Email
- Algunos grupos que visitan estas instalaciones no se van completamente satisfechos, pues se encuentran con que buena parte de las atracciones continúan cerradas
En los ojos de un adulto, subir por los pasillos de la entrada al Museo de los Niños en Caracas se ve como un viaje al pasado, por lo que muchos de los que lo visitan viven una experiencia que se rodea de nostalgia y la necesidad de querer ver más.
$5
por persona.Las instalaciones del Museo de los Niños abrieron nuevamente sus puertas el 18 de febrero para celebrar el asueto de Carnaval. Este espacio estuvo cerrado por casi tres años como consecuencia de la pandemia por covid-19. Sus autoridades siempre alegaron que en esas condiciones no se podría cumplir la principal norma del museo: está prohibido no tocar.
En la reinauguración, las visitas superaron las expectativas y el museo alcanzó el aforo máximo de 200 visitantes, lo mismo ocurrió los tres días siguientes, por lo que volvieron a cerrar para tomar un descanso y abrir nuevamente el 24 de febrero.
Desde las 10:00 am de ese día comenzaron a llegar grupos para visitar el museo, la mayoría eran de adultos por la hora. Una de las primeras sorpresas que se llevan los visitantes es que la atracción de La Conquista del Espacio sigue cerrada. Anteriormente, esta actividad se pagaba aparte de la entrada y simulaba un viaje espacial.
Al acercarse al primer piso de las exhibiciones regulares, los visitantes se encuentran con una amiga guía (como se le llama a quienes trabajan allí) llamada Rachel, quien explica cuáles son las normas principales del museo y qué se puede ver los pisos.
Un espacio para el agradecimiento
Detrás del mostrador de la amiga guía está una instalación nueva hecha con cuadros de colores. En el centro se lee una inscripción en la que los miembros del museo agradecen a las personas e instituciones que hicieron posible la reapertura. Cada cuadro tiene el nombre de un colaborador.
A mano izquierda está una exhibición sobre el planeta Tierra y sus biomas. Además, hay un apartado sobre los biomas de Venezuela. Un gran globo terraqueo que gira muestra cómo es la rotación del planeta y varios dioramas bastante realistas ejemplifican cómo es cada ambiente natural desde la sabana africana hasta los bosques tropicales.
En ese piso también está la cinemateca y una exhibición sobre la electricidad. En esta última se puede ver cómo funcionan los distintos tipos de energía eléctrica al presionar varios botones. También hay algunas atracciones que siguen en mantenimiento en este espacio.
Un paseo por la física
En el segundo piso del Museo de los Niños se manejan las temáticas de Física, Paleontología y Sonido. Además, allí permanecen varias de las exhibiciones de mayor popularidad.
Alejandro, uno de los amigos guía del segundo piso, recibe a los grupos con una extensa descripción de lo que se puede ver en ese espacio. También da unos pasos hacia atrás para explicar cómo funciona la palanca con principios físicos para mover objetos pesados.
Tres niños, miembros de una misma familia, decidieron participar en el experimento de la palanca, donde intentaban levantar bloques metálicos de 5 kilogramos con tres métodos distintos.
Los niños quedaron sorprendidos al notar que con una herramienta el bloque parecía extremadamente pesado y con otra muy liviano, por lo que asumieron que los bloques no pesaban lo mismo. Segundos después, el guía aclaró que el cambio en el esfuerzo que tuvieron que hacer para levantar los bloques se debía a la diferencia en el punto de apoyo.
Allá también se pueden subir tanto niños como adultos a una plataforma que se estabiliza cuando la persona se para en la marca de su peso aproximado y levantar pesos con poleas. Al igual que en el primer piso, en esta parte hay exhibiciones que no se pueden usar. “No es que no sirven, están en mantenimiento para que pronto se puedan usar”, enfatizó el amigo guía Alejandro.
Lo más popular
Dos exhibiciones son muy llamativas en este piso y ambas funcionan perfectamente en el área de Sonido: el piano gigante y el túnel de colores. Ambas ofrecen experiencias multisensoriales a los niños y también a adultos.
El atractivo de estas instalaciones parece infalible, pues quienes se suben a ellas pueden pasar minutos ahí sin querer abandonarlas. Sin embargo, el tiempo es crucial en el paseo, porque las exhibiciones son tantas que las familias pueden pasar más de tres horas allí sin notarlo.
Muy cerca de ahí está la cabina de radio que por ahora está cerrada por motivos de bioseguridad. Antes los niños podían grabar un programa y los padres adquirían el CD para llevarse el recuerdo a casa.
Un pequeño cuarto con el piso inclinado también llama la atención de los visitantes, allí los niños pueden vivir la experiencia de sentirse y verse más grandes de lo que son. La dinámica consiste en que al caminar de una esquina de la habitación a otra y que un compañero lo vea por un agujero, en el que se aprecia el efecto de que la persona dentro crece mientras se mueve.
