• En el año 2020, cuando sufrió quemaduras en el 71% de su cuerpo, dice para El Diario que volvió a nacer. Después de una dolorosa rehabilitación en la que tuvo que aprender a comer, caminar y a hacer su vida como antes, el Departamento de Tesoro de Estados Unidos le informó sobre la deuda que no pagó su aseguradora

Cuando volvió a nacer, Alexis Hernández tenía 23 años de edad. Fue el 19 de enero de 2019. Ese día, dice, ocurrió lo impensado: casi muere por un accidente en el que sufrió quemaduras de segundo y de tercer grado en el 71% de su cuerpo. Derribando pronósticos pesimistas que lo acercaban más a la muerte que a la vida, sobrevivió. Debió superar 20 días en coma y más de dos meses en cuidados intensivos. “Fue como volver a nacer”, cuenta para El Diario.

Desde hace algunos meses, sin embargo, Alexis se pregunta si valió la pena el esfuerzo. Él señala al sistema –al Estado- como responsable. “Siento que el sistema no beneficia a los pacientes, simplemente están para aprovecharse de que están enfermos, para sacarle el dinero”, lamenta. En junio de 2020, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos le envió una carta informando que debía 1,7 millones de dólares por su tratamiento, a pesar de que su aseguradora cubría emergencias en EE UU. Él es de Puerto Rico.

Ahora lleva adelante toda una campaña, que incluye a congresistas puertorriqueños en EE UU, para que el gobierno de Joe Biden se haga cargo de la deuda. Solo así, dice, podrá seguir adelante con su segunda vida.

El accidente

Alexis llegó a México en enero de 2019 para cumplir su sueño de la infancia. “Desde muy pequeño siempre había soñado con estudiar medicina”, explica. La idea de cambiar la vida de las personas, de transformarlas, siempre fue un interés que nunca salió de su mente. Él proviene de Camuy, una población en el noroeste de Puerto Rico, en donde siempre llevó una vida “tranquila”, quizás tan relajada como el tono de su voz. Su actividad no era mucho más agitada que ir a la iglesia –es católico y dice ser muy creyente- y participar con jóvenes en campañas.

Con la meta de convertirse en doctor, partió junto con su familia rumbo a Guadalajara, la ornamentada capital del estado mexicano de Jalisco. Sus padres lo acompañaron una semana mientras se acoplaba a la ciudad. Se despidió de ellos en la madrugada del 19 de enero, cuando los llevó al aeropuerto. Esa misma tarde ocurrió el accidente.

Alexis encendió el calentador para darse un baño. En cuestión de segundos, el sistema de calefacción explotó, generando un gran incendio que lo envolvió a él y a su apartamento.

Luego de una semana en cuidados intensivos, en donde los médicos lograron estabilizarlo en un hospital mexicano y luego lo trasladaron al Instituto de Investigación Quirúrgica del Ejército de los Estados Unidos, en San Antonio, Texas, que se especializa en el tratamiento de víctimas de quemaduras. Allí duró 20 días en coma.

Los primeros días (después del accidente) no recuerdo nada. Realmente es bien difícil, porque no es como que despiertas de la nada y recuerdas todo. Lo que recuerdo es que el accidente había sido en México, y despiertas en otro país, ves a gente hablando otro idioma. Estaba bien confundido, pero estaba con mi familia a mi lado, y era bien doloroso lo que sentía en mi cuerpo”, comenta.

Volver a la vida

El proceso de recuperación fue doloroso. Con la piel escamada, con todo su cuerpo vendado, incluso hacer cualquier movimiento era traumático. Alexis, hasta para comer, dependía de otras personas. “Me tocó aprender todo desde cero, comer, aprender a caminar. Fue difícil, frustrante, lloré mucho en el camino”, relata.

