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- En entrevista exclusiva con El Diario, el exaspirante a la Alcaldía de Caracas aseguró que propuso resolver la candidatura de la Plataforma Unitaria a través de mecanismos como primarias o encuestas, las cuales fueron desestimadas. Emplazó a Antonio Ecarri a unirse a la unidad, e hizo un llamado a cambiar la forma de hacer política. Foto: José Daniel Ramos | El Diario
Cuando Gabriela Vega conoció a Roberto Patiño, en 2007, lo primero que pensó es que tenía “pinta de escuálido”. Ella, una líder social de la parroquia La Vega, una de los más populares de Caracas, para ese entonces se consideraba chavista. El fanatismo llegaba al punto de pegar una calcomanía con la frase “El que no quiere a Chávez no quiere a su mamá”. Él, en cambio, era uno de los jóvenes del movimiento estudiantil que se rebeló contra el gobierno del militar.
Más allá de las marcadas diferencias, se unieron para trabajar y solucionar los problemas de la comunidad. Desde entonces eso es lo único que no ha cambiado. Gabriela dejó de ser chavista y Patiño, desde La Vega, tejió unas redes comunitarias en toda Caracas que casi lo catapultan a ser el candidato opositor a la Alcaldía del municipio Libertador.
Una vez dispuesto para la entrevista, suelta un discurso nuevo, con aires de progresista, acaso una de las virtudes que vieron en él muchos de los que lamentaron su -no- candidatura. La idea de aspirar, comenta, fue en diciembre de 2020. Luego de que el régimen de Maduro emitiera una orden de captura en su contra, bloqueara sus cuentas bancarias y allanaran la sede de Alimenta la Solidaridad, la ONG que cofundó, pensó en reactivar su otra faceta, la de político, la de dirigente del partido Primero Justicia.
La iniciativa se concretó semanas después, en enero de 2021, tras consultarlo con las comunidades en las cuales funcionan sus organizaciones sin fines de lucro. Notó que había entusiasmo por participar en las elecciones regionales y se lanzó a las calles, ahora con banderas y consignas políticas. El alcance, asegura, lo impresionó a él mismo: organizó mítines en feudos del chavismo como Gramoven, como Catuche; los alrededores del Panteón Nacional, en la parroquia San José; en Carapita, Mamera, y La Vega. El broche de oro, que no llegó, apuntaba muy cerca a Miraflores.
Con esta simbología que tiene la parroquia La Vega en su recorrido político, recibe a El Diario en una cancha del sector que recuperó en agosto de 2021 Caracas Mi Convive, la ONG de la cual es fundador, para contar todo sobre la candidatura que no fue: cómo tomó la decisión de participar, algunos de sus planes de gobierno y, sobre todo, cómo se tomó la decisión de desplazar su candidatura por la de Tomás Guanipa, a quien habilitarán formalmente en las próximas horas, según dijeron fuentes a este medio.
El atino de Patiño para gustar a las cámaras ya traspasa lo natural, lo planificado: apenas llega, saluda a unos y entra a la cancha; le dan el balón. A una distancia no tan lejana del aro, piensa unos segundos. Lanza. Encesta. “Eso no sale dos veces, no me pida que lo repita”, dice mientras ríe. Su equipo repite la frase. Quizás no sea el último tiro de Patiño; puede que tenga otra oportunidad. En el básquet y en la política.
Agente de cambio
—¿Cómo han sido estos días para usted después de que declinara su candidatura a la Alcaldía de Caracas?
—Han sido unos días muy emotivos. Por una parte, por todas las muestras de apoyo que hemos recibido ante la decisión que tomamos de respetar la unidad y de seguir trabajando por el cambio. También el martes 14 de septiembre tuve una reunión con mi equipo de trabajo, con los equipos zonales con los que hemos trabajado durante tantos años en el ámbito social y también ahora en la movilización política, y fue una reunión donde quedó en evidencia que todos tenemos una conexión emocional muy grande con lo que estamos haciendo.
No podemos esconder que teníamos la ilusión de continuar hacia adelante con este cambio por Caracas y por Venezuela, porque creemos que esta batalla del 21 de noviembre es una estación en la lucha por la democracia en nuestro país. Pero también hay entusiasmo de saber que estamos en el camino correcto, por saber que estamos teniendo un gran impacto y de que vamos a seguir haciéndolo como un equipo.
—¿Le sorprendieron las repercusiones? Al menos en Twitter no hubo nadie que no criticara la decisión de su partido y del G4 de no apoyarlo a usted.
