un cambio en la sociedad
—¿Qué les dirías a las personas que ven de mala manera a los que tienen una enfermedad mental?
—Tienen que entender que hay personas en sus vidas que tienen trastornos mentales aunque ellos no se den cuenta, a veces estas enfermedades no son tan evidentes. Muchas personas me dicen: no pareciera que tuvieras una trastorno mental, pero yo pienso… “¿Cómo se debe ver una persona que tiene una enfermedad mental?”. Es importante abrir la mente, y aceptar a esas personas. El no aceptar hace muchísimo daño, y si alguien tiene ese tipo de pensamiento de que las personas que tienen trastornos mentales están locos, están negándole la ayuda o negando la posibilidad de pensar que está bien buscarla.
—¿Cuál es tu consejo para las personas que están viviendo un mal momento?
—Uno tiene que buscar ayuda e ir a un psicólogo, conocerse y entender sus propios pensamientos. Cuando uno entiende lo que está pasando, es más fácil aprender cómo manejarlo. A las personas que tienen miedo de buscar ayuda, les digo que la vida siempre puede mejorar, ese momento cuando estás triste, angustiado y deprimido, no va a ser para siempre. Tienen que elegir entre qué pensará la gente o su felicidad. Cuando empiezas a atraer mensajes positivos a tu vida, cuando tienes metas, te vas a dar cuenta de lo poco que importan los malos comentarios, lo más importante es ayudarse a uno mismo para salir adelante.
—¿Cuáles son tus planes para el futuro?
—En mayo termino mi carrera universitaria, y luego me mudaré a la ciudad de San Francisco para empezar a trabajar de manera formal en Google, lo que me tiene muy emocionada. Mi sueño es hablar, en una de sus plataformas, sobre la salud mental. También quiero continuar con mi canal de YouTube y que la gente siga acompañándome para aprender juntos en este camino.
Otros de mis objetivos es reestructurar cómo los colegios enseñan sobre los temas de trastornos mentales y de la salud mental, ya que hay muchos colegios donde no hablan de eso. No solo lo quiero hacer en Estados Unidos sino en mi país Venezuela y en muchos lugares del mundo.
—¿Qué le dirías a la Victoria del pasado?
—Le diría a la Victoria que estaba deprimida y triste que siga luchando porque vale la pena vivir. De otra forma, no estaría cumpliendo los sueños que estoy viviendo ahora, y eso no solo se lo digo al yo de antes, sino a todas las personas que están pasando por un mal momento, nunca se rindan.
El psiquiatra Henao menciona que el cambio de Victoria ha sido beneficioso: “Sí he visto cambios en ella desde que la empecé a tratar, pasó de ser una persona incapacitada por la depresión y la ansiedad a convertirse en una persona perfectamente normal”.
La Federación de Psicólogos de Venezuela (FPV) tiene a su disposición una línea de ayuda psicológica a través de los siguientes números: 0212-416.31.16 y 0212-416.31.18. Está disponible de viernes a miércoles de 8:00am hasta 2:00am. El servicio es completamente gratuito (solo se paga el costo de la llamada).
