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  • Las búsquedas en Internet, las visitas a clínicas y las aplicaciones de seguimiento menstrual dejan rastros digitales

Esta es una traducción hecha por El Diario de la nota Your phone could reveal if you’ve had an abortion, original de The Washington Post.

Cuando alguien se somete a un aborto, puede decidir no compartir información con amigos y familiares. Aunque lo más probable es que su teléfono inteligente deje registros.

La filtración de un borrador de la Corte Suprema, que propone revocar la decisión Roe vs Wade, plantea un punto crítico sobre la privacidad de datos: si el aborto se convierte en delito en algunos estados, ¿se podría usar el registro de datos de una persona como evidencia?

Una decisión histórica: Roe vs Wade fue un histórico caso que se llevó a cabo en el año 1973, cuando se consagró el derecho al aborto en Estados Unidos.n

Existe un precedente y los defensores de la privacidad dicen que la recopilación de datos podría convertirse en una responsabilidad importante para las personas que buscan abortar en secreto. Los teléfonos pueden registrar comunicaciones, buscar historiales, datos de salud corporal y otra información. De hecho, el martes hubo nuevas evidencias de que los brókeres de datos comerciales venden información de la ubicación recopilada de los teléfonos de quienes visitan clínicas de aborto.

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“Es absolutamente algo de lo que preocuparse, también algo de lo que aprender con suerte antes de estar en crisis, ya que aprender sobre la marcha puede ser más difícil”, detalló Cynthia Conti-Cook, pasante de tecnología de la Fundación Ford.

Ahora es común que las fuerzas del orden público utilicen el contenido de los teléfonos de las personas, incluida la ubicación y la información de navegación. Un caso contra un presunto insurgente del 6 de enero (cuando el asalto al Capitolio) se basó en el historial de miles de páginas de su teléfono, así como en registros de Facebook, según detallaron los fiscales.

Una fuente de datos importante es nuestra economía de vigilancia digital (Facebook, Google y muchas otras aplicaciones) en la que las empresas rastrean a los consumidores para descubrir cómo venderles productos o servicios. Los datos pueden cambiar de manos varias veces o filtrarse en un mercado más amplio dirigido por intermediarios de datos. Dichos intermediarios pueden acumular enormes cantidades de información.

Esos datos son un blanco fácil para citaciones u órdenes judiciales, y muchas empresas de tecnología no dan respuestas directas sobre qué información estarían dispuestas a entregar. Google, por ejemplo, informa que recibió más de 40.000 citaciones y órdenes de allanamiento en Estados Unidos en la primera mitad de 2021.

Tanto la policía como los ciudadanos particulares podrían comprar datos y usarlos para investigar sospechas de aborto. La información de ubicación del teléfono ha sido utilizada por activistas (provida) para enviar anuncios a personas que se encuentran clínicas de aborto para intentar persuadirlas.

Procesar todos esos datos no es fácil y los organismos de seguridad tienen muchos “frutos al alcance de la mano” que perseguir, según menciona Alan Butler, director ejecutivo y presidente del Centro de Información de Privacidad Electrónica. Esos métodos más tradicionales incluyen verificar los registros de tarjetas de crédito, recopilar datos de torres de telefonía celular y hablar con amigos y familiares.

Pero es difícil predecir qué tan restrictivas se volverían las leyes estatales sobre el aborto si se revocara la decisión Roe vs Wade. “Incluso una búsqueda de información sobre una clínica podría volverse ilegal según algunas leyes estatales o un esfuerzo por viajar a una clínica con la intención abortar”, detalló Butler.

Pase lo que pase, la posibilidad de una recopilación masiva de datos para hacer cumplir las prohibiciones del aborto se cernirá sobre las cabezas de quienes buscan abortar o ayudar a otras mujeres a conseguirlo, expuso Nikolas Guggenberger, director ejecutivo del Proyecto de la Sociedad de la Información de Yale. “La gente quiere estar del lado seguro, así que incluso si la ley no es aplicable a lo que están haciendo, tiene un efecto escalofriante”, dijo.

Varios grupos han publicado guías ciudadanas para evitar la vigilancia mientras se busca atención de salud reproductiva o para abortar. Esos grupos incluyen a Digital Defense Fund, Repro Legal Helpline y a Electronic Frontier Foundation.

Allí hay tres contribuyentes potenciales para evitar el rastro de datos sobre personas que buscan abortos y cómo podrían usarse.

Localización

Los teléfonos pueden recopilar información precisa sobre tu paradero, hasta del edificio, para potenciar mapas y otros servicios. A veces, sin embargo, las políticas de privacidad de las aplicaciones les otorgan a las empresas el derecho de vender esa información a otras compañías que pueden ponerla a disposición de los anunciantes, o de quien quiera pagar para obtenerla.