Los adultos se sienten más atraídos hacia las instalaciones de petróleo y automotriz, la razón es el realismo que muestra cada una de ellas. En la parte petrolera hay una plataforma metálica con varios mapas y esquemas con botones que muestran datos como en qué partes de Venezuela hay industrias petroquímicas o gasoductos.
En la exhibición automotriz los visitantes se pueden subir a una camioneta Chevrolet para simular un viaje en auto. A este vehículo lo rodea una réplica de una estación de servicio con un expendedor de gasolina.
Biología y Comunicación
Más arriba están las áreas de Biología y Comunicación, de ellas, la primera cuenta con muchas más atracciones activas y de gran interés para los visitantes. Diversos maniquíes del cuerpo humano muestran cómo son los huesos, los músculos, el sistema digestivo, el sistema endocrino y hasta la gestación de un bebé.
A diferencia de lo que estaba en el piso anterior, estas atracciones son más visuales que interactivas, por lo que cada grupo se queda varios segundo detallando cada una. La excepción a esto es una bicicleta a la que se pueden subir los visitantes. Al pedalear se enciende una luz que muestra en una pantalla cómo se mueve un esqueleto al mismo tiempo que la persona.
El área de Comunicación cuenta con exhibiciones sobre el lenguaje, los medios de comunicación y redes de Internet. Sin embargo, varias de estas instalaciones reafirman la idea de un viaje al pasado, porque las atracciones no se han adaptado al avance de la tecnología en el mundo.
Un cuarto iluminado en este espacio promete una experiencia de realidad aumentada, pero el resultado es la proyección en pantalla de un personaje en tercera dimensión. Uno de los amigos guías intenta explicar que esto se logra con ayuda de una cámara web y códigos informáticos en una imagen plana. Sin embargo, este efecto es similar a lo que hoy en día se logra con poco esfuerzo gracias a los filtros en redes sociales como Instagram.
Impresiones del recorrido
En esta parte del paseo los visitantes comienzan a tener sus propias observaciones sobre esta nueva etapa del Museo de los Niños.
Tomás Davila visitó por primera vez el museo el 24 de febrero y tomó la iniciativa de ir gracias a los comentarios de amistades que habían ido en su infancia. Confesó que sintió inconclusa la información en algunas exhibiciones, debido a que hay áreas que siguen en mantenimiento.
“Me parece que hay que trabajar un poco más para que puedan abrir las instalaciones y que todos puedan disfrutarlas. Por lo menos en el área de electricidad hay algunos botones que no entienden nada, entonces por ese lado estaba como inconcluso en cuanto al conocimiento que ellos quieren impartir”, expresó Davila para El Diario.
Aclaró que la mayoría de la experiencia fue entusiasmante para él. Destacó que las áreas de Física y Biología son muy educativas y aseguró que la mayoría de las exhibiciones en ambos espacios funcionan.
Volver con la esperanza de que sea mejor
El último piso del Museo de los Niños está dedicado a la Ecología, pero en este punto se nota aún más que el edificio no está al 100 % de sus capacidades. El área para hacer papel con reciclaje está cerrada, esta era una de las actividades estrella del museo.
Algunas exhibiciones sobre hidrología no tienen agua y por ende están cerradas, también sucede lo mismo con una instalación sobre volcanes. En unos muros hay dinámicas con especies venezolanas de flora y fauna, pero tampoco funcionan los botones que deberían mostrar información.
No obstante, los niños siguen disfrutando el paseo al notar que hay en ese piso una réplica de un submarino, en la cual pueden abordar, mover las palancas y utilizar el periscopio.
Lilian Quevedo llevó a su hija de 6 años al museo por primera vez ese día. Aunque a su juicio la visita fue muy distinta a lo que esperaba y coincidió con Dávila en que el paseo parece estar inconcluso.
Mencionó que a su hija disfrutó aún más las atracciones que eran completamente interactivas, por lo que agregó que cuando notaba que alguna no funcionaba se desilusionaba.
La visitante dijo que además sintió la falta de más explicaciones por parte de los guías y que considera necesaria más iluminación en las exhibiciones. Pese a esto comentó que espera volver cuando el museo le haya hecho el mantenimiento correspondiente a las atracciones y así seguir apoyándolos.
La reapertura del Museo de los Niños es un gran aporte para la ciudad de Caracas, porque la iniciativa de un museo dedicado exclusivamente es algo poco común en Latinoamérica, aparte de este que fue el primero en la región, hay uno ubicado en Ciudad de México llamado Papalote. Este tipo de propuestas recreativas se ve con mayor frecuencia en Estados Unidos y Europa y es una oportunidad para los padres de introducir a sus hijos en actividades científicas y culturales a través de juegos.
