- El Observatorio Venezolano de Finanzas reveló que se necesitan 162 salarios mínimos para cubrir el costo de la canasta de alimentos, 26 más en comparación con el mes anterior. Foto: EFE
El Observatorio Venezolano de Finanzas y el Centro de Investigaciones Populares reveló que la canasta alimentaria en divisas llegó para el mes de julio a su máximo histórico de 303,08 dólares (equivalente a Bs. 1.133.611.917,58) para una familia de cinco miembros.
Durante la presentación de las cifras relativas al indicador del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) de julio, el fundador del OVF, Angel Alvarado, señaló que la canasta alimentaria tuvo un crecimiento de 44,32% desde noviembre de 2020 y 20,6% desde enero de 2021.
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“Para el mes de julio el salario mínimo se sitúa en 1,87 dólares (equivalente a Bs. 7.000.000), es decir, se necesitan 162 salarios mínimos para cubrir la canasta alimentaria, 26 salarios mínimos adicionales respecto al mes anterior”, indicó Alvarado.
Inflación en Venezuela
Alvarado mencionó que la inflación mensual repuntó en julio y se ubicó en un 19%. Esto debido principalmente a una mayor tasa de crecimiento de la liquidez monetaria (de aproximadamente 46%) y una depreciación del tipo de cambio de alrededor de 24%.
La inflación interanual llegó a 1,984% y la inflación acumulada a 415,7%. Observándose una aceleración de la inflación respecto al mes de junio, cuando la inflación mensual llegó al registro más bajo (6%) desde enero de 2017.
“La variación acumulada bajó de 2000%. Esto no ocurría desde al menos 2017, es una tendencia que se debe examinar y evaluar a fin de año si realmente se está en la hiperinflación o no”, indicó.
No obstante, el economista señala que siguen siendo números escandalosos para cualquier país del mundo.
Inflación por rubros
Los alimentos y bebidas no alcohólicas (19,4%), los servicios públicos (14,6%) y de comunicación (15,8%) fueron los rubros que registraron menor variación y se mantuvieron dentro del promedio global.
Uno de los rubros con mayor variación fue el de Educación con 36,1%. Alvarado explicó que esto se debe principalmente a la finalización del año escolar, el reajuste de tarifas en la educación privada de cara al nuevo período escolar y el pago de inscripciones asociado a este proceso.
Le siguen el rubro de Equipamiento del hogar con 31,6% y de Esparcimiento con 27,2%.
El rubro de la salud se mantiene por encima del promedio con una variación de 23,5%, al igual que el de vestido y calzado (23,3%), bebidas alcohólicas y tabaco (24,9%) y transporte (20,4%).
La reconversión monetaria no solucionará la hiperinflación
Alvarado sostuvo que una reconversión monetaria es un maquillaje contable para facilitar las transacciones, no obstante, el cambio no va a detener la hiperinflación o disminuir su tasa. Por el contrario, recordó la experiencia que se tuvo en 2018, cuando se aceleró la hiperinflación luego de la reconversión monetaria.
“La aplicación de una tercera reconversión monetaria refleja el mal manejo de la economía. Significa una decisión que podría permitir mejorar las transacciones a través de un maquillaje contable, pero en términos reales y bajo ningún concepto resolverá el grave problema de la inflación que atraviesa el país”, argumentó.
El OVF precisa que para estabilizar los precios y vencer la inflación se necesita un programa de reformas económicas con la credibilidad y los incentivos necesarios para ser desarrollado a plenitud.
“Se debe crear un programa que permita abatir la hiperinflación y devolvernos a la senda del crecimiento económico para así recuperar el progreso y el bienestar que alguna vez tuvimos como nación”, enfatizó el especialista.
El sociólogo Alexander Campos, miembro del Centro de Investigaciones Populares, precisó que desde hace tiempo ya había una propia reexpresión del bolívar, el millón (Bs. 1.000.000) ya era mil bolívares (Bs. 1.000).
Implicaciones en las condiciones de vida
Sobre las implicaciones de la hiperinflación en las condiciones de vida, la socióloga Mirla Pérez, del Centro de Investigaciones Populares, asegura que cada día es más complicado para el venezolano común cubrir sus necesidades básicas, lo que lo hace vulnerable.
“Las precarias condiciones de vida son útiles al sistema para su propósito de dominar y someter”, sostuvo.
Resaltó que el venezolano es admirable por cómo logra sobreponerse en la economía familiar, tratando de formar una red que le permita sobrevivir.
Las personas no tienen las condiciones para poder solventar el tema de la alimentación. La analista detalló que en julio de 2021, el venezolano no logró cubrir el 99,12% de la canasta alimentaria.
“Hablar de pobreza y hambre es hablar de muerte en Venezuela”, sentenció Pérez.
En cuanto al alto costo de la vida, mencionó que el aislamiento territorial es producto de la inmovilidad por falta de combustible y transporte, repuestos, electricidad o comunicación. Lo que lleva a los venezolanos al mercado negro.
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