—Mucho. Sobre todo me sorprendió mucho la reacción en términos de reconocimiento a nuestro trabajo. Personas que respetamos muchísimo, que admiramos, del mundo cultural, académico y deportivo, miembros de la sociedad civil en general reconocieron lo que hemos hecho. De cierta forma eso nos da energía para seguir adelante y para seguir planteando una manera distinta de hacer política, que es en definitiva lo que yo creo que el país está reclamando: más democracia, más conexión con las comunidades, más movilización, más propuestas innovadoras para conseguir soluciones.
—Hay quienes creen que usted ha instrumentalizado las ayudas humanitarias con fines políticos, que es lo mismo que ha hecho el chavismo.
—Para los críticos que han dicho que nosotros hemos instrumentalizado ayudas para movilizar a la gente, yo los invitaría a que hablen con nuestros líderes comunitarios. Nosotros nunca hemos obligado a nadie a tener una posición política para formar parte de uno de nuestros proyectos sociales. Hemos hecho una clara diferencia entre una cosa y la otra. Y por eso yo me separé también de la conducción en particular de Alimenta la Solidaridad, porque es un trabajo humanitario y yo quería dejar claro que no se le ha pedido a nadie que me acompañe. Que nadie pueda interpretar que porque yo estoy movilizando una idea política entonces ellos deben hacerlo
Nosotros no tenemos ni una sola experiencia en estos cinco años de trabajo con Alimenta la Solidaridad, o estos más de ocho años con Caracas Mi Convive, donde una persona haya sido penalizada o haya sido forzada a tener una posición política de acompañar nuestras ideas.
—Del mismo modo, muchos se preguntan de dónde vienen los fondos para todas estas ayudas. ¿Cuál es la respuesta a eso?
—El financiamiento de nuestros proyectos sociales arrancó con pequeñas donaciones de lo que son, sobre todo, venezolanos en el extranjero. Nosotros hemos logrado construir un modelo que ha sido muy eficiente en términos de cómo podemos reducir los costos de las intervenciones que estamos haciendo, porque nuestro mayor contribuyente es la comunidad misma.
Todos los proyectos sociales que nosotros hemos desarrollado tienen un fuerte componente de voluntariado. Utilizamos la infraestructura y los recursos que ya existen en la comunidad, y las cosas que faltan, hemos tenido personas solidarias que se han sumado a este movimiento. Más de 20 mil personas han hecho pequeñas donaciones a nuestros proyectos sociales, y también hemos podido construir alianzas estratégicas con organizaciones que tienen una visión similar del cambio que se quiere ver en las comunidades.
Terreno electoral
—¿Qué condiciones electorales vio usted que lo impulsaron a querer participar el 21 de noviembre? ¿Cree que son suficientes para garantizar un proceso transparente?
—Las condiciones electorales, desde mi punto de vista, han mejorado con la presencia de Roberto Picón y de Enrique Márquez en el CNE, pero siguen siendo lejos de ideales, con temas como los partidos secuestrados, candidatos inhabilitados, y no hay acceso equitativo a los medios de comunicación y, por supuesto, no hay manera todavía clara de limitar el uso de los recursos del Estado para favorecer a una opción política. Sin embargo, por la definición misma de la lucha que estamos dando, que es una lucha por la democracia, enfrentando a un sistema autoritario que se aferra al poder, tenemos que entender que las condiciones nunca van a ser ideales.
—Muchas personas consideran que el chavismo “no se dejará quitar” tan fácilmente el municipio Libertador, por la importancia que tiene. ¿Se puede garantizar que se respete la voluntad de los caraqueños? Y por otra parte, ¿en caso de que usted hubiera sido el candidato, tenían un equipo preparado para defender el voto en los centros electorales?
—En el caso del municipio Libertador, y en todo el país, yo creo que la única manera de garantizar que se respete la voluntad de los caraqueños y de los venezolanos es tener presencia en todos los centros electorales y, por supuesto, eso era para nosotros una prioridad que se conecta con la estrategia opositora. Para mí el 21 de noviembre no es una fiesta electoral ni una reunificación, para mí el propósito de la elección es la organización y la movilización de la gente para luchar por un cambio.
—Hay quienes dicen que usted no dio la batalla para ser el candidato y que simplemente se subordinó a su partido, al G4 o a la llamada unidad. ¿Qué hizo Roberto Patiño para que no le arrebataran su candidatura, como finalmente ocurrió?
