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- El equipo de El Diario conversó con María Fernanda Burbano, directora creativa de Cúsica, y José Lasses, cofundador del proyecto, sobre la inauguración de su nuevo local en Los Chorros
En el lugar de las dificultades -aunque roce los límites del proverbio repetido- la creación es uno de los métodos de codificación de la realidad o, a su vez, de la liberación de la misma. Sin embargo, los lugares de encuentro y confluencia creativa son necesarios para el sostenimiento de la industria y este es el objetivo del equipo de Cúsica, después de abrir su local en El Hatillo y el festival musical que hicieron a finales de 2019, para seguir, en sus palabras, apostando por Venezuela.
El local de Cusica Studios queda en el corazón de Los Chorros, en Caracas. Al entrar es posible ver una pequeña exposición de fotografías, portadas, souvenirs y todo aquello referente a la música. Las postales de Billie Joe Armstrong, Joe Strummer, Horacio Blanco, entre miles más, permiten al visitante reconocer un nuevo espacio para la creación e incluso para la enseñanza.
Este es uno de los puntos innovadores de Cúsica Studios. Además de enfocarse en el área musical, existe una variedad de espacios para los creadores de contenido y los artistas. La sala de podcasts, el coworking, el salón de fotografía, la tarima del jardín, entre otros, son lugares para agrupar todas las expresiones contemporáneas en Venezuela.
Burbano, por su parte, explica que el chispazo para adentrarse en nuevas industrias vino antecedido por las reuniones en las oficinas de Cúsica, en La Trinidad. En algunos casos, los amigos de la casa, entre músicos, periodistas, escritores, artistas visuales y plásticos, o todo aquel que llegase, establecían un vínculo creativo que inspiraba a crear nuevas propuestas. Entonces, al ver eso, el equipo pensó: ¿Por qué no tener un espacio dedicado a ello?
El lugar predilecto para todo el equipo era la casa que hoy está convertida en Cúsica Studios. Ahí comenzó Cúsica hace ocho años; primero como una página para descargas musicales, luego como un portal de información y después como local y festival. Son pasos paulatinos en una industria que se pensaba moribunda y que comenzaron en esa casona.
Ahora, José Lasses, uno de los cofundadores del proyecto, comentó en exclusiva con El Diario que Cúsica Studios se mantiene con el espíritu de un equipo enfrascado en crear espacios creativos en Venezuela. “La idea comienza porque Cúsica ha intentado desde sus inicios ocupar espacios que hemos identificado dentro de la industria de la música. Nosotros comenzamos vendiendo música por Internet y a medida que fuimos conociendo la industria empezamos a conocer sus necesidades puntuales. Entonces, creo que bajo ese mismo espíritu se desarrolla la idea de Cúsica Studios”, agrega.
Los espacios de Cúsica Studios
Lo más importante de este nuevo lugar en Caracas son los distintos espacios disponibles para la creación. Tanto musical, como elemento principal de Cúsica, como de otras expresiones artísticas. Las distintas salas permiten esa confluencia y están creadas con los mejores equipos y la mejor calidad. En este caso, María Fernanda Burbano explica que cada uno de los salones fue construido desde cero.
Uno de los primeros espacios es la sala de ensayo Mafu Studio, la cual tiene un precio de alquiler de 7 dólares por hora y cuenta con las siguientes características: un salón de 7.16 x 4.70 metros y una tarima; una consola Whagerdale Pro S1824; cinco micrófonos Shure SM58 o Senheisser Evolution 835; una batería Catalina Club; amplificador de bajo Peavy Combo115 y amplificador de guitarra Fender Frontman y Marshal mg102cfx; timbal Tito Puentes, entre otras cosas. Además, incluye un operador de sonido para cada uno de los ensayos.
La otra sala de ensayo es la Deluxe Studios y tiene un precio de 15 dólares la hora. Por su parte, tiene un tamaño de 9.50 x 8 metros y cuenta, además de los mismo equipos que la anterior, con una consola Soundcraft fx m12, una batería Pearl Export Series, un amplificador de guitarra Roland Jazz Chorum 2×12. En esta sala se presentó la banda Meera para demostrar la capacidad del lugar y el uso de todos los equipos disponibles.
La sala de grabación tiene un precio de 12 dólares por hora, 70 dólares por la mezcla de un tema y 70 dólares por la masterización de una canción. Además, la grabación de un EP de 4 canciones tiene un costo de 200 dólares al igual que una grabación de un demo de 8 canciones. El resto de los precios están en la cuenta de Instagram de @cusicastudiosccs.
Asimismo, la sala de podcast tiene un costo de 30 dólares por grabación en bruto; 85 dólares por grabación editada por hora, de lunes a viernes. Los fines de semana tiene un precio de 35 dólares y 105 dólares por hora respectivamente. Los equipos de la sala son Desk-mount Adj Mic Arm, un Blackmagin Design ATEM Mini HDMI, un monitor de feedback led, dos GoPro hero 8, una consola de grabación, entre otras cosas. Un operador estará acompañando a las personas que alquilen la sala para ayudarlos.
En el camino entre cada una de las salas hay una gran cantidad de cuadros y fotografías que remiten a la música y, a su vez, los salones parecen pequeños escondites donde la creatividad aflora. De esta manera, el equipo de Cúsica pretende crear un lugar de esparcimiento laboral, aunque suene dicotómico, donde los integrantes de la casa encuentren inspiración entre sus pasillos.
La sala de fotografía tiene distintos costos dependiendo del uso, del horario y el día. Estos los podrán detallar en la cuenta de Cusica Studios. Esta sala cuenta con un Snap Room, camerino, baño con ducha privada, jardines para fotos, luces Nanlite Forza 60 LED Monolight, flashes Godox SK400II Studio Strobe, entre otras cosas.
Además, cada uno de los espacios de grabación, video y fotografía cuentan con un servicio llamado Cúsica Rental. A través de él los usuarios pueden alquilar los equipos restantes para su trabajo. Instrumentos musicales, amplificadores, micrófonos, cámaras, luces, entre decenas de equipos. Cada una tiene un costo diferente.
El futuro para Cúsica Estudios
Uno de los objetivos de Cúsica es lograr un espacio accesible para las bandas nuevas, sin mucho presupuesto detrás. Por eso mismo, en comparación con el resto de salas de este estilo, podría decirse que el precio es asequible. “Pensamos en ofrecer un espacio de calidad a bandas nuevas que no tengan el poder económico necesario para los grandes estudios”, comenta Burbano.
Ahora, más allá de los espacios musicales, también existe un área de coworking y de clases particulares. De esta manera, distintas personas del medio creativo, desde periodistas hasta escritores, pueden participar de la sinergia de la casa. A su vez, los artistas podrán dar clases de piano, guitarra eléctrica y clásica, batería y bajo en los espacios de Cúsica Studios.
En el área de coworking existen distintas modalidades. Puesto fijo, puesto nómada clase A, nómada clase B y nómada clase C. De esta manera, Cúsica se expande a distintos espacios creativos y establece un lugar innovador en un país que, a veces, se piensa moribundo.
El objetivo futuro de Cúsica Studios es transformarse en un lugar de relación creativa entre los artistas venezolanos en el exterior con los que todavía siguen aquí; entre los creadores de contenido con los músicos; entre los escritores y su contraparte fotográfica o, incluso, entre los aprendices y las bandas que, quizá, admiran.
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