- Por segundo año consecutivo, la samba y las comparsas llenaron las calle de Río de Janeiro y otras ciudad, tras la pandemia de covid-19
Brasil parece hacer recuperado su Carnaval tradicional, luego de que en 2021 se suspendieran todas sus actividades por primera vez en un siglo. Esto debido a la pandemia de covid-19, la cual si bien para 2022 estaba controlada gracias a las vacunas, mantuvo varias restricciones que impidieron celebrar a plenitud. Ahora, con la mayoría del mundo de vuelta a la normalidad, la fiesta de los sambódromos regresa con todo su color de antaño.
Desde el 18 de febrero, varias ciudades brasileñas organizaron sus comparsas mientras las playas y plazas lucieron abarratodas de temporadistas.


Entre la muchedumbre se abren paso comparsas con plumas, brillos y tambores, exhibiendo cuerpos descubiertos pintados con colores vibrantes. Y al caer la tarde, las escuelas de samba se concentran en los sambódromos para desfilar sus enormes carrozas, con pelotones de bailarines vestidos exóticamente.
En Sao Paulo, el sambódromo de Anhembí inició el 19 de febrero su segundo día de desfiles, en el que 14 escuelas se disputan el premio mayor.


Regresa el Carnaval en Recife

Aunque en algunas ciudades como Río de Janeiro se intentó celebrar el Carnaval con limitaciones en 2022, en otras como Recife no se había realizado ningún evento de este tipo desde el inicio de la pandemia. Sin embargo, este año regresó el Galo da Madrugada, una colorida estatua de un gallo de 23 metros de altura, dispuesto en el puente Duarte Coelho, en el centro de la ciudad.

La apertura del Carnaval en Recife se realizó la noche del 17 de febrero con un concierto en espacio abierto en el Marco Zero de la ciudad, encabezado por el músico Caetano Veloso. Muchos asistentes pernoctaron en la calle, esperando el amanecer con el Galo da Madrugada para continuar la fiesta.

Fiesta en las calles de Río

La capital del Carnaval brasileño es Río de Janeiro. Con comparsas centenarios como la Cordão da Bola Preta, en el que las personas acostumbran vestir ropas blancas con bolas negras. El 18 de febrero realizó su recorrido número 103 por las calles del centro.

Después de tomar también una pausa por la pandemia, el Cordão da Bola Preta homenajeó este año a las víctimas del covid-19 en Brasil y en el mundo. Por eso muchas personas se disfrazaron de enfermeras, médicos, profesionales de la salud y hasta de jeringas.

Por otro lado, en la calles y playas desfilaron diferentes comparsas callejeros como Amigos da Onça, que mezcla comedia y música, y se concentra en playa Flamingo. Otra es la comparsas de las Carmelitas, una de las más tradicionales y que tiene su base en el barrio Santa Teresa.

