Cuentan Arístides Rojas que entre 1713 y 1714, el gobernador de Caracas, José Francisco de Cañas y Merino, ordenó talar todos los árboles de Caracas. Fue una decisión que incluso llegó a hacer cumplir por su propia mano. La ciudad se vio envuelta en la confusión y el miedo. Rojas remite el asunto hacia los años 1626 y 1686, cuando en Caracas se extendió la creencia de que el cují era el causante de las epidemias que azotaban con regularidad a la población. En ese entonces, el ayuntamiento decidió erradicar el leñoso árbol. Para ello se talaron y quemaron todos los especímenes que había en la ciudad. Así continuó la población en la opinión de que los árboles de cují eran perniciosos para la salud pública. Los franciscanos se opusieron, pero tuvieron que someterse al capricho del gobernador. A pesar de ello los árboles caracterizan tanto a Caracas que muchos de ellos dan identidad a varias avenidas, urbanizaciones y residencias de la ciudad, es el caso de Los Samanes, Los Jabillos, Los Mangos, Los Chaguaramos y Las Acacias. 

Leer más  ¿El Sebin es el órgano de cobranzas de Cashea?

En la esquina de San Francisco y frente de la Iglesia del mismo nombre, está una gran Ceiba, 36 metros de altura y una circunferencia de cuatro metros, testigo de varios episodios históricos y de la transformación urbana de la capital, hoy algo apagada, pero no hay una especie más imponente que está en Caracas que el Mijao (Anacardium excelsum), los Pilónes (Andira inermis) por su parte corpulentos, sueltan lluvias de hojas en el verano y sus frutos son los preferidos de algunas especies de murciélagos, que cumplen un rol importante en la dispersión de semillas por la ciudad. Las especies de árboles forman parte de la memoria urbana de las urbanizaciones, lamentablemente los caraqueños desconocen la memoria vegetal de una ciudad que tiene más especies de árboles que años de fundada, pocos saben que tenemos especies en la gran caracas que pasan de cien años, como es el caso de los mijaos que están en los campos de golf del Country Club que ya cumplieron 300 años, en Las Mercedes había un tulipán africano, que era parte del paisajismo de la zona desde los años 40, la Universidad Central de Venezuela heredó de la hacienda Ibarra grandes ceibas que dan alimento a loros, pericos y guacamayas con sus frutos y que dispersan su historia en semillas que se lleva el viento. Esta ciudad nos deja ver el carmeci de los burares al atardecer y los amarillos y rosas de los araguaneyes y apamates que anuncian la temporada de lluvia de mayo.

Leer más  La Traviata: de la convención al riesgo

Los árboles urbanos, que a veces solo valoramos por su sombra o porqué dan un toque de color al asfalto urbano, son un elemento esencial para la ciudad. Estos pueden ayudar a mitigar algunos de los impactos negativos de la urbanización, y así hacer que las ciudades sean más resistentes a estos cambios. Un árbol grande puede absorber hasta 150 kg de CO2 al año, por lo tanto son de gran importancia en una ciudad donde la contaminación suele ser una problemática importante. Los árboles pueden mejorar la calidad del aire, haciendo de las ciudades lugares más saludables para vivir. La colocación correcta de los árboles alrededor de los edificios puede reducir la necesidad de aire acondicionado en un 30 por ciento, aumentando además el valor de una propiedad en un 20 por ciento.

Leer más  ¿El Sebin es el órgano de cobranzas de Cashea?

Lamentablemente a pesar de ser esta una ciudad verde, el gris y el caos ganan terreno en la gran caracas, donde estamos perdiendo cada vez más áreas verdes y arboladas, en el centro de la ciudad y otras áreas los árboles han ido desapareciendo, hay zonas que todavía perduran con bastante vegetación como Altamira, La Castellana, y el Country Club, las acacias, y la ucv, pero el arbolado urbano requiere de un buen plan fitosanitario y de reposición, que nos permita no solo mantener la salud, sino también preservar la memoria vegetal de la ciudad, asi como tambien legislaciones y proyectos urbanos que nos permitan regular la introducción de especies, favorezcan el uso de especies autóctonas, así como la conectividad ecológica y la fauna urbana proporcionando a los animales un hábitat, alimento y protección. Celebremos el día del árbol sembrando vida.

Leer más  La Traviata: de la convención al riesgo

Una forma de aproximarse a vivir para siempre es plantar árboles, les dejo un poema del escritor español Joaquín Araujo, quien en pocas palabras responde porque algunos seguimos empeñados en esta faena, que es ya más que una deuda como lector un compromiso de vida.

¿Para qué planto árboles?

Planto árboles para que,

cuando yo no esté, estén

los surtidores de todos los suspiros

los veneros del frescor,

otros trinos anidando en otros tímpanos.

Planto árboles para que,

cuando yo no esté

quede el color de la vida

pintando otros paisajes,

acaso todavía en calma.

Planto árboles para que,

cuando yo no esté, manen

todavía, como sudor, flores

y frutos de las frondas.

Planto árboles para que,

cuando yo no esté, los

verdes siembren todavía el descanso (…)

Planto árboles para que su

aliento transparente os deje

ver la verdad más grande.

Planto árboles, en fin,

para que sea menos mortal la muerte.

J. Araujo

Artículos relacionados del autor