Alexis recurre a la fe para explicar su resiliencia. Asegura que, si Dios le había dado una oportunidad para seguir con su vida, él debía aprovecharla. Durante ese tiempo jamás pensó en rendirse o en que su lucha no valía la pena. Se preguntaba, eso sí, por qué le había pasado eso a él, si “nunca había hecho nada malo”. Decidió luchar.

La rehabilitación la contó a través de un hilo de Twitter que dio a conocer su historia en varios países del mundo. En marzo de 2019, dos meses después del accidente y con todo su cuerpo vendado, apenas podía dar algunos pasos con la ayuda de varios enfermeros y de una caminadora en la que se apoyaba. Pocos meses después pudo caminar sin andadera. También debió aprender a comer. Se sometió a 19 cirugías para recibir injertos de piel. Lo que era un proceso doloroso, lo convirtió en un reto diario para aprender cosas nuevas.

Después de casi ocho meses, volvió a Puerto Rico caminando por su propia cuenta. Familiares y amigos lo recibieron en el aeropuerto con banderas puertorriqueñas, pancartas, oraciones y música en vivo.

En su país continúa con el proceso de recuperación. Los avances son notables. El pasado 23 de abril, pudo volver a una playa. Cosas que parecen rutinarias o sin importancia ahora tienen una nueva dimensión. Saber disfrutar de eso, dice, es el mayor aprendizaje que tiene de su experiencia.

“La vida es un momento, y en cualquier instante se puede acabar. Aprendí a apreciar las pequeñas cosas de la vida, las cosas que a veces uno da por hecho como caminar, ver, poder utilizar tus manos para comer. Ahora soy mucho más agradecido con todo lo que puedo hacer”, asegura.

Una deuda impagable

Cuando leyó la carta del Departamento del Tesoro de EE UU, Alexis quedó en shock. Debía pagar 1,7 millones de dólares por su tratamiento, por lo que contactó a First Medical, su compañía de seguros. La respuesta fue decepcionante: no podían cubrir la deuda debido a que el accidente que sufrió no fue en Estados Unidos, sino en México. Después de varios intentos por solucionarlo, cayó en cuenta que el Estado no se haría cargo.

Alexis Hernández, el joven puertorriqueño que superó un accidente y ahora debe 1,7 millones de dólares por los gastos médicos

“Ahí fue una decepción muy grande, porque siento que un sistema de salud me falló, y yo casi doy mi vida luchando por eso. El sistema me está dando una deuda que no puedo pagar”, comenta ahora en tono de resignación.

Alexis ahora busca la manera de que el Departamento del Tesoro –o el Departamento de Justicia, dado a que el monto es muy elevado- salde la deuda. A través de una publicación en su Facebook, se dirigió a la entonces gobernadora de Puerto Rico, Wanda Vázquez. “Gobernadora, ¿qué se puede hacer en mi caso para detener el abuso de las aseguradoras?”, escribió. “First Medical, el mayor proveedor de servicios de salud para empleados gubernamentales, me hizo creer que cubriría la factura del hospital en el cual estuve siete meses”.

Varias personas se han movilizado para ayudarlo. Jenniffer González, la única representante de la isla en el Congreso, escribió recientemente al presidente Joe Biden. “Le pido respetuosamente que considere perdonar los gastos en que incurrió Alexis en este horrible accidente”, escribió.

De momento no se plantea otra opción para saldar la deuda. Meses después del accidente, con la ayuda de amigos y familiares, abrió una página web para una recaudación de fondos y así cubrir los gastos del hospital en México.  “Siento que no sería justo que las personas paguen mis gastos médicos, y el gobierno puede hacer algo sobre eso”, sostiene.

Por ello, envía un mensaje a las autoridades de EE UU: “Quiero que por favor me ayuden, porque yo quiero concentrarme en mi proceso de rehabilitación, quiero tener tranquilidad y estar enfocado en lo que es importante, en mi recuperación, en que pueda volver a la escuela de medicina. Si tengo esta deuda en el medio, no va a permitirme concentrarme ni vivir”. 

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