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- El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, prometió respetar la institucionalidad, luego de dos días de conocer que perdió por una mínima diferencia frente a su contrincante electoral, Lula da Silva
A dos días de que finalizaran las elecciones presidenciales de Brasil en las que ganó el candidato Lula da Silva, el presidente de ese país, Jair Bolsonaro, aseguró este martes 1 de noviembre que “respetará la Constitución”. Esto sin hacer alusión a su derrota.
El domingo 30 de octubre Brasil celebró la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en la que resultó electo el candidato del Partido de los Trabajadores, Lula Da Silva.
Sin embargo, tras 45 horas del anuncio, el candidato del Partido Liberal no se pronunció sobre los resultados de los comicios hasta este martes, solo aseguró que “seguirá siendo fiel a la Constitución”.
El político no hizo alusión al triunfo de su contrincante en sus declaraciones, de acuerdo con información de EFE.
Un resultado muy ajustado
De acuerdo con el conteo realizado por el Tribunal Supremo Electoral de Brasil, Da Silva se impuso con 60.345.999 de votos, lo que representa el 50,90 %, frente a los 58.206.354 de Bolsonaro, es decir el 49,10 %.
Un silencio que llamó la atención
Desde que se anunció el resultado de las elecciones, Bolsonaro no se había pronunciado al respecto, ni para aceptar o rechazar su derrota.
3 de cada 4 brasileños que apoyaron al líder de derecha, desconfían del sistema electoral del país, de acuerdo con lo revelado por el diario The New York Times.
“Hay mucho fraude”, aseguró al medio estadounidense Kátia de Lima, de 47 años de edad, una empleada de una tienda, en un mitin de Bolsonaro. “Está comprobado”.
Incluso el presidente de la Cámara Baja de Brasil y firme aliado de Bolsonaro, Arthur Lira, reconoció las elecciones.
“Al presidente electo, la Cámara de Diputados le felicita” y le “ofrece diálogo y transparencia”, manifestó Lira en un pronunciamiento hecho desde su residencia oficial.
La falta de confianza en el voto por gran parte de la población brasileña junto al silencio de Bolsonaro, incrementaron la incertidumbre sobre si el actual jefe de Estado reconocería su derrota.
Lula gobernará un país polarizado
En la primera vuelta de las elecciones que tuvieron lugar el pasado 2 de octubre, el Partido Liberal obtuvo la mayoría en el Congreso con 96 escaños.
El apoyo conservador en el órgano legislativo es del 37,6 % de la Cámara de los Diputados, además del 31 % del Senado. Mientras que los partidos afines con Lula obtuvieron el 28 % y el 20 % de los escaños, respectivamente.
Por otro lado, en lo que se refiere al poder regional dentro de Brasil, de los 15 gobernadores electos el 2 de octubre, nueve manifestaron su apoyo a Bolsonaro frente a los seis que se declararon a favor de Lula.
Asimismo, de los 12 estados que se decidirían en la segunda vuelta, cinco quedaron en manos de partidarios de Bolsonaro, entre los que destacan: São Paulo, Mato Grosso do Sul, Rondônia, Santa Catarina y Amazonas.
Del restante, cuatro son partidarios del partido de Lula (Bahía, Alagoas, Espírito Santo y Paraíba) y tres estarán gobernados en manos de la centro-derecha moderada (Rio Grande do Sul, Pernambuco, Sergipe), de acuerdo con información del diario español El País.
