- El gobierno de Francia promueve que la edad de jubilación en el país se fije en 64 años
Los sindicatos de trabajadores en Francia realizaron el sábado 11 de marzo su séptima jornada de protestas en rechazo a la reforma de pensiones presentada por el presidente de ese país, Emmanuel Macron.
Durante las manifestaciones se registraron enfrentamientos entre los participantes y organismos de seguridad en ciudades como París y Nantes.
Los sindicalistas calificaron como “provocación” que el gobierno de Macron ignore el fuerte rechazo social a su proyecto de reforma de las pensiones y pidieron al Ejecutivo no “jugar con fuego” porque las movilizaciones van a continuar.

“¿Qué más hay que hacer?”, se preguntó Philippe Martínez, líder de la combativa Confederación General del Trabajo (CGT), desde la cabecera de la manifestación que recorrió París el 11 de marzo.
Martínez fue más allá y presionó para que, si el gobierno está tan seguro de que su iniciativa es necesaria y es la única posible, que consulte a los ciudadanos.

Laurent Berger, secretario general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), pidió a los funcionarios que dirigen el país que dejen la negación ante los movimientos sociales. Igualmente solicitó que haya una consulta a los franceses sobre la reforma.

Sobre la reforma
La reforma promovida por Macron tiene como eje principal retrasar la edad mínima de jubilación dos años, de los 62 años actualmente a los 64, algo a lo que todos los sindicatos se oponen frontalmente.
El principal argumento del Ejecutivo es garantizar el equilibrio financiero del sistema en el horizonte de 2030, ya que, si no se hiciera nada, estima que en una decena de años se acumularía un déficit de cerca de 150 millardos de euros.
El proyecto de ley se está debatiendo en el Senado, donde el ministro de Trabajo, Olivier Dussopt, anunció el viernes 10 de marzo el recurso a un mecanismo constitucional para saltarse los cientos de enmiendas que ha presentado la oposición con intención de bloquear la tramitación, y forzar un voto sobre el conjunto del texto.
En concreto, el recurso al artículo 44.3 va a permitir ese voto en la cámara alta -donde la derecha tiene mayoría- sobre un texto que únicamente incluirá las enmiendas propuestas o aceptadas por el Ejecutivo.

La oposición de izquierdas ha criticado duramente esta medida, así como los sindicatos.
Con información de EFE.