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- Es un sitio que recibe a miles de turistas al año que pasan un rato de convivencia con los gatos de forma gratuita
En Ámsterdam (Países Bajos) hay un santuario flotante de gatos conocido como Catboat (De Poezenboot, en holandés) que navega las aguas de esa ciudad rescatando a animales sin hogar. Lo curioso de este lugar es que está abierto al público para que cualquiera que lo desee pueda adoptar a uno de los gatos.
Cada año el bote recibe a miles de turistas que disfrutan de convivir con los felinos, que es la mayor población del refugio, y admirar la estructura del lugar. Aunque la visita al Catboat es gratuita, reciben donaciones, ya sea de forma monetaria, de alimentos o juguetes para los animales.
El santuario está abierto de 1:00 pm a 3:00 pm durante cinco días de la semana y se mantiene cerrado los miércoles y domingos.
Países Bajos, el lugar donde no hay perros abandonados
Desde el año 2016 Países Bajos se considera como el primer territorio del mundo donde la existencia de perros callejeros abandonados es prácticamente nula. Este país sensibilizó a su sociedad para que ningún animal tenga que sufrir en las calles.
El gobierno junto a grupos para la defensa animal y diversos colectivos de todo tipo, ha trabajado duramente en un programa para mejorar las condiciones de vida de los animales abandonados, basado en los siguientes principios:
-Educación y concienciación para las personas
-Incentivos a la adopción frente a la compra-venta
-Campañas de recogida y esterilización de animales
-Castigos a los infractores
-Se crearon leyes contra el abuso animalDescuidar a una mascota, aquí entra el abandonarla, puede llevar a que la persona sea multada con cifras de entre 15.000 y 20.000 euros.
¿Cuál es la historia del De Poezenboot?
En 1966, Henriette Van Weelde abrió un refugio para gatos en su casa flotante luego de descubrir que una familia de felinos estaba escondida en un árbol frente a su hogar. Después de acoger a la gata con sus gatitos, también le brindó refugio a un perro de la calle y otros gatos que veía solos o abandonados.
Cuando se quedó sin espacio en su casa por refugiar a cada gato que ella consideraba que necesitaba su ayuda, decidió comprar un barco en el canal para que fuera el hogar de todos los felinos.
El barco tiene más de 100 años de antigüedad y la propia Hanriette lo mantuvo en perfectas condiciones mientras cuidó de los gatos hasta el año 2005 cuando falleció. A partir de entonces, la tarea de mantener el santuario y de cuidar a los gatos es de voluntarios tanto civiles como veterinarios.
Además, De Poezenboot es una fundación que vacuna, esteriliza y reubica tanto a gatos como perros para que tengan una familia y una mejor calidad de vida.
