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- La empresa, con 61 años de fundada, recaudó mil millones de dólares para 2018
Guiseppe, Benito, Franco y Umberto, son los cuatro hermanos de la familia Panini que transformaron su pequeño negocio familiar: un kiosco de venta de periódicos en una empresa millonaria que vende álbumes.
Oriundos de Pozza, en la región de Emilia-Romaña, pero se criaron en Módena, ciudad ubicada al norte de Italia. A este lugar se mudaron por las exigencias laborales de su padre y donde se dedicaron a su primer oficio, la construcción.
En la década de los cuarenta, la familia adquirió la licencia para montar un kiosko de venta de periódicos en Corso Duomo, frente a la Arquidiócesis de Módena. El lugar era centro de reunión los domingos, donde las noticias deportivas, especialmente las de fútbol, se consumían de manera masiva.
En medio del ámbito político, donde el país superó la época de Benito Mussolini, y con la crisis económica en contra, el nuevo negocio de los Panini prosperó.
Inicio del éxito
Para 1954, Giuseppe y Benito le pusieron su apellido a la empresa y crearon la Agencia de Distribución de Periódicos Hermanos Panini. A mediados de los 50, ganaron terreno en la industria y compraron empresas de cuadernos y figuras.
La familia adquirió en 1961 la editorial Nannina, dedicada a la venta de cromos. Fue en ese momento en el que los hermanos deciden cambiar la manera de vender las barajitas. Decidieron hacer varios grupos de estampillas, envolver cada uno y venderlo por diez liras (moneda de la época), equivalente a 0,5 centavos de euro. En total, vendieron tres millones de estampillas de la Colección Gol, que habían sido desechadas por la antigua dueña de la editorial.
Con el dinero recaudado, los hermanos Panini lanzaron su primer álbum de barajitas y, para aumentar las ventas, alquilaron un taller en la calle Castelmaraldo, con los derechos de los futbolistas italianos.
Fue ahí cuando los hermanos vendieron la primera barajita de Bruno Bolchi, capitán del Inter de Milán, para aquel momento. Para ese año, la empresa vendió 15 millones de sobres de barajitas y duplicó sus ventas para el año siguiente.
Con el crecimiento de la compañía, cada hermano tuvo una responsabilidad en la empresa: Guiseppe era el gerente, Benito encargado de la distribución, Franco en la parte administrativa y Umberto manejaba la maquinaria.
Para el diseño del logotipo del álbum Calciatori 1963-1964 tenía las letras EPM que significaba Edizioni Panini Modena, pintadas en color blanco con delineado en rojo y tres años después Guiseppe lo cambió, agregó un caballero con armadura y una lanza debajo del apellido de su familia para rendir un homenaje.
A principios de 1970, la empresa adquirió los derechos y licencias oficiales de la FIFA y empezaron a publicar tres ediciones del álbum del Mundial de Fútbol México 70: una versión internacional, otra en italiano y una en inglés; tenía 50 páginas y 271 figuras para coleccionar.
Cambio de dueños
La empresa vendió el 25 % de sus acciones al empresario Carlo De Benedetti en 1986, pero los hermanos seguían con el control de la compañía y tomaban las decisiones administrativas.
Los hermanos vendieron el resto de la compañía a Robert Maxwell, exmiembro del Parlamento británico en 1989 por 96 millones de libras, quien murió tres años después, y el negocio pasó a manos del consorcio italiano Ban, Gallo, Cuneo y Da Agostino.
El consorcio vendió la empresa en 1994 a Marvel Entertainment Group y actualmente el grupo Panini pertenece a la compañía italiana Fineldo.
Luego de 61 años de su fundación y 13 mundiales después, el álbum es vendido en 150 países y ha recaudado mil millones de dólares para 2018.
En la actualidad, el álbum se sigue vendiendo, su edición más reciente es del Mundial de Fútbol de Qatar y está compuesto por 32 selecciones, estadios, escudos y barajitas especiales.
Para completarlo, se necesitarán 172 sobre de cinco estampillas, teniendo en cuenta los cromos repetidos. Esto costará en Venezuela aproximadamente 132 dólares.
