- El viernes 13 de agosto el diario La Prensa, el más longevo del país centroamericano, dejará de circular debido a la imposibilidad de acceder al papel periódico. Esta y otras acciones del orteguismo guardan similitudes con lo hecho por el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela. Foto principal: Confidencial
El diario La Prensa, el más antiguo de Nicaragua, dejará de circular el viernes 13 de agosto en ese país. El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo secuestró en la aduana el papel necesario para imprimirlo, tal como denunció el medio en su portal web. Las tácticas del orteguismo para silenciar a los medios de comunicación, así como para perseguir a opositores y ONG, sin embargo, poco tienen de novedosas: es una réplica de lo hecho en Venezuela por el chavismo, uno de sus mayores aliados internacionales.
El artículo 68 de la Constitución Política de Nicaragua establece que los medios de comunicación con “función social” —como La Prensa— están exonerados de “toda clase de impuestos”.
La persecución contra el medio tampoco es nueva. Los problemas comenzaron en 2018, cuando informaban acerca de las protestas y de las violaciones de derechos humanos que cometía el orteguismo. “Después de ese año todo cambió, y la traba de aduana se volvió un calvario en cada importación”, explicó el medio.
Así, entre 2018 y 2019 la DGA retuvo el papel, planchas, repuestos y correas para la rotativa del diario por más de 500 días. Todo esto sin ninguna explicación. Los liberaron el 6 de febrero de 2020, gracias a la intermediación del nuncio de El Vaticano, monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag. Aunque la compañía asegura que la retención por 17 meses de los materiales generó pérdidas económicas de más de 225.352 dólares.
Lo que sí sucederá por primera vez es que La Prensa deje de circular. El popular diario Hoy, de la misma casa editorial, no se publicó este jueves 12 de agosto por el mismo problema.
Mismo objetivo
La acción del régimen de Ortega contra La Prensa es muy similar a lo que hizo el régimen chavista con la prensa venezolana, especialmente con El Nacional. Este último justamente dejó de imprimirse en diciembre de 2018 debido a la falta de papel periódico.
El único matiz entre ambas situaciones fue la vía por la cual restringieron el acceso a los materiales. Mientras que el orteguismo los secuestró en la aduana sin explicación alguna, el chavismo cerró el acceso a las divisas para que los medios de comunicación pudieran comprarlos.
De acuerdo con los registros de la ONG, durante los primeros cinco años de restricciones (2013-2017), 16 periódicos salieron de circulación indefinidamente. La monopolización del papel periódico por parte del régimen chavista aumentó en 2018, en un contexto de protestas y violaciones de DD HH similar al de Nicaragua cuando ordenaron las primeras retenciones en la aduana. Solo en ese año, según Espacio Público, se vieron afectados 53 diarios (40 que salieron de circulación y 13 con restricciones). Entretanto, medios de propaganda del chavismo como Ciudad CCS seguían imprimiéndose.
En Nicaragua, además de La Prensa, confiscaron los equipos del canal 100% Noticias y Confidencial; y cerraron 12 medios de comunicación, entre ellos Metro y El Nuevo Diario, este último tenía 45 años de circulación.
Desde entonces, los ataques a la libertad de expresión por parte de ambos regímenes no han cesado.
Mismas restricciones y amenazas
La táctica de Ortega no solo copia a la de Maduro –o viceversa- en cuanto a la asfixia de los medios de comunicación. También lo hace en los ataques a las organizaciones sin fines de lucro, la anulación de partidos opositores para crear elecciones sin condiciones confiables, y la amenaza a periodistas a través de polémicas leyes (de “Ciberdelito”, en el caso de Nicaragua, y “contra el odio” o “ciberespacio” en Venezuela”).
Este año el régimen de Ortega y Murillo cancelaron por la vía jurídica a 24 ONG. Entretanto, el régimen chavista ha sometido a varias organizaciones sin fines de lucro a requisas ilegales o detención de sus representantes, como es el caso de Javier Tarazona, director de la ONG FundaRedes.
Sin embargo, tanto en Venezuela como en Nicaragua los medios y organizaciones sin fines de lucro todavía resisten.
“Este diario se mantendrá demandando la liberación del papel, denunciando el abuso de la dictadura e informando con veracidad, como lo ha hecho durante 95 años”, avisó La Prensa en su edición web.