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- Hasta el momento van 71 condenas y más de 700 imputaciones por el ataque violento de simpatizantes del expresidente Donald Trump al Capitolio
El 6 de enero de 2021 el Capitolio de Estados Unidos vivió un día digno de película. Armados con palos, bates de beisbol, hachas y demás, más de 800 simpatizantes del entonces presidente Donald Trump irrumpieron en el edificio del Capitolio. Lo que inició como una protesta pacífica en contra de la confirmación oficial de la victoria electoral de Joe Biden, terminó en un asalto que dejó cinco muertos y 140 heridos.
Los trabajadores del Capitolio y la prensa se activaron desde temprano para lo que sería una intensa jornada. Estaba pautado que el Congreso certificara la victoria del demócrata Joe Biden en las elecciones presidenciales que se realizaron el 3 de noviembre de 2020. Esto bajo la resistencia de legisladores afines al republicano Donald Trump, quienes denunciaban fraude en los comicios de los estados Arizona y Pensilvania.
Cientos de manifestantes acudieron al llamado del entonces mandatario de “luchar como el demonio” y “recuperar el país”. Luego, instó a sus simpatizantes a marchar hasta el Congreso.
La irrupción en el Capitolio
Desde el interior, los trabajadores y periodistas vieron por las ventanas la llegada de los cientos de manifestantes. No parecía posible que irrumpieran en el edificio. Sin embargo, la alarma creció cuando la tensión aumentó en las inmediaciones y por los parlantes del edificio le pidieron a todas las personas que estaban dentro que se alejaran de las ventanas. Luego, se enteraron que habían evacuado al vicepresidente Mike Pence. Algo estaba pasando.
Los enfrentamientos entre manifestantes y policías se hacían más intensos. No había suficientes efectivos para controlar la horda. Luego de unos minutos tratando de contener a los ciudadanos, la policía no logró evitar que ingresaran al edificio. Los asaltantes rompieron una ventana e ingresaron al Capitolio.
Al entrar, los manifestantes intentaron pasar violentamente a la sala del líder de la mayoría de la Cámara de Representantes, espacio que estaba custodiado por policías y barricadas. La violencia fue creciendo y lograron superar el piquete e intentaron derribar la puerta de cristal. Fue cuando se escuchó el primer disparo dentro del edificio. La policía disparó contra una de las manifestantes, Ashli Babbitt, la primera muerte de ese fatídico día.
Varios senadores y periodistas estuvieron escondidos en un lugar secreto del edificio desde las 2:00 pm hasta las 7:00 pm. Ahí también resguardaron las cajas con los votos del Colegio Electoral. Mientras tanto, afuera de esa sala se libraba una batalla campal.
En otro lugar del edificio, en la Cámara de Representantes la sesión pautada no pudo continuar. Agentes de seguridad ingresaron y se llevaron a Nancy Pelosi, presidenta de esa cámara. Asimismo, aseguraron las puertas para evitar que la manifestación ingresara a la sala. Los funcionarios instalaron barricadas y apuntaban con sus armas a las puertas.
Luego de las 6:00 pm las autoridades retomaron el control del Capitolio. Los legisladores decidieron continuar con la sesión para certificar la victoria de Biden esa misma noche.
Actitud de Trump
Uno de los hechos que ha causado sospecha y ha sido foco de investigación es la relación del expresidente Donald Trump con la turba que asaltó el Capitolio. Trump se dirigió ante miles de simpatizantes que se congregaron en el Monumento a Washington el 6 de enero. Durante su discurso, que duró poco más de una hora, se refirió al supuesto fraude en las elecciones presidenciales que daban por ganador a su contrincante Joe Biden.
Pidió a los manifestantes “luchar como demonios” porque de lo contrario “no tendrán país”. Después del discurso volvió a la Casa Blanca.
Trump usó su cuenta de Twitter para llamar a la protesta. “Gran protesta en DC el 6 de enero. Será salvaj”, tuiteó el 19 de diciembre.
Luego de que inició el asalto al Capitolio transcurrieron tres horas para que el mandatario enviara un mensaje a sus seguidores pidiéndoles que se retiraran. Estas acciones llevaron a las autoridades a aprobar un segundo juicio político contra Trump, quien aseguró que se trataba de una “cacería de brujas” en su contra.
Quién lideró el asalto al Capitolio
Jake Angeli, conocido como Q-Shaman, es miembro de QAnon y se convirtió en un símbolo de ese día por el vestuario que usó para asaltar el Capitolio: un casco con cuernos de bisonte, la cara pintada de rojo, azul y blanco, y se declaró culpable de su irrupción violenta en el edificio. Fue condenado a 41 meses de prisión.
Angeli se hace llamar “Yellowstone Wolf” en su canal de YouTube, en el que defiende que existe una supuesta red de pornografía infantil y tráfico sexual de menores dirigida por los demócratas, entre otras ideas.
Su presencia en el Capitolio se hizo viral en las redes sociales y llamó la atención de miles de personas. Tras entrar en el edificio federal y alcanzar el Senado con sus compañeros, “Yellowstone Wolf” presidió momentáneamente la Cámara Alta, protagonizando una imagen que pasará a la historia.
Investigaciones y secuelas
Durante más de seis meses el Departamento de Justicia y una comisión de la Cámara de Representantes han investigado los hechos de ese día, con especial interés en el papel del exmandatario.
Los congresistas del comité entrevistaron a más de 300 testigos; reunieron unos 35.000 documentos; y han recorrido el país para hablar con funcionarios electorales. El objetivo de las entrevistas es averiguar si hubo presiones del exmandatario y su entorno durante el escrutinio de los votos.
Al menos 71 personas han recibido algún tipo de condena, mientras que se registran aún 700 acusaciones.
En diciembre de 2021, el Tribunal de Apelaciones falló en contra del expresidente Donald Trump, quien se negaba a entregar documentación sobre el asalto. La comisión de la Cámara de Representantes que investiga el ataque solicitó más de 770 páginas de documentación, incluidos registros de los principales asesores de Trump y memorandos a su secretaria de prensa. Entre los registros se encuentran documentos del exjefe de Gabinete de Trump, Mark Meadows, el exasesor Stephen Miller y el exabogado adjunto Patrick Philbin.
Se espera que en los próximos meses avancen las condenas de los participantes en el ataque y se conozcan las conclusiones del Departamento de Justicia y la Cámara de Representantes.
