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- El líder socialista y primer ministro luso saludó la participación registrada en la jornada electoral que vivó Portugal. Afirmó que los portugueses percibieron que fueron unas elecciones “esenciales” para el país.
El Partido Socialista (PS) liderado por el actual primer ministro, António Costa, ganó las elecciones legislativas celebradas este domingo 30 de enero en Portugal con una amplia ventaja, más del 43 % de los votos. Según las cifras publicadas por el Ministerio de Administración Interna, el PS es el claro ganador de la jornada y podría acercarse a la mayoría absoluta.
El líder de la oposición, Rui Rio, del Partido Social Demócrata (PSD, centroderecha), obtendría algo más del 31,21% de los sufragios. Estos resultados chocan con los sondeos divulgados en los últimos días de campaña, que llegaban a dar un empate técnico entre ambos partidos.
El ultraderechista Chega, que sólo tenía un diputado en el Parlamento, se colocaría como tercera fuerza con más del 7,4 % de los votos; mientras que los antiguos socios de la izquierda que formaron con los socialistas la llamada “geringonça” en el gobierno ven empeorar sus resultados.
El Bloco de Esquerda, tercera fuerza en 2019 con casi el 7 %, caería ahora a la quinta posición, con un 3,2 %. La coalición de comunistas y verdes se quedaría en el 3,6 %.
Las elecciones legislativas en Portugal, un adelanto electoral forzado por el fracaso del último Presupuesto de los socialistas, concluyeron a las 8:00 pm con el cierre de los colegios electorales en el archipiélago de las Azores.
Celebran la participación
La abstención, según los sondeos, sería inferior al 51 % registrado en las elecciones de 2019.
El líder socialista y primer ministro luso, António Costa, saludó la participación registrada en la jornada electoral que vivó Portugal. Afirmó que los portugueses percibieron que fueron unas elecciones “esenciales” para el país.
A media tarde, las cifras de participación superaban el 45%, el nivel más alto de las últimas cuatro convocatorias legislativas en la misma franja horaria.
No hay todavía datos oficiales sobre la participación global en la jornada electoral, pero los sondeos provisionales de cadenas locales sitúan la abstención entre el 45 y el 49%, por debajo del 51% alcanzando en las elecciones de 2019.
u0022Los portugueses percibieron que estas no eran unas elecciones iguales a otras, eran esenciales para el futuro del paísu0022, agregó Costa en unas breves declaraciones a la prensa a su llegada el hotel lisboeta donde los socialistas esperaron los resultados.
Costa, que durante la campaña adelantó que si perdía estas elecciones renunciaría, evitó pronunciarse sobre posibles pactos post-electorales y se limitó a comentar que “ganar o perder hace parte de nuestra vida”.
En conjunto, más de 10,8 millones de -incluidos 1,1 millones de portugueses residentes en el exterior- estaban convocados hoy a votar en unas legislativas adelantadas a mitad de la legislatura tras el rechazo a las cuentas para 2022 presentadas por el Gobierno socialista.
António Costa suma y sigue
Costa suma y sigue. El socialista incombustible que dio la vuelta a una derrota en 2015 y formó Gobierno con un inédito pacto de izquierda suma este domingo otra conquista al vencer las elecciones pese al fracaso de su último gabinete a mitad de legislatura y de una desgastante pandemia.
Costa se jugaba todo este domingo. Si en 2019, tras cuatro cómodos años con el apoyo de la “geringonça”, era el evidente favorito en las encuestas, esta vez los sondeos no dejaban claro que el socialista pudiese volver a vencer en las urnas.
Su círculo más próximo no dudaba de su audacia en tiempos difíciles, pero tras seis años de Gobierno, dos en pandemia, empezaba a sonar la palabra u0022cansanciou0022. Sin embargo Costa, que se estrenó en política con sólo 21 años, y que ya es uno de los rostros más carismáticos de la política lusa, ha sortear su enésima crisis.
Casado -su mujer le ha acompañado durante toda la campaña- y con dos hijos, el líder socialista, reconocido como trabajador incansable, pragmático y temperamental tiene un nuevo desafío por delante: conducir a Portugal en el camino de la recuperación tras la pandemia.
Político prematuro
António Luís Santos da Costa (Lisboa, 1961) llegó temprano a la política. A los 14 años pegaba carteles del Partido Socialista en la calle y se decidió a estudiar Derecho para ser como Perry Mason.
Hijo de un escritor comunista originario de la excolonia lusa de Goa (India) y de una periodista, Costa, bromean sus colaboradores, u0022bebió la política en la leche maternau0022.
Marcelo Rebelo de Sousa (derecha), hoy presidente de Portugal, fue su profesor en la universidad; se estrenó como abogado en el despacho del expresidente Jorge Sampaio y fue apadrinado por los grandes del socialismo portugués, desde António Guterres a Mário Soares o José Sócrates.
Costa ha sido todo, o casi todo, en política: concejal, secretario de Estado, ministro, portavoz parlamentario, vicepresidente del Parlamento europeo y primer ministro. Medios portugueses han llegado a bautizarle como el político “Duracell”, en alusión a las baterías que, según la publicidad, “duran, duran y duran”.
Antes de que se quebrara la legislatura, Costa tenía otros planes. Los rumores le ubicaban en Bruselas en un par de años. Ahora, asegura que “no dará la espalda” a sus electores.
Con información de EFE.
