- El sindicato de trabajadores de Inparques tiene meses denunciando la precaria situación de los puestos de guardaparques y la promoción de actividades prohibidas por el Plan de Ordenamiento y Uso de El Ávila
El parque nacional El Ávila es considerado como el pulmón vegetal de la ciudad de Caracas. Sin embargo, muchas personas no lo protegen y atentan contra la montaña capitalina.
Marlene Sifontes, secretaria de Sunep-Inparques (Sindicato Único Nacional de Empleados Públicos del Instituto Nacional de Parques) denunció para El Diario que el Plan de Ordenamiento y Uso (PORU) del parque nacional El Ávila se incumple bajo la mirada pasiva de Inparques que es la institución encargada del resguardo de los parques nacionales en Venezuela.
La ambientalista aseguró que dos tiendas ubicadas en el sector Las Mercedes, que se dedican a la venta de bicicletas, están involucradas en “la violación sistemática y continuada” del PORU, promocionando el ciclismo en este Parque Nacional.
También te recomendamos
Construcción de mansión en Galipán atenta contra ecosistema de El Ávilan
“Nuestro Ávila se está volviendo un negocio. Evidentemente el empresario que vende bicicletas es quien se está aprovechando de la promoción de una actividad que está prohibida en todo el Parque Nacional. Incluso, la tienda Scott tiene en su local un cuadro con las rutas que realizan marcadas”, lamentó la también sindicalista.
Construyeron canchas y ponen música todo el día
Sifontes criticó que el Ministerio de Ecosocialismo inaugurara un gimnasio ecológico en Sabas Nieves I, a la altura de la Cota Mil; ya que no solo instalaron máquinas para hacer ejercicio, sino que también construyeron una cancha de tenis y otra de voleibol de playa.
La ambientalista indicó que Sunep-Inparques tiene varios meses denunciando a las autoridades de Inparques las violaciones al plan de ordenamiento. Hasta el momento no han recibido respuesta alguna. Además rechazó que el ministro Lorca, quien también ocupa el cargo de presidente de Inparques, pretenda modificar el PORU para poner en riesgo las áreas protegidas del Parque Nacional implementando actividades que atentan contra la montaña.
Puestos de guardaparques en el olvido
La sindicalista también denunció que los puestos de guardaparques están “en la desidia”, muchos carecen de servicios de electricidad o gas y otros, debido a la falta de mantenimiento, están por derrumbarse.
También te recomendamos
Fiestas y tragos dolarizados en el hotel Humboldt: el reflejo de una Venezuela de contrastesn
“Los compañeros guardaparques ya no tienen ni neveras en los puestos. Cocinan con un fogón porque no tienen gas y si pudieran conseguir una bombona de gas doméstica, no tienen cómo llevarla hasta el puesto porque no hay transporte. Debido a los fuertes vientos de las últimas lluvias, varios de los techos se han caído e Inparques tampoco se preocupa por arreglar eso”, manifestó la secretaria de Sunep-Inparques.
La sindicalista denuncia que no solo se trata de los puestos de guardaparques, sino que a los trabajadores tampoco les han dado insumos para trabajar. De acuerdo con Sifontes, los guardaparques no tienen uniformes, transporte o comida.
El Ávila fue declarado Parque Nacional en 1958 con el objetivo de proteger su flora y fauna; pero desde un tiempo las normas que indican el correcto uso y protección de la montaña no están siendo respetadas. Incluso en septiembre de 2020 Sunep-Inparques también denunció la construcción de una mansión en Galipán que se excede de los límites de metros cuadrados permitidos por el plan de ordenamiento. Es por ello que estos sindicalistas continuarán denunciando los daños y carencias en El Ávila con el fin de preservar el pulmón vegetal de Caracas.