- La organización Espacio Público y el Centro de Derechos Humanos de la UCAB presentaron el informe en el advirtieron el fuerte control que el régimen de Nicolás Maduro ejerce sobre la libertad de expresión y cómo afecta la pluralidad informativa en el contexto electoral
El artículo 58 de la Constitución establece que todos los ciudadanos tienen derecho a recibir información veraz, oportuna e imparcial. También señala que la comunicación debe ser libre y plural. En época de elecciones, como los comicios regionales y municipales del 21 de noviembre, esta última frase engloba un significado importante. Mientras más información disponible exista sobre la oferta de candidatos, sus propuestas y antecedentes, contará con más herramientas al momento de decidir en las urnas.
Actualmente el contexto político y social de Venezuela es completamente diferente al esperado por la ley. Medios de comunicación cerrados o bajo amenaza, periodistas perseguidos, falta de pluralidad y opacidad en la gestión pública ponen en entredicho los derechos de los ciudadanos. Bajo ese panorama, la asociación civil Espacio Público y el Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) presentaron el 18 de noviembre su informe 21N: libertad de expresión, participación y elecciones. En él se documentan diferentes datos sobre la situación actual de la comunicación en el país de cara a las elecciones.
También te recomendamos
¿Cómo identificar y denunciar delitos e irregularidades electorales?n
El estudio recoge reportes de todo el ecosistema de medios de comunicación que queda en el país, alrededor de 992. Apunta a la forma en la que se garantiza el acceso a la información pública y se mantiene el equilibrio en las coberturas de candidatos, así como el papel del Estado de garantizar la libertad de expresión y de participación.
☝️ El derecho de acceso a la información pública es fundamental en estos procesos electorales. Esto significa que la transparencia se vuelve vital para que los venezolanos hagan una evaluación de todos los que participan en el proceso #20Nov https://t.co/pG88e7joNk
— Espacio Público 🗣️ (@espaciopublico) November 20, 2021
Noticias virtuales
Uno de los principales fenómenos mostrados en el informe es el uso que los venezolanos dan al Internet como fuente de información. 80,3 % de los venezolanos lo usa para enterarse de lo que ocurre en el país. Esto producto de la destrucción de los medios de comunicación tradicionales, como la prensa escrita, radio y televisión, incentivada desde las políticas regulatorias que ejerce el Estado.
El texto señala que actualmente existen en el país alrededor de 17.178.743 usuarios de Internet en Venezuela. No obstante, con las constantes fallas eléctricas y en los proveedores del servicio, es posible que la cifra oscile entre el 55,1 % y el 70 % de la población, en el mejor de los casos. De acuerdo con la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), sería de 82 %.
No obstante, la forma de buscar información más empleada es el directamente ingresar a un portal de noticias, sea nativo de Internet o derivado de otro medio de comunicación. Fuera de la web, 55 % también ve canales informativos de televisión por suscripción, lo que demuestra una seria desconfianza de los venezolanos por los canales de televisión abierta. “indicaría que el mantenerse informado para estas personas se refiere a noticias de ámbito internacional. Los medios televisivos permitidos en la televisión por suscripción no incluyen canales que ofrezcan una amplia cobertura de los asuntos venezolanos”, agrega.
El poder de las redes
Igualmente, existen cerca de 14 millones de usuarios activos en redes sociales. La plataforma más utilizada es Facebook, con 13,8 millones de cuentas, seguida por Instagram, con 5,3 millones. Usuarios de Twitter, 1,3 millones, apenas un 4,3% de la población.

Sin embargo, al momento de buscar información, los valores se invierten y Twitter se convierte en la red social más usada para conseguir noticias, usada por 60,5 % de los usuarios de Internet, mientras que 56,3% lo hace por Instagram. Facebook ni siquiera figura en la lista, en un reflejo del manejo más privado que se le da, con fines de entretenimiento o contacto con seres cercanos.
Otras plataformas de mensajería instantánea como WhatsApp también figuran con el 53,9 %, y en menor medida Telegram 44,1 %. Quizás por los mismos motivos que Facebook, Youtube solo es utilizado con fines informativos por el 45,2 % de los usuarios. Por otro lado, la radio, uno de los medios más golpeados y controlados por el régimen de Maduro, es usado por el 43,0 %. Parte de este regreso a las emisoras AM/FM se debe precisamente a los continuos y extensos apagones en las regiones.
Tribuna acaparada
“El escenario político y luego económico modificó de manera estructural el mapa de medios nacionales, así como las formas de comunicación orgánicas a nivel local”, resalta el informe. El oficialismo, desde principios del año 2000, lentamente ha avanzado en el sometimiento de los medios de comunicación independientes, primero con su sometimiento legal a través de Conatel en el caso de la radio y televisión, o induciendo crisis en la prensa al monopolizar la importación de papel para periódicos. También se vio después de 2013 con la compra de medios que rápidamente cambiaban su línea editorial a una menos incómoda al poder, o algunos casos pasando a favorecerlo.
