• En las últimas 24 horas han fallecido dos sacerdotes por covid-19 en el país. La CEV pide acelerar la vacunación ante el aumento de muertes por esta enfermedad, que ya suma más de 1.834 fallecidos

La noche de este jueves 15 de abril, la Arquidiócesis de Caracas informó que el párroco de la parroquia Petare, Miguel Vargas, falleció a causa de complicaciones por coronavirus. Es el segundo representante de la Iglesia venezolana que muere por esta enfermedad en las últimas 24 horas. 

Un día antes había muerto el sacerdote Miguel Pan, de la congregación Misioneros de San Carlos, quien en vida participó en diversas actividades religiosas en las parroquias de Barquisimeto, Maracay, Valencia y Caracas. 

El padre Pan, de 83 años de edad y de origen italiano, era rector de la Iglesia Alta Florida de Caracas y formaba parte del colegio Nuestra Señora de Pompei. Los fieles lo recordaron por haber apoyado la celebración de la misa en honor a La Chinita en Valencia por varios años.

Un días antes, el miércoles 14 de abril, falleció el sacerdote Miguel Pan, de la congregación Misioneros de San Carlos, quien en vida participó en diversas actividades religiosas en las parroquias de Barquisimeto, Maracay, Valencia y Caracas. 

Al menos 20 sacerdotes y obispos han fallecido por covid-19 desde que empezó la pandemia en Venezuela.

En el interior del país, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) informó el pasado viernes 9 de abril que el obispo emérito de la Diócesis de Barcelona, monseñor César Ramón Ortega Herrera, falleció a sus 82 años de edad luego de presentar sintomatología asociada al virus.

La CEV también lamentó el fallecimiento de Helímenas Rojo Paredes, obispo emérito de la Arquidiócesis de Calabozo, estado Guárico, a sus 94 años de edad. Sin embargo, hasta el momento se desconocen las causas por las cuales se produjo el deceso del religioso.

Ese mismo día, en horas de la noche, se anunció la muerte del monseñor Tulio Manuel Chirivella, obispo emérito de Barquisimeto, como consecuencia del covid-19.

En ascenso. 1.834 muertes por covid-19 registran las autoridades venezolanas desde que inició la pandemia. El mayor número de casos se ha producido entre marzo y lo que va de abril.

Los fieles lamentan las pérdidas

Tres religiosos han muerto por complicaciones asociadas a esta enfermedad en este estado. En septiembre de 2020 murió el padre Alex Guillermo González Graterol, de 64 años de edad, párroco de Nuestra Señora del Carmen.

En diciembre el padre Julio Ramón Rodríguez García, párroco de San Blas, murió a sus 61 años de edad.

El 6 de abril, el párroco de San Martín de Porres, en Valencia, estado Carabobo, Moisés Pérez Lugo, falleció. Tenía 59 años de edad. 

Al menos 20 obispos y sacerdotes venezolanos han muerto por covid-19 en Venezuela
Foto: Moisés Pérez Lugo

Piden acelerar la aplicación de vacunas sin discriminación

La CEV ha pedido resolver prontamente la vacunación contra el covid-19 en Venezuela. Los obispos hicieron un llamado a las instancias públicas y privadas, además del régimen de Nicolás Maduro para que se llegue a acuerdos “con la adecuada y científica asesoría de especialistas” a fin de conseguir las mejores vacunas que se apliquen a toda la población sin discriminación. 

“No se puede esperar más tiempo. Lo humano está por encima de las diatribas políticas, pues la vida de cada persona es digna y sagrada”, destacó la CEV en un comunicado.

La institución lamentó el aumento de casos y muertes por coronavirus y consideran que esto ha creado más angustia, sobre todo en la población más vulnerable. “El pueblo tiene el derecho a ser debidamente atendido tanto en la prevención como en los cuidados médicos necesarios”, concluyeron. 

El régimen de Nicolás Maduro anunció el pasado 9 de abril que priorizará la vacunación contra el covid-19 en los adultos mayores que se encuentren registrados en el Sistema Patria en Venezuela.

Esto quiere decir que aquellos sacerdotes, obispos y trabajadores religiosos que no estén en el sistema no recibirán la vacuna. Las personas que son “seleccionadas” reciben un mensaje de texto en el que se les informa las indicaciones para recibir la primera dosis. 

Luis Francisco Cabezas, director de la Asociación Civil Convite, indicó previamente para El Diario que el régimen debe garantizar una organización transparente y que no discrimine a un número importante de personas, consideradas población de riesgo, para un fin político.

Cabezas consideró que el Sistema Patria no debe utilizarse como un mecanismo similar a la cédula de identidad para poder acceder a la vacuna. 

“Hay que tomar en cuenta a las personas que tienen dificultades con temas tecnológicos. Los que viven en zonas remotas y no centralizarlo pensando solo en Caracas”, agregó en una entrevista para este medio de comunicación.

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