El blog Motherboard de Vice informó que por 160 dólares compró datos de una semana de una compañía llamada SafeGraph que mostraban de dónde provenían las personas que visitaron más de 600 clínicas de Planned Parenthood y adónde fueron después.

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Este tipo de datos podría usarse, por ejemplo, para identificar clínicas que brindan abortos a personas de otros estados en lugares donde eso es ilegal.

El CEO de SafeGraph, Auren Hoffman, le dijo a The Washington Post el martes que su compañía estaba discutiendo si dejar de ofrecer datos agregados sobre el tráfico físico a los proveedores de servicios de aborto. SafeGraph y empresas similares no suelen vender la información de la ubicación vinculada con nombres o números de teléfono, aunque la empresa ha sido criticada anteriormente por defensores de la privacidad y ha cambiado algunas de sus prácticas para dificultar la vinculación de datos con personas específicas.

“Puedes encontrar a quien diga que puede eliminar el anonimato de los datos, pero si eso pudiera hacerse, ya alguien habría escrito un artículo”, argumentó Hoffman.

Pero los guardianes de la privacidad dicen que puedes aprender mucho conectando los puntos de varios lugares que una sola persona ha visitado. Por ejemplo, el año pasado, un blog católico obtuvo información de ubicación generada originalmente por la aplicación de citas Grindr para revelar la homosexualidad de un sacerdote. Quienes estaban detrás del blog pudieron inferir que una persona en un lugar relacionado con la iglesia también estaba visitando bares gay.

Los teléfonos Apple y Android ofrecen configuraciones para desactivar los servicios de ubicación para aplicaciones específicas o para todo el teléfono. Pero hacerlo podría impedir el funcionamiento de ciertas funciones, como las aplicaciones de transporte.

Historiales de búsqueda y chat

La búsqueda de información sobre clínicas y medicamentos puede dejar un rastro de registros con Google, que en algunos casos guarda consultas en el perfil de un usuario.

En 2017, los fiscales utilizaron búsquedas en Internet de medicamentos abortivos como evidencia en el juicio de una mujer de Mississippi por la muerte de su feto. Un gran jurado finalmente decidió no presentar cargos, según los Defensores Nacionales de las Mujeres Embarazadas. Y el año pasado, la Corte Suprema de Wisconsin decidió que los detectives no violaron los derechos del asesino convicto George Burch cuando, operando sin orden judicial, accedieron a datos descargados de su teléfono, incluido su historial de búsqueda en Internet.

Los mensajes privados también pueden convertirse en pruebas. En 2015, los mensajes de texto sobre practicar un aborto ayudaron a condenar a una mujer por negligencia infantil y feticidio.

Un informe de 2020 de Upturn, una organización sin fines de lucro enfocada en tecnología y justicia, encontró que los organismos de seguridad usan “herramientas forenses de dispositivos móviles”, que pueden brindarles acceso a historiales de Internet, así como a correos electrónicos y mensajes de texto sin cifrar, cuando investigan asuntos tan variados. como posesión de marihuana y graffiti.

Las personas pueden tomar algunas medidas para mantener privados sus historiales de búsqueda y chat. Conti-Cook, de la Fundación Ford, mencionó que las personas no tienen que ofrecer voluntariamente sus teléfonos cuando la policía se los pide y pueden optar por aplicaciones de mensajería encriptada y una red privada virtual, o VPN, para ocultar sus identidades mientras realizan búsquedas.

Aplicaciones de salud reproductiva

Millones de personas usan aplicaciones para ayudar a tener un registro de sus ciclos menstruales, almacenando datos íntimos sobre su salud reproductiva. Debido a que esos datos pueden revelar cuándo se detienen y comienzan los ciclos menstruales, así como la ovulación y el embarazo, podrían convertirse en evidencia en los estados donde el aborto está penalizado.

Hay muestras de que estas empresas juegan con la privacidad. En 2019, la plataforma de seguimiento menstrual Ovia fue rechazada por compartir con sus trabajadores datos agregados sobre la planificación familiar de algunos usuarios.

El año pasado, la Comisión Federal de Comercio llegó a un acuerdo con la aplicación de registro menstrual Flo después de que esa compañía prometiera mantener la privacidad de los datos de los usuarios, pero luego los compartió con empresas de marketing como Facebook y Google.

Una investigación reciente realizada por Consumer Reports encontró deficiencias en la forma en la que cinco aplicaciones populares de seguimiento menstrual manejan los datos confidenciales del usuario, incluido el envío a terceros para publicidad dirigida.

¿Cómo se les permite a las aplicaciones compartir tales datos personales? Nuestras interacciones con los proveedores de atención médica están cubiertas por una ley federal de privacidad llamada Ley de Transferencia y Responsabilidad de Seguro Médico, o HIPAA. Sin embargo, las aplicaciones de seguimiento menstrual no se definen como entidades cubiertas, por lo que pueden compartir datos legalmente.

Joseph Menn contribuyó con este informe.

Traducido por José Silva

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