De los 992 medios de comunicación en Venezuela 707 son emisoras de radio, lo que representa el 71,3 % del ecosistema informativo. Seguido existen 97 nativos digitales (9,8 %), en contraposición a las 46 versiones digitales de medios tradicionales y 26 medios que manejan el formato tradicional y digital en paralelo. También hay 49 televisoras de señal abierta y 37 televisoras por cable. Finalmente, quedan en el país apenas 22 periódicos impresos, de los cuales la mayoría circula semanalmente o con tirajes reducidos.
“La difusión de información se concentra en las plataformas sometidas a mayores controles gubernamentales”, acota el texto. El control que ejerce el régimen de Maduro sobre el discurso en los medios también se aprecia al ver sus tendencias. 240 medios se percibe abiertamente como de línea editorial “pro-gobierno”, siendo el 24,1 % de los actualmente activos, en contraste a un 6% (61) que se autodenomina “opositor” y 65 % que autocalifica como “neutrales”. Esto tomando en cuenta que 85% de los medios son de propiedad privada, y del 12 % de medios estatales, solo el 9 % se define como neutral.
“La parcialidad manifiesta de los medios públicos a líneas editoriales pro-gobierno altera la obligación positiva que tienen los Estados de promover y garantizar la pluralidad informativa. A su vez, los esquemas prolongados de restricciones directas e indirectas alimentan dinámicas de autocensura, cuando medios y periodistas evitan la cobertura de temas sensibles para la opinión pública y autoridades en ejercicio”, indica.
Siempre en pantalla
Aunque muchos canales de televisión y emisoras de radio han optado por evadir lo informativo para centrarse en temas educativos o entretenimiento, existe otra realidad de la que tampoco pueden escapar: las cadenas nacionales. Espacio Público y la UCAB contabilizaron alrededor de 167 cadenas por año entre 1999 y 2012.
Actualmente Nicolás Maduro, luego de reconocer el uso excesivo de las cadenas nacionales para actividades sin trascendencia nacional, ha reducido sus interlocuciones obligatorias. No obstante, bien sea por costumbre o temor, los medios siguen retransmitiendo todas sus alocuciones en tiempo real, en una suerte de cadenas voluntarias. El informe señala que solo en el mes de octubre de 2021 se registraron 24 horas y 33 minutos de estas transmisiones, en 18 eventos y programas.
“Las transmisiones oficiales contribuyen a un desbalance en el flujo de la información. Muchas estaciones de radio y televisión reducen su programación propia para garantizar que pueden cumplir con sus obligaciones con los entes reguladores venezolanos. La consecuencia directa de estas cadenas es una reducción sustancial de contenidos diversos y plurales, con ello reducen el debate público”, advierte.
Concentración del foco
Otro factor a destacar es la desigualdad en la distribución de medios de comunicación en las regiones de Venezuela. Las organizaciones señalan que 51 % se concentran solamente en seis entidades: Lara, Barinas, Portuguesa, Mérida, Aragua y el Área Metropolitana de Caracas. De acuerdo al informe, los estados con menos medios operando en su territorio son Amazonas, Delta Amacuro, Yaracuy, Carabobo. A pesar de su cercanía a la capital, la parte de Miranda que no forma parte de Caracas también está entre los últimos de la lista.

En este sentido, la gran mayoría de medios digitales, así como televisoras y emisoras de alcance nacional se concentran en el Área Metropolitana. De resto, el 68% de los medios solo tiene alcance regional, municipal o local. Incluso, en 11 estados se encontró que solo circula un único periódico impreso.
“En un contexto socioeconómico crítico, la carencia de recursos impacta con mayor fuerza en las zonas fuera del eje centro-norte que concentran la actividad financiera e industrial. En este sentido, las fuentes de financiamiento para los medios también se reducen considerablemente, y la cobertura estatal se convierte en una de las pocas opciones disponibles”, afirma.
El gran reto
Espacio Público y el Centro de Derechos Humanos de la UCAB observan que existen importantes tareas por cumplir para garantizar el pluralismo y la libertad de expresión de cara al 21 de noviembre. Parte de ello pasa por asegurar un espacio para que cada candidato pueda tener tribuna de manera equitativa, sin la influencia que muchas veces puede tener el peso de los grandes medios estatales y privados sobre la opinión pública.
El informe destaca la importancia de Internet como el espacio ideal para mantener las coberturas serias e imparciales. A su juicio, representan “uno de los refugios para la información periodística de calidad y la crítica sobre temas de interés público”.
Actualmente la nueva directiva del Consejo Nacional Electoral (CNE) parece intentar devolver el equilibrio a la información difundida en medios masivos. Por ejemplo, al anunciar investigaciones contra canales como Globovisión y la estatal Venezolana de Televisión (VTV) por favorecer a determinadas tendencias políticas con un tiempo en pantalla mayor al reglamentario. No obstante, sin sanciones ni mayores resultados mostrados a un día de los comicios, ya será para otra convocatoria que se intente normalizar el proceso.