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- Las autoridades detuvieron a seis hombres de esa misma comunidad religiosa, ubicada a pocos kilómetros de Santa Cruz de la Sierra
Las autoridades de Bolivia detuvieron a seis hombres de la comunidad religiosa menonita por presuntamente abusar sexualmente de al menos 40 mujeres de esa congregación.
12 mujeres denunciaron las agresiones sexuales a la Policía y a raíz de los testimonios comenzaron las investigaciones en las aisladas comunidades de Belice y Piedra Dos, a unos 100 kilómetros al este de Santa Cruz de la Sierra, informó El País.
En Bolivia viven al menos 50.000 menonitas que llegaron al país en la década de 1950 provenientes de Holanda y Alemania. Se trata de una comunidad religiosa que vive aislada del mundo moderno y el consumismo. No utilizan aparatos electrónicos ni vehículos para evitar las tentaciones.
Tres de los detenidos, entre ellos un adolescente de 17 años de edad, confesaron a la Fiscalía sobre los delitos. De acuerdo con el medio de comunicación, los hombres drogaban a las mujeres con mezclas de anestesia y estimulantes sexuales para animales.
Los hombres afirmaron que cuando cometían los delitos bebían alcohol, iban a casas de mujeres solas y abusaban de ellas sexualmente. Los implicados pidieron perdón por sus actos y una oportunidad para enderezar sus vidas. Esto ocurrió mientras se espera la fecha del juicio de los seis acusados. Los otros tres implicados aún no han emitido una confesión.
Las primeras detenciones ocurrieron el 6 de abril, cuando aprehendieron a dos hombres y el adolescente. Pocas horas después detuvieron a tres implicados más.
Según reporta EFE, la Fiscalía los acusó por el delito de violación agravada.
El medio de comunicación regional El Deber informó que los implicados se encuentran en detención preventiva.
Un turbio precedente en esta comunidad
Este caso recuerda a un escándalo previo en ese grupo religioso en el que se determinó que 150 mujeres habían sido víctimas de abuso sexual en la comunidad de Manitoba. Ocho hombres fueron encontrados culpables en el año 2011 de administrar anestésicos a las mujeres de la comunidad para abusar sexualmente de ellas.
Las creencias ortodoxas dificultaron que la comunidad le creyera a las mujeres que denunciaron las agresiones. Algunos menonitas atribuyeron las denuncias a efectos de “fantasmas y demonios”, otros aseguraban que “Dios o Satanás” estaba castigando a esas mujeres por sus pecados y otros creían que las víctimas estaban mintiendo para encubrir adulterios.
Los hombres ingresaban en las noches a las casas y abusaban de las mujeres después de sedarlas. Las víctimas alegaban que despertaban con dolores en sus partes íntimas, la ropa interior desordenada y muchas señales más.
Este caso causó revuelo. Después de mostrarse reacia a admitir que esos crímenes se habían cometido, la comunidad capturó a los implicados y los llevó ante las autoridades.
Sobre esta historia se basa el libro Ellas hablan, de la escritora canadiense Miriam Toews, quien tiene ascendencia menonita.
