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- Pasó la temporada de Carnaval y dentro de poco llega la de Semana Santa, y la tierra del Orinoco todavía espera la reactivación de los vuelos comerciales. Estas operaciones no solo beneficiarían el turismo de la zona, también sería una ruta más expedita para los amazonenses que requieran trasladarse por temas de salud
Vacío, silencioso, con algunos murmullos que se escuchan dispersos. Así está el aeropuerto Cacique Aramare de Puerto Ayacucho (Amazonas). En el lugar solo están presentes los trabajadores que van a “cumplir horario” en medio de un espacio que no tiene operaciones comerciales, porque la única aerolínea que viajaba a esta zona del sur de Venezuela no presta servicio desde hace más de tres años, mucho antes de que se decretara la pandemia en marzo de 2020.
Conviasa es la única línea aérea que prestaba servicio comercial en Amazonas. Antes de finalizar sus funciones sólo tenía un vuelo semanal desde Maiquetía, el principal aeropuerto del país que sirve a la ciudad de Caracas, a Puerto Ayacucho y viceversa. Algunos destinos a los que llegaba esta aerolínea comenzaron a tener vuelos, tal es el caso de la Isla de Margarita (Nueva Esparta) y Maracaibo (Zulia); sin embargo, Puerto Ayacucho aún espera por su conexión aérea con el resto del país.
Una fuente que labora en el aeropuerto Cacique Aramare y que pidió resguardar su identidad, dijo que en febrero de este año hubo una reunión entre autoridades aeronáuticas y representantes de la Alcaldía de Atures y el gobernador de la entidad, Miguel Rodríguez. “Pero aún no hay luz verde para reactivar los vuelos hacia Puerto Ayacucho”, precisó para El Diario.
Los promotores turísticos, activistas de derechos humanos y la población en general consideran que esta desconexión aérea tiene una connotación negativa para Amazonas. Un estado que por su riqueza natural y cultural podría desarrollar su área turística a mayor escala; una zona del país que pide a gritos mayor productividad para alejarse (o minimizar) la minería ilegal, y una vía más expedita de traslado por situaciones de salud o diligencias personales de los amazonenses.
Estos son los argumentos que dieron algunas personas para pedir que Amazonas pueda estar más conectada con el resto del país a través de la vía aérea.
Más productividad y menos minería
Pablo Tapo, coordinador del Movimiento Indígena por la defensa de los derechos humanos del estado Amazonas (Moinahh), cree que potenciar la productividad del estado puede ser una vía para salir de la “trampa de la minería”.
“Amazonas es un territorio de reservorio vegetal y de cultura. Hay amenazas de sobrevivencia sociocultural ante la situación de la invasión que tenemos con la minería ilegal”, sostuvo para El Diario.
Sin embargo, considera que los pueblos indígenas unidos pueden ofrecer mucho. “Como un estado multiétnico y pluricultural, ecológicamente y ambientalmente sostenido en el tiempo, podemos brindar la potencialidad del turismo ecológico en Amazonas. Además de la producción del mañoco, el casabe, el plátano y todos los frutales que se pueden ofrecer al mundo”, confió el activista de derechos humanos.
Servicio expedito
Luis Betancourt, directivo del Grupo de Investigaciones sobre la Amazonía (Griam), detalló que “las potencialidades paisajísticas del estado Amazonas deben erigirse como el rubro prioritario y de mayor proyección, para generar bienestar social y económico a sus habitantes a través de las buenas prácticas de un sustentable, sano y equilibrado turismo”.
Agregó que la capacidad agroproductiva del sur de Venezuela, la diversidad biológica y las redes fluviales que desembocan en el Orinoco, convierten a este estado en un lugar único para desarrollar un buen turismo.
Por ello, Betancourt consideró en una entrevista, que es fundamental acercar al resto del país y otras partes del mundo al estado Amazonas. Pero para lograrlo se debe ofrecer un servicio más expedito y cómodo, como las operaciones aéreas que están paralizadas desde 2019.
Una opción limitada
La región amazónica está desconectada del resto del mundo por la vía aérea comercial y quienes deseen salir o llegar a esta región, deben hacerlo por la ruta terrestre. Eso implica entre 12 y 14 horas de viaje entre Caracas y Puerto Ayacucho por carreteras que, además, están en malas condiciones y con altos factores de inseguridad, así como la baja distribución de combustible en esta zona de Venezuela.
Aparte del aporte al turismo que aportarían los vuelos aéreos, los más afectados con esta desconexión son los que tienen algún problema de salud, quienes obligatoriamente deben salir del estado para consultas o estudios especializados, porque en Amazonas carecen de estos servicios.
“Uno podía viajar por cuestiones de salud. Acá no había especialistas y uno viajaba al centro del país a verse con esos médicos. Pero de un tiempo para acá fueron eliminando los vuelos, llegó un tiempo que venían dos veces por semana y luego los eliminaron por completo”, señaló Del Valle Dacosta, una mujer que viajaba con su hijo quien requería atención médica con un gastroenterólogo.
Cuando operaba el vuelo de Conviasa, recuerda Dacosta, se podía llegar a Maiquetía en una hora, y de allí a Caracas era como media hora. “Pero ahora si uno tiene que viajar por enfermedad, hay que pasar más de 12 horas en un autobús”.
La señora Del Valle Dacosta también indicó que cuando Conviasa estaba operativa, se podían enviar encomiendas con ropa, comida no perecedera y hasta medicinas. “Me gustaría que activaran esos vuelos, porque uno puede viajar más rápido y también vienen personas a nuestro estado y ese turismo nos beneficia a todos acá”, recalcó.
¿Qué dice Conviasa?
El jefe de estación de Conviasa, Roddy Urbano, nombrado en un artículo de Provea, aseguró que en marzo de 2020 se realizó la última operación comercial por esta ruta. Agregó que “están atentos a que autoricen a nivel nacional la reapertura del servicio que tanto demandan los amazonenses”.
Urbano explicó en el mismo artículo que administrativamente están listos para iniciar las operaciones en la ruta Puerto Ayacucho–Maiquetía, las cuales esperan sean este mismo año. Sin embargo, “dependen de la autorización a nivel central”.
Para la temporada de Carnaval el gobierno regional recuperó el Tobogán de la Selva y otros balnearios, con el fin, según informaron, de activar el turismo. Los habitantes de Amazonas esperan que eso no se quede en lo local y pueda extenderse para recibir turistas de otras partes del país. Lo cierto es que, para Semana Santa, los amazonenses seguirán esperando por un vuelo comercial hacia la “tierra mágica”.
