- La Organización de las Naciones Unidas destinará 100 millones de dólares para ayudar a siete naciones afectadas por las consecuencias derivadas de la invasión rusa en Ucrania. Foto principal: EFE
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) anunció que usará 100 millones de dólares de su fondo para emergencias humanitarias con el fin de ayudar a siete países de África y Yemen, los cuales se enfrentan a un aumento del hambre como resultado de la invasión rusa en Ucrania.
De acuerdo con un comunicado del organismo, los fondos serán usados por agencias de la ONU y sus socios para facilitar alimentos y otros servicios básicos, además de dinero en efectivo, a la población más necesitada.
El dinero se repartirá entre los siguientes países: Somalia, Etiopía, Kenia, Yemen, Sudán, Sudán del Sur y Nigeria.
La ONU detalló que estas naciones se enfrentan a graves situaciones de inseguridad alimentaria producto de los conflictos armados, sequía y problemas económicos, que se han visto agravados por la guerra en Ucrania.
Impacto del conflicto en comunidades vulnerables
La agencia de noticias EFE reseñó que el impacto del conflicto en los mercados globales de alimentos está disparando los precios de muchos productos y complicando el acceso a ellos a millones de personas.
Rusia y Ucrania representan más de la mitad del suministro mundial de aceite de girasol y un 30 % del de trigo.
La ONU destacó que solo Ucrania produce más de la mitad del trigo que usa el Programa Mundial de Alimentos, la agencia del organismo que apoya a países de todo el mundo para combatir el hambre.
Inseguridad alimentaria en países de África
En la trigésima segunda sesión de la Conferencia Regional de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para África, realizada el 13 de abril de 2022, abordaron el impacto de la pandemia del covid-19 y la guerra de Ucrania en la seguridad alimentaria de la región.
“No solo la pandemia de la covid-19 exacerbó la inseguridad alimentaria y borró lo ganado en los últimos cinco años, sino que nuevos desafíos han surgido, especialmente la subida de precios de los alimentos de los últimos dos años”, precisó Josefa Sacko, comisaria en Economía Rural y Agricultura de la Comisión de la Unión Africana (UA).
La conferencia se lleva a cabo en Guinea Ecuatorial desde 11 hasta el 14 de abril. La capital ecuatoguineana fue escenario en 2014 de la firma de la Declaración de Malabo, mediante la cual los estados miembros de la UA se marcaron varios objetivos para el año 2025.
En la firma los países se comprometieron a terminar con el hambre en el continente para 2025 pero, según lamentó este jueves Sacko, en el último análisis de la UA “solo uno de los 55 Estados miembros estaba en camino de conseguirlo”.
“Tenemos que trabajar duro para acabar con el hambre para 2030, tal como marcan los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”, señaló la comisaria.
Número de personas en extrema pobreza aumentan
El director general de la FAO, Qu Dongyu, alertó que “el hambre va en aumento” en el continente, debido a una combinación de factores como el covid-19, los conflictos, las crisis humanitarias y los efectos del cambio climático.
De acuerdo con Dongyu, 282 millones de africanos, más de una quinta parte de una población total de alrededor de 1.300 millones de personas, no tienen acceso a suficientes alimentos, lo que se traduce en un aumento de 49 millones desde 2019.
Máximo Torero, economista jefe de la FAO, aseveró que antes de la pandemia y el conflicto en Europa, el continente africano ya contaba con un alto porcentaje de población viviendo en extrema pobreza y sufriendo desnutrición.
Sin embargo, desde el estallido de la pandemia de covid-19, el número de personas que se encuentran en esta situación en África no ha hecho más que crecer. A su juicio, los datos indican que a causa de las crisis que se está observando, África subsahariana podría alcanzar los niveles de Asia, en donde al menos 203 millones de personas se encuentran en extrema pobreza.
La FAO señala que la guerra de Ucrania ha generado interrupciones en las cadenas de suministro globales y podría provocar que los precios de los alimentos en todo el mundo aumenten un 20 %.