—Nosotros hemos tenido durante los últimos cinco meses una lucha y una movilización en todas las comunidades para presentar una alternativa. Sin embargo, debes tener claro que estamos enfrentando un modelo autoritario que se aferra al poder, un modelo que utiliza los recursos del Estado para promover su política y por esa razón creo que es fundamental que tengamos unidad para conseguir el cambio. Para mí es lo más importante. No hay ninguna aspiración particular o de algún grupo o un espacio que esté por encima del cambio.
Creo que para lograr el cambio, una condición necesaria es la unidad y por eso, frente a un mecanismo de consenso que utilizaron los partidos, yo decidí, en conjunto con el equipo, respetar esa decisión. Por supuesto que nosotros estuvimos planteando durante los últimos meses que se usaran otros mecanismos que consultaran a las comunidades, que hicieramos primarias, que se consideraran encuestas.
—¿Cuál fue la respuesta a esa solicitud?
—Realmente no fue posible. Yo creo que ha habido muchos errores por parte de la conducción política en Venezuela. Esos errores no solamente son el no haber abierto los mecanismos sino el no haber hablado claro sobre la participación desde hace muchos meses, como nosotros lo hemos planteado. Sin embargo, yo soy una persona que mira hacia adelante, y creo que allí tenemos que poner el foco en lograr una unidad para el 21 de noviembre. También tenemos que seguir trabajando en lo que es la democracia interna y en los mecanismos que nos permitan, sobre todo, que los líderes comunitarios, que la sociedad civil se sienta verdaderamente representada en el liderazgo político.
—¿Cuándo se enteró que Tomás Guanipa quería aspirar a la Alcaldía de Caracas?
—Yo supe que había una alternativa o que se estaban presentando otros nombres con seriedad para la alcaldía cuando en las últimas semanas hubo noticias como su regreso a Venezuela. La noche antes del evento de proclamación sostuve unas reuniones en las que se me informó que formalmente se iba a plantear esa candidatura al día siguiente, entonces antes esa realidad, sabiendo que la unidad había tomado una decisión utilizando el consenso, decidí respetar esa decisión y como he dicho en otras oportunidades, nosotros vamos a trabajar por el triunfo de la unidad, yo creo que es fundamental para poder lograr el cambio en Venezuela.
—¿Entonces cuándo supo usted que no sería el candidato?
—Yo supe que había una decisión definitiva y que iba a ser anunciada la noche antes en esa reunión.
—¿Hubo gente dentro del partido que le manifestó su apoyo?
—Yo he sentido apoyo dentro y fuera de Primero Justicia (PJ) al trabajo que estamos realizando. También la opción que al final fue seleccionada cuenta con el respaldo de la dirigencia política de PJ y de los otros partidos. Es una opción que fue electa en el año 2015 para diputado, y yo creo que al final de cuentas este es un momento para sumar esfuerzos. Nosotros tenemos para aportar al cambio el trabajo que hemos realizado de movilización sobre todos los sectores populares.
—¿Eso quiere decir que participará en la campaña de Guanipa? ¿Pondrá a la orden de la unidad todo este movimiento?
—Sí, nosotros trabajaremos por el cambio, por el triunfo de la unidad.
—¿Habló usted con Guanipa luego de declinar su candidatura o incluso antes?
—Sí, en la reunión que te comentaba.
—¿Y qué le dijo él a usted y viceversa?
—Prácticamente lo que te estoy diciendo. En ese sentido he sido transparente en lo que ha sido mi posición de la importancia de la unidad. Eso lo he dicho en todas las reuniones tanto públicas como privadas que he sostenido, y nosotros vamos a respetar la palabra. Y yo he querido comunicar una visión, una alternativa. He comunicado también mi desacuerdo con cómo se han hecho las formas, pero también he comunicado lo que es una prioridad, y para mí es el cambio.
Guanipa y Ecarri
—¿Cómo es su relación con Tomás Guanipa? ¿Lo conoce?
—Volviendo al tema de la coherencia de lo que es el mensaje, yo pienso que para poder construir un cambio en Venezuela no podemos depender de una persona. Creo que al final esto se trata de un movimiento, de movilizar al caraqueño y al venezolano para construir el cambio. Lo relevante es que nosotros seamos coherentes con lo que son las expectativas de la comunidad y que seamos distintos a lo que adversamos.
—¿Cree que sería un buen alcalde?
—Realmente espero que sí. No conozco su capacidad de ejecución de proyecto; sí conozco su capacidad de articulación política y creo que es una persona que ha demostrado, que ha tenido relevancia y tiene el respaldo de los partidos políticos. Eso por supuesto que es algo importante también para poder avanzar en la transformación en la sociedad.
—¿Sabe si habilitarán a Guanipa?
—No manejo información al respecto.
