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- El centro de la ciudad capitalina se llenó de trabajadores informales, quienes promocionaron ofertas en una temporada que, aunque estuvo concurrida, registró menos compradores que el año anterior
En vísperas de Navidad, en Caracas, se vivieron dos realidades. Una reflejó las dificultades de los comerciantes y distribuidores que ofrecieron sus productos esperando vender lo suficiente y así cubrir sus gastos; la otra representó al sector de la población que recorrió las principales avenidas en búsqueda de ofertas para rendir el poco dinero que se tiene ahorrado.
El alza del dólar oficial del Banco Central de Venezuela (BCV) ha provocado una depreciación del bolívar y por ende una disminución de los salarios básicos de muchos ciudadanos. Además de esa realidad, los buhoneros de los pincipales mercados de la capital solo aceptan el dólar a Bs 18, cuando la tasa oficial está en Bs 16 y la paralela supera los Bs 17.
En un recorrido realizado por el equipo de El Diario durante el viernes 23 diciembre de 2022 se pudo comprobar que si bien el flujo de personas se mantuvo al igual que el año anterior, era poca la gente que tenía la libertad financiera para realizar sus compras tradicionales navideñas.
Con los buhoneros ofreciendo promociones “¡todo a un dólar!”; y “¡pregunte sin compromiso!, era muy reducida la cantidad de personas que se paraba a escuchar las ofertas de los comerciantes informales frente al mercado Cruz Verde en La Hoyada.
Quienes sí decidían echar un vistazo a lo que allí se ofertaba solo les interesaban las propuestas más atractivas como, por ejemplo, 3 pares de medias por 5 dólares, un vestido de niña en 5 dólares o 2 boxers por 1 dólar. El resto seguía su camino hacia el terminal de Nuevo Circo o hacia los alrededores de la avenida Baralt.
Desde hace varias semanas, los comerciantes informales han tomado ambos lados de las aceras del centro de la ciudad para comercializar sus productos. Esto ha hecho que a muchas personas se les dificulte transitar por esta zona y finalmente termine todo en un tumulto de gente.
A pesar de las imágenes de la gente en la calle, vendedores del mercado Cruz Verde coinciden en que el año pasado la cantidad de gente era mucho mayor. Teresa García, comerciante de dicho establecimiento, indicó para El Diario que en 2021, cuando todavía había restricciones por el covid-19, muchos ciudadanos salieron a las calles en búsqueda de ropa o calzado. Mientras que este año, mencionó, son pocos los que deciden llevar más de dos prendas.
“Mucha gente está en la calle, pero no toda es la que compra. Al venezolano, a pesar de que no tenga para comprar, le gusta mucho ver. Esa es la diferencia con el año pasado”, señaló.
Felipe Roldán, buhonero de La Hoyada, afirmó que muchas de las personas que visitan el centro de Caracas buscan comprar lo más económico. “No todo el mundo tiene 25 dólares en el bolsillo. Prefieren invertir ese dinero en la cena de Navidad”, explicó.
Karla Ávila, una empleada de una de las tiendas de zapatos diagonal a la avenida Bolívar, recuerda que el año pasado era casi imposible transitar por las aceras de La Hoyada. Añadió que las ventas han sido atípicas y menos de lo esperado. “Lo que más busca la gente es ropa interior o artículos de tecnología porque es lo más asequibles para muchas personas”, dijo.
“La gente compra de a poquito”
En el mercado de Quinta Crespo, uno de los más concurridos durante la llegada de las fechas decembrinas, comerciantes y encargados esperan que las ventas mejoren antes de finalizar el año.
En estos locales no se escucha hablar sobre ofertas y, en su lugar, las personas compran ingredientes en pocas cantidades para cumplir con la tradición de elaborar las hallacas.
José Gámez, encargado de una de las tiendas, expresó que los precios en la mayoría de los locales son similares debido a que la oferta de distribuidores es muy limitada. Mencionó que no es posible para un dueño de un local ofrecer rebajas al público porque terminaría perdiendo sus ganancias.
Gámez sostuvo que las personas optan por comprar un variado entre aceitunas, pasas, entre otros alimentos hasta llegar a una cuenta máxima de 5 o 10 dólares, dependiendo de las necesidades de cada familia o individuo. Los casos atípicos, continúa el comerciante, son de personas que se unen con otras familias para adquirir los ingredientes en grandes cantidades.
“El dólar hizo que muchas personas desistieran de elaborar unas hallacas. Tampoco ha tenido buen movimiento la venta de uvas. La gente prefiere las mandarinas por ser más económicas. Todas estas compras son mínimas y eso no deja mucha ganancia”, acotó.
En el pasillo de carnicería y embutidos, la situación es similar. La gente no pregunta por el pernil cotizado en 7 dólares el kilo. Para muchos venezolanos, este precio es inasequible teniendo en cuenta que el salario mensual actualmente equivale a 7,8 dólares, de acuerdo con la tasa oficial del Banco Central de Venezuela (BCV).
Disminuyeron las ventas en Sabana Grande
En el bulevar de Sabana Grande el tránsito vehicular es un caos desde los días previos a Navidad. A diario una avalancha de personas cruza de arriba a abajo en la búsqueda de ofertas o ropa en remate.
En muchas ocasiones lo hacen ignorando lo que indica el semáforo. Aymara Blanco es una de las comerciantes que está ubicada en la zona. Se dedica a la venta de ropa de dama y juguetes.
En esta temporada navideña ofrece en oferta juguetes para niñas en mínimo 10 dólares. Comenta para El Diario que pese a la cantidad de personas que transitan la zona, las ventas no han sido lo que esperaba.
La mayoría de comerciantes informales llega con su tarantín a las 9:00 am. Blanco afirma que los compradores comienzan a llegar a partir de las 11:30 am.
La mujer afirma que la competencia es dura porque muchos comerciantes ofrecen los mismos productos, así que trata de ofrecer prendas diferentes. “Aquí vamos, poco a poco. No nos queda de otra más que esperar que las ventas mejoren después del 24 de diciembre”, aseguró.