—¿No se siente decepcionado o frustrado cuando usted ha estado recorriendo las calles durante mucho tiempo y ve que el candidato finalmente es una persona que viene de dos años viviendo en Colombia y que además tiene la responsabilidad de las negociaciones en México?
—Yo siento que las personas que han estado fuera del país por razones de persecución merecen nuestra empatía y merecen también respeto y hay varios casos, como por ejemplo José Manuel Olivares. Lo importante es que estemos en el país, que luchemos desde acá por los cambios y creo que las personas que han sido víctimas de la persecución no tienen la culpa de haberlo sido. Nosotros tuvimos una orden de captura y eso genera un gran estrés, un sufrimiento, sobre todo en los familiares de uno. Entonces, en ese sentido, creo que es muy importante que no olvidemos que la política al final también es una actividad humana y que las personas que han sufrido embates de la dictadura, de la represión, no deben ser juzgadas por eso.
—¿Qué le decían sus encuestas?
—Muchas se han publicado. En efecto, hay un respaldo muy importante a lo que nosotros representamos y creo que las encuestas también reflejan que ese cambio también es posible.
—Otro de los candidatos es Antonio Ecarri. Si usted hubiera sido elegido, debía competir contra él, porque ha dicho que no se va a retirar. ¿Hubo acercamientos con el equipo de Ecarri para hacer primarias o unir fuerzas?
—No ha habido un acercamiento directo. Yo valoro el trabajo que ha hecho Ecarri con su gente. Sin embargo, no comparto que él haya hablado de que va hasta el final y que haya inscrito su candidatura sin buscar la unidad. Yo pienso que la unidad es fundamental y para mí no es suficiente hacer una crítica y decir “es que la unidad no ha presentado mecanismos”. Bueno, quizás si él se hubiera sumado a la idea de construir un mecanismo hubiese tenido más fuerza ese planteamiento.
Entonces, desde mi perspectiva, esas posiciones de que yo soy la única persona que puede lograrlo, de que puedo hacerlo por mi cuenta, son equivocadas. En Venezuela no nos hacen falta caudillos, no nos hacen falta mesías políticos. Nos hace falta unidad y la movilización de toda la sociedad para lograr el cambio.
—¿Le recomendaría a Ecarri que decline su candidatura y se una al llamado de unidad?
—Yo creo que él debe sumarse a la unidad.
El futuro político de Patiño y de Caracas
—¿Le truncaron su carrera política? ¿Cree que este era su momento o que las cosas pasan por algo y que ya llegará la oportunidad?
—Para mí esto solamente está empezando. Yo tengo 32 años de edad, me acompaña un equipo espectacular sobre todo de mujeres, pero también de hombres jóvenes y nosotros estamos convencidos de que vamos a transformar nuestra ciudad, y vamos a hacer una contribución para cambiar Venezuela. Y esa transformación va mucho más allá de mí como persona. Ser líder es formar nuevos líderes y esa es la tarea que cada uno de nosotros tenemos.
—¿Y cómo se ve en los próximos años? ¿No teme que el régimen ordene nuevamente su captura y lo obliguen a exiliarse, considerando que su liderazgo se ha fortalecido recientemente en las calles?
—Cuando me proyecto hacia el futuro, me proyecto trabajando en lo que me apasiona: es la lucha por la democracia en Venezuela, pero también construir proyectos sociales de impacto. Para mí lo que va a determinar el éxito de lo que nosotros hacemos no es llegar a un cargo político, para mí el éxito son las transformaciones y los resultados que vemos en nuestro accionar y que podamos retornar la democracia a Venezuela.
—Habla de las mujeres. ¿Cuál era el plan para incluirlas a su plan de gobierno y, sobre todo, para frenar los feminicidios, los abusos, el acoso, que actualmente no se combaten desde el Estado? ¿Iban a tener un respaldo desde la alcaldía?
—Para mí el liderazgo y el rol de la mujer en Venezuela es prioritario. Yo creo que nosotros tenemos que transformar la cultura machista que lleva a que haya feminicidios, que haya abusos contra las mujeres. Para mí son la fuente de esperanza y lo veo a nivel comunitario, donde la gran mayoría de los líderes son mujeres. Ellas son, para mí, grandes maestras. Y en caso de que nosotros podamos seguir avanzando en lo que son transformaciones para Caracas y para Venezuela, van a tener un rol fundamental. De hecho, para mí es mucho más importante que una mujer que venga de un sector popular llegue a ser alcaldesa, diputada o presidenta de Venezuela, que ser yo mismo o cualquier otro hombre del